29. 6:20

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Jojó, antes de que empiecen a leer este esperado capítulo (?) quiero aclarar que las comillas («) que inician algunos de los párrafos, son la continuación de los diálogos. Decidí dejarlo así, porque de lo contrario los diálogos serían enormes y dificultarían un poco la lectura ;-; eso ;-;
Muchas gracias por leer
💖


— ¿Por qué? – logro pronunciar con mi voz sonando como un leve susurro. – ¿Por qué no me lo dijiste?

Soy incapaz de moverme de mi posición, porque las palabras se han quedado atoradas en mi garganta, porque no tengo idea de cómo debería reaccionar ante esta situación, porque la culpa empieza a carcomerme cuando me doy cuenta de los hechos, cuando me cuestiono a mí misma el por qué demonios no fui capaz de notar que Kim Seokjin fue la primera persona que me hizo sentir que el destino existía y que él mismo había hecho coincidir nuestro encuentro.

Con movimientos erráticos, deposita la taza de té entre sus manos en la primera superficie plana que encuentra antes de acercarse a mí, con ojos inquietos.

Lo enfoco pese a que hay lagrimas acumulándose en mis ojos, enfoco con claridad cómo Jin muerde su labio inferior con brusquedad, como su expresión empieza lentamente a transformarse en una similar a la mía.

— Lo siento – es lo que dice entonces, con voz quebrada – Lo siento, Theo.

En ese instante, vuelve morderse el labio con mayor brusquedad y, antes de que pueda darme cuenta de lo que estoy haciendo, mi mano se encuentra en su rostro y mi pulgar acaricia ligeramente su labio inferior algo magullado.

— Terminarás por lastimarte– murmuro con voz ahogada, producto del nudo de emociones que se ha instalado en mi garganta.

Seokjin parpadea lentamente, sorprendido, pero no transcurren ni siquiera un par de segundos hasta que él termina por posar su manos sobre la mía, la que se ha quedado sobre su mejilla y no tarda demasaiado en inspirar profundamente, como si hubiese estado conteniendo la respiración durante todo aquel tiempo.

Sus ojos lucen turbados mientras que yo solo intento darle sentido a todo lo que acaba de suceder.

Inspiro profundamente, apoyandome contra la pared sin dejar de observarlo, sin dejar de ver nuestras manos que se han quedado entrelazadas, sin dejar de observar cómo él parece tener una lucha consigo mismo y sin dejar de pensar en lo estúpida que fui por no haberlo notado antes.

— Te busqué, ¿sabes? – es lo que digo entonces y mi voz parece quebrarse – Cuando me di cuenta que había perdido el celular en el que habías dejado tu número, me asusté. Tenía miedo de haber perdido a la única persona que me hizo pensar en que, quizá, el destino existía – confieso – por esa misma razón te busqué en cuanto regresé a Corea, sin embargo, no fui capaz de verte, Jin... lo siento.

— No tienes por qué culparte, Theo – musita suavemente, en un tono de voz que pretende calmarme. – Yo jamás te dejé ver mi rostro, ¿recuerdas? – inquiere con calma – Nos conocimos durante uno de los momentos más difíciles de mi vida y de mi carrera. Estaba estresado, saturado y, además, estábamos por dar inicio a la gira mundial, lo cual ponía un poco más de peso sobre mis hombros, por lo que la idea de abandonarlo todo se hacía menos realizable con cada paso que daba.

Es entonces que el se aparta ligeramente solo tomar la carta de renuncia que, hasta hacía un par de segundos, había quedado olvidada en mi mano derecha.

— Había considerado esa idea por mucho tiempo – confiesa, mirando la carta con un cierto sentimiento de nostalgia – quise dejarlo todo a causa de una suma de elementos que me mantenían asustado, histérico y completamente deprimido, lo cual era bastante difícil de ocultarle a los muchachos – medio sonríe con nostalgia – hacía poco tiempo había terminado la universidad, seguía sin sentirme como un aporte real para el grupo y toda mi vida poco a poco comenzaba a irse de mis manos.

6:20  [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora