Tao había comenzado a ir más a menudo a la cafetería. Ya había probado todos los sabores de los Bubble tea y ese día solo deseaba entrar un rato y componer en la tranquilidad, pero adentro había siempre mucho jaleo por lo que dejó su guitarra descansar a un lado suyo se sentó en la terraza de la cafetería sacando sus partituras y revisando la última estrofa que había compuesto antes de huir de Sehun y Luhan que estaban haciendo de las suyas en la ducha.
Se alegraba de que gracias a Luhan Sehun hubiera dejado los antidepresivos como si se trataran de gominolas y que poco a poco estuviera dejando el tabaco, pero odiaba que utilizaran su preciada ducha como nidito de amor.
Sacó al guitarra de la funda y tocó las últimas notas de manera suave disfrutando del sonido de su vieja amiga.
Pero no se sentía inspirado por lo que comenzó a crear una versión acústica de la canción Bad Boy de un grupo que había sido lanzado recientemente al mercado de la música.
-Tocas muy bien.
Tao se giró y vio a su atractivo camarero mirándolo con una sonrisa y con una pequeña libreta en la mano.
-¿Qué sabor quieres esta vez? –le preguntó.
-Yo... gracias –murmuro avergonzado y entonces Kris soltó una risita haciendo que Tao reaccionara -¿Tenéis algún sabor nuevo?
Kris asintió y le numeró tres nuevos sabores que habían llegado esa mañana. Pero a Tao se le habían quitado las ganas de experimentar en cuanto vio esos preciosos labios que se movían sin parar.
-Creo que tomaré el de chocolate.
Kris alzó una ceja y sonrió antes de irse.
Tao se recostó un poco deslizando los dedos entre las cuerdas haciendo sonidos sin sentido hasta que de nuevo volvió a encenderse la lucecita dentro de su cabeza y empezó a escribir como un loco en la partitura. Ni siquiera se fijó cuando Kris volvió y dejó el Bubble tea sobre la mesa y se sentó a su lado. Estaba tan absorto que tampoco notó cuando le acarició la cabeza de panera despreocupada y las chicas de dentro de la cafetería comenzaron a burlarse del camarero porque no le hacía caso.
Finalmente resignado Kris entró al establecimiento de nuevo y fue cuando Tao notó que su deliciosa bebida estaba frente a él. Buscó al alto con la mirada pero no lo encontró por lo que dio el primer sorbo volviéndose a meter dentro de su mundo de la música.
Kyungsoo cargaba a la niña de un lado a otro de la casa hasta que logró dejarla dormida. Esa pequeña princesa lo estaba llevando de cabeza. El nunca había tenido hermanos y sentía como si esa niña fuera de verdad su hermanita. Aunque Kai decía que más bien era hija de ambos porque la madre de la niña solo estaba por las noches debido al trabajo y ellos se pasaban el día, si no con la niña, en la discográfica terminando los ensayos para el gran concierto por todo lo alto. Ya habían vendido todas la entradas y harían una aparición especial en un programa muy conocido en la tele entre los adolescentes por lo que llegarían así más rápido a las listas de más vendidos.
La verdad era que en lo poco que llevaba de manager con los chicos le habían pasado miles de cosas. Había conocido a un pervertido el cual lo exhibía delante de su familia, había vivido la enfermedad de Luhan. Había vivido la depresión de Sehun tras el suicidio de su madre, el nacimiento de la niña. El accidente de sus padres.
Su padre...
Había escuchado que quería verlo para hablar de la herencia, pero con el trabajo, la niña y lo más importante, sus hermanos, los cuales lo odiaban. Sus hermanos no querían ni verlo y él... él prefería no acercarse a esa familia a pesar de que quería mucho a su padre y a su mujer.
Comenzó a sonar el timbre de la puerta, y Kyungsoo con la niña en la espalda salió a recibir una noticia que no se esperaba para nada. En la puerta había dos policías. Kyungsoo los miró extrañados.
-¿En qué les puedo ayudar?
Los dos policías lo miraron y uno se aclaró la garganta.
-Buenos días joven, ¿es usted el señorito Kim Jongin?
-No –contestó –. Pero no tardará en llegar, ¿sucede algo agente?
-Tengo que darle un comunicado al chico, ¿podíamos esperar hasta que llegara?
-Claro, pasad por favor.
Kyungsoo acompañó con nerviosismo a los dos agentes, el segundo que entró acarició la mejilla de la niña, se veía muy joven, seguramente estaría de prácticas.
-¿Queréis un café, un té?
-No es necesario –dijo el mayor de ambos, se quitó su gorro y se sentó junto a su compañero y Kyungsoo frente a la pequeña mesa del salón.
-¿De verdad no desean nada? Estaba a punto de preparar la leche de la niña no me importa...
-No joven, siga con su quehacer por favor.
Kyungsoo se disculpó y se dirigió a la cocina para terminar de preparar la leche del bebé y volvió al salón. El joven policía sonrió con ternura y Kyungsoo le devolvió la sonrisa de forma tímida mientras le daba el biberón a la niña.
-¿Y usted es?
Kyungsoo alzó la mirada.
-¿Perdón?
-Usted, si no es Kim Jongin, ¿es un familiar cercano?
-¡Oh! Soy Do Kyungsoo, el manager de Kim Jongin.
Los dos policías se miraron entre ellos y luego al chico que acunaba a la niña.
-Si usted es Do Kyungsoo nos serán más fáciles las cosas.
-¿Sucede algo malo? –Kyungsoo alzó un poco la voz con preocupación -¿Ha hecho Jongin algo malo? ¿O alguno de mis chicos?
-No –el más joven de los dos le lanzó una mirada tranquilizadora -, él no ha hecho nada malo, pero es un tema delicado y es bueno que estén ambos presentes. Por el bien de la niña, no se altere.
Miré al bebé que se había dormido entre mis brazos.
Por favor Jongin ven pronto...
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Yoin
FanfictionCuando abrió los ojos, el joven pelirrojo se sentía mareado, ese cuarto no era el suyo, esas sabanas eran demasiado suaves para ser las suyas y ese cuerpo que había a su lado... con cada capitulo habrá un enlace con una canción para escuchar.