27. Me gustas

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El silencio entre nosotros se prolonga luego de su arrebato y no es hasta que él se voltea bruscamente para continuar con su camino, maldiciendo en voz baja, que reacciono, aún sabiendo que todo lo que esté por pasar pueda revelar una verdad que termine por lastimarnos a ambos.

Trato de no ponerme en el peor de los casos mientras lo sigo, pronunciando su nombre con la intención de que se detenga, de conseguir alguna clase de explicación de su parte, porque lo único que me interesa en este momento es entender de qué demonios soy culpable para poder remediarlo.

Lo sigo a lo largo del pasillo, apresurado mi paso cuando él lo hace mientras que mis labios continúan llamándolo, intentando al menos conseguir una mirada de soslayo, pero ni siquiera eso logro conseguir.

— ¡Taehyung! – lo intento una vez más, cuando él se detiene frente a la puerta de un camerino, escuchando claramente como mi voz suena aun más brusca de lo que pretendo, cosa que no había notado hasta este momento. – Habla conmigo – pido, tratando de mantener la compostura, sintiéndome completamente inútil ante la situación, ante las posibilidades, ante todo lo que pueda suceder.

Sus ojos oscuros no me miran y parece que no tiene intención de hacerlo, pese a que se ha detenido. Tras un corto segundo, abre la puerta y se mete dentro velozmente, con la clara intención de dejarme fuera.

Soy lo suficientemente rápida y lo suficientemente torpe como para poner mi pie en la pequeña abertura de la puerta, antes de que sea capaz de cerrarla.

Algo similar a un mullido de dolor, mezclado con una queja, escapa de mis labios al instante en el que un dolor agudo se instala en mi pie a causa del impacto.

Él solo parpadea, sin saber muy bien qué hacer y aprovecho esos segundos de confusión para meterme dentro de camerino con él, preparándome mentalmente para preguntarle a qué se refirió cuando me dijo que todo era culpa mía.

— Theo – masculla, con su voz quebrándose, como si estuviese a punto de llorar – por favor.

Mis ojos analizan su rostro, sus pupilas temblando con ansiedad mientras que muerde su labio constantemente, viéndose de pronto nervioso.

— Solo quiero que hables conmigo, Taehyung – declaro, sin importarme que mi corazón amenace con abandonar mi pecho, dispuesto a escapar lejos antes de escuchar la respuesta del chico frente a mí. – Sé que tu y Dominique tuvieron una discusión casi a gritos – aclaro, sin dejar de mirarlo a los ojos – por favor, Tae. Solo soy yo.

Sus labios se abren un par de veces y su entrecejo se frunce luego de intentar pronunciar algo un par de veces, hasta que finalmente escucho con claridad el murmullo que sale de su boca.

— Ese es el punto, Theodoraw, solo eres tú.

— ¿Q-qué quieres decir con eso? – balbuceo de forma involuntaria, alzando las cejas.

Él niega con su cabeza, suspirando en el proceso.

— Yo... sabes que no haría nada para lastimarte, ¿verdad? – mascullo, consciente de que mi ritmo cardiaco a comenzado a aumentar a niveles preocupantes – Taehyung, me conoces y sabes muy bien que odio hacer preguntas porque las respuestas lastiman – carraspeo, apoyando mi espalda en la puerta – pero me importas lo suficiente como para hacerlas. No soy muy buena con las palabras – medio sonrío – ese siempre ha sido el fuerte de Dom más que el mío, así que espero estar convenciéndote porque ya no sé que más decirte. Mi cabeza es un lío – confieso hacia él – y si dices que yo soy la culpable, entonces me gustaría saber cómo solucionarlo.

Él suspira.

— Yo solo quiero tener lo que Dom y Namjoon hyung tienen.

Algo dentro de mí parece quebrarse ante sus palabras, ante el dolor que filtran sus palabras, ante la forma en la que sus ojos parecen volver a cristalizarse al apartar su mirada de la mía.

6:20  [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora