Canción 6 Winter sleep (Anna Tsuchiya & Olivia)

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  Luhan miró a ese chico que se había acercado a ellos, ese tal Kai, que se había metido entre G.D y Kyungsoo. No dejaba de atosigarlo y de hacerle preguntas a su nuevo amigo. Iba a acercarse y separarlos cuando vio a otros tres chicos acercándose y quedó de piedra.

  Entre ellos estaba él. ¡Maldita sea, no! ¿Cómo lo había encontrado?

  Agachó el rostro cuando sus miradas se cruzaron, pero él solo sonrió y se sentó justo en frente de él, sin dejar de mirarlo. Luhan se concentró en su bebida y en la conversación que tenía con Chen.

  Pero enseguida sintió como una pierna rozaba la suya. Miró al frente y vio como él lo miraba fijamente con su copa entre los labios. Su pierna siguió subiendo hasta que llegó al interior de sus muslos. Luhan se reacomodó en el asiento para alejarse un poco pero él acercó la silla para no perder contacto. Casi parecía que iba a atravesar la mesa solo para poder mantener el contacto.

  Entonces se levantó.

  -Voy al baño –le dijo a Chen.

  -De acuerdo, yo cuido de tu copa –respondió con una sonrisa pero entonces Luhan la cogió y se la llevó con él -¡Vamos Lu! –Escuchó que le decía –Te prometo que no me la beberé.

  Dentro de los baños la música era menos audible y sus oídos se lo agradecieron. Dejó el vaso sobre el lavabo y metió las manos bajo el grifo. Sentía una enorme presión en el cráneo, como si le estuvieran golpeando con un martillo.

  Se echó agua en la cara repetidas veces y cuando levantó el rostro para mirarse en el espejo, allí estaba él. Apoyado sobre una de las pintadas puertas de los WC y con los brazos cruzados contra el pecho. Se había decolorado el pelo, ahora era de un rubio casi platino, como el suyo. Vestía unos vaqueros desgastados y una camisa sin mangas color blanco que dejaba a la vista en su brazo derecho el dibujo de dos gaviotas y dos anclas de barco seguido de la frase "TROUBLE MAKER" repetida.

  Él se acercó, con la seguridad pintada en el rostro y los ojos encendidos bajo las gafas de pasta. Quedando a pocos centímetros apoyó las manos a manos lados de él, sobre el lavabo quedando detrás de él.

  Luhan se quedó paralizado sin poder apartar la mirada el espejo viendo como subía sus manos por sus delgados brazos hasta llegar a sus hombros, bajándole con agilidad la chaqueta hasta que le quedó a la altura de los codos. Metió el rostro en el surco de su cuello aspirando su esencia y cerró los ojos extasiado. Luhan abrió la boca y dejó escapar un suspiro cuando notó su lengua ascender hasta el lóbulo de su oreja, donde mordió cuidadosamente y metió la lengua excitándolo más.

  Lo empujó con el cuerpo y lo obligó a apoyarse sobre el lavabo, que pareció crujir bajo el peso de los dos. Luhan podía sentir su excitación en su trasero, como frotaba descaradamente su miembro contra su culo.

  -No –gimió intentando alejarse de él.

  -Sí –dijo el otro en su oído mientras lo sujetaba por las caderas.

  Luhan estaba totalmente hipnotizado con aquella imagen en el espejo. Era una imagen que había visto muchas veces y habría disfrutado de ella si no fuera porque aquello estaba mal. Muy mal.

  Luhan sintió como una de sus manos bajaba por su torso hasta que llegó a la parte delantera de su pantalón. Entonces logró reaccionar y lo apartó de él con un fuerte empujón.

  -¡No! Ya basta –dijo temblando –,esto está mal.

  Él lo miró con rabia en los ojos y lo acorraló de nuevo, pero esta vez quedaron de frente.

  -¿Por qué? –le dijo -¡¿Por qué está mal?! ¡Quiero saberlo!

  -No puede ser y ya está, no tiene más explicaciones...

  Luhan exclamó asustado cuando sintió un golpe sordo a su lado, le había dado un puñetazo a la pared.

  -Me abandonaste –le dijo –me abandonaste sin decirme el motivo y luego yo... Luhan ¿crees que me importa que estés enfermo? ¿Crees que me repugnas?

  Luhan abrió los ojos sorprendido.

  -Sí, lo sé, sé lo de tu enfermedad y sé que si no te dan el tratamiento podrías morir.

  -¡Lo ves! Por eso no podemos estar juntos –Luhan estaba casi al borde del llanto, no quería verlo, no quería que él sufriera –. Te odio –dijo para que se fuera –, no quiero estar a tu lado. Déjame en paz. ¡Vete!

  El otro lo miró sorprendido, Luhan solo agachó la mirada y dejó que se fuera. Se tapó los ojos y se escurrió por la pared.

  -Sehun –comenzó a sollozar –mi pequeño Sehun... te quiero tanto...

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