6:20 [BTS]

19. Presentimientos

— ¿Te dijo que sí?

La voz de Park Jimin se proyecta dentro de mi habitación, cargada de sorpresa, haciendo eco en las cuatro paredes color marfil.

De reojo, puedo ver como sus ojos se abren enormemente, mientras que parpadea en repetidas ocasiones al acomodar su cuerpo sobre mi cama -lugar en el que se encuentra sentado- para enfrentar de mejor manera la oscura y ansiosa mirada de un sonrojado Taehyung, ubicado junto a él.

Pongo todo de mí para contener mis risas desde mi lugar frente al armario, pretendiendo analizar con atención la ropa que se encuentra frente a mí, cuando en realidad lo único que quiero es romper en risas debido a que Park está teniendo exactamente las mismas reacciones que yo tuve hace un par de días, cuando Tae finalmente me dijo que había dado el paso, o al menos intentó hacerlo.

Saco los primeros pares de pantalones que mis ojos son capaces de encontrar, volteándome hacia la cama para depositar las prendas sobre la valija que está destinada a acompañarme a Japón, en el viaje que Calvin programó para mañana a eso de las once.

La expresión de Tae, con mejillas sonrojadas al igual que sus orejas, me hace sonreír abiertamente, más cuando abre su boca y ninguna palabra sale de ella al tratar de contestar la pregunta que Jimin no ha dejado de repetir una y otra vez.

— ¿Te dijo que sí? – vuelve a preguntar, por quinta vez en menos de dos minutos.

— Técnicamente – suelta finalmente Kim en un suave murmullo, el que se ve ahogado cuando cubre su rostro con su mano izquierda, avergonzado. – En realidad... solo me decidí a invitarla a salir.

— ¿Cómo que técnicamente? – inquiere de inmediato el rubio, realizando exactamente la misma pregunta que yo hice cuando Taehyung me mencionó esto por primera vez.

Llevo mi mano izquierda a mi boca, reteniendo mis risas al analizar a Jimin escrutando a Tae con la mirada, sin decir palabra alguna mientras espera respuestas y a Taehyung queriendo hundirse bajo mis almohadas para desaparecer de la faz de la tierra y de esa manera escapar del cuestionario del audaz detective Park.

— No pude hacerlo – suelta Tae, sin descubrir su rostro al confesar la verdad – Pero lo haré esta noche – agrega rápidamente. – Lo haré en la fiesta de cumpleaños de Jungkook. Es mi oportunidad.

Park Jimin suspira con frustración, para luego recostarse pesadamente sobre las almohadas en mi cama, negando repetidas veces con la cabeza.

— Todo sería más fácil si nos dejaras ayudarte – se queja, rodando los ojos hacia el techo, como si este pudiese darle las respuestas que tanto desea saber – ¡Ni siquiera nos has dicho su nombre!

La exasperación en la voz de Jimin es real y lo entiendo.

Entiendo perfectamente su punto de vista, comprendo de sobremanera el que quiera empujar a su mejor amigo para que dé el paso de una buena vez, sin embargo, también comprendo a Tae. Comprendo que quiera mantener el nombre de la chica solo para él, porque él mismo me ha confesado que tiene miedo de fallar, que tiene miedo de que las cosas no salgan como lo ha imaginado y no quiere añadir presión extra a sus propios temores.

Salgo de mis pensamientos cuando Taehyung me mira, frustrado, resoplando en silencio al notar que el ambiente se ha tensado de pronto en una conversación que los tres hemos mantenido desde que ambos llegaron a ayudarme a empacar temprano por la mañana.

— Todavía necesito terminar de empacar – digo a modo de distracción, sonriéndoles a ambos para desviar el tema de conversación a uno en el que ambos vuelvan a sentirse cómodos en él.

Me volteo nuevamente hacia mi armario, sacando un par de vestidos para enseñárselos a ellos cuando capto su atención.

— ¿Negro o rojo? – inquiero de pronto.