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¿Dónde estaría Milk ahora? ¿Qué habría sido de Milk en los últimos ocho años? ¿Se acordaría de él alguna vez y de lo que le había hecho? ¿O se habría olvidado hasta de su nombre? Esto último sería lo mas probable, pensó. Milk podría haber tenido cara de ángel, pero tenía el corazón de una prostituta, y las prostitutas no recordaban los nombres, el suyo estaría mezclado con todos los demás.

Su celular volvió a sonar. Sería otra zorra, Maron, pensó. No era el tipo de mujer que se diera por vencida fácilmente. ¿Qué hacía? ¿Atendía la llamada? ¿La ignoraba?

Miró a la extraña de cabello azabache de la calle, estaba dudosa, parecía no saber a donde ir. Él comprendía aquella sensación.

En realidad, hasta la extraña de la esquina hubiera tenido mas posibilidades de que atendiese su llamada.

No contestaría el celular, ninguna mujer valía la pena.

***

De pie en la cera, frente al imponente edificio de cristal del Banco Internacional Son. Milk intentaba convencerse de que estaba haciendo lo correcto yendo allí.

¿Tendría alguna posibilidad de que aquello saliera bien?
¿Estaría perdiendo el tiempo al ir allí a ver un hombre del que sabía, por experiencia, que no sentía ningún respeto por ella?

"Recuerda lo que dijo, recuerda lo que dijo", le advertía una voz en su cabeza "Date la vuelta, Milk, vete".

Pero marcharse era la opción mas fácil. Y las opciones fáciles nunca eran las suyas, o hacía aquello o se marchaba a casa y no le decía nada a Gohan, estaba entre la espada y la pared.

"Piensa en Gohan" se dijo firmemente, y se animó a andar hacia las puertas de metal plateado y cristal.

Al acercarse, vio su reflejo en el brillo de cristal. No le gustó, una mujer demasiado delgada, de cabello oscuro, con un moño en la cabeza y una gran palidez en la cara debido al estrés, sus ojos parecían demasiado grandes, su boca , vulnerable, sobre todo parecía demasiado frágil como para ir a ver a un arrogante como Goku Son. Podría pisarla sin darse cuenta siquiera, le advirtió su reflejo.

"Te hará lo que te hizo la última vez. Te helará con la mirada y te echará". Pero, no permitiría que lo hiciera otra vez.

Las puertas se abrieron y ella sintió un nudo en el estómago, un hermoso edificio tanto por el exterior como por el intetior, gente de traje gris o negro se movía con la confianza de aquellos que saben lo que estan haciendo.

Se había vestido para impresionar, para hacer que él se lo pensara dos veces antes que intentase echarla de nuevo, Milk Ox, vestida con vaqueros, jamás habría logrado eso, pero ahora la Milk Satan, vestida con un traje de diseño, tal vez lo hiciera.

Se adentró al ascensor. Luego pensó que solo podía estar en el último piso, porque a los poderosos ejecutivos les gustaba tener a sus inferiores debajo de ellos. Pensó Milk, mientras su corazón empezaba a acelerar su latidos, estaba nerviosa y un poco excitada por lo que iba hacer. Iba a enfrentarse a la verdad, una oscura y peligrosa verdad.

Las puertas del ascensor se abrió y sus rodillas comenzaron a aflojarse; salió y observó a una mujer de cabellos azabache como los de ella, estaba trabajando detrás del escritorio. Alzó la mirada al ver acercarse a Milk, se puso de pie y sonrió.

- ¿Señorita Satan? Encantada de conocerla - Sonrió cálidamente la mujer - Mi nombre es Mai - Extendió la mano para saludarla - Soy la secretaria del señor Son. Me temo que el señor está un poco atrasado esta mañana - Se disculpó - Y la información que envió su abogado ha llegado apenas hace cinco minutos. Por favor... - Indicó varios sillones de cuero - Pónganse cómoda voy a ver si el señor Son está disponible.

Mai se dirigió a una puerta enorme de madera. Se detuvo como si necesitase recomponerse antes de golpearla, la abrió y entró.

Milk pensó que, si su secretaria tenía que prepararse antes de ir a ver a su jefe...¿Qué le esperaría a ella? Él era un hombre que podría petrificar a cualquiera con una sola mirada. Un hombre que podría echar a una persona solo con una palabra "Vete".

Sintió un nudo en el estómago al recordarlo; durante seis semanas la había enamorado y la había seducido para enamorarse de él, le había pedido que se casara con él y le había prometido la luna, le habría dicho que nadie podría amarla como la amaba él... Luego la había llevado a la cama y le había robado su inocencia. Después, con la prueba de una escena muy preparada, le había dado la espalda con aquella palabra "Vete"

¿Realmente quería volver a pasar por aquella humillación?, se preguntó Milk. ¿Era una locura querer exponer a Gohan a lo mismo?
Empezó a pensar seriamente si darse la vuelta y cambiar de parecer.

La puerta de la oficina se abrió.

- ¿Señorita Satan? - Preguntó la secretaria.

Milk no podía moverse. Era horrible. Por un momento pensó que iba a desmayarse.

- ¿Señorita Satan...?

"Recuerda por qué estás haciendo esto" se dijo Milk. Tenía que pensar en Gohan. Él la quería y estaba sufriendo mucho en ese momento, sintiendo la vulnerabilidad de su propia vida, y mas aún, la de ella. Goku no sabía a qué le había dado la espalda hacia ocho años, se merecía la oportunidad de saber de la existencia de Gohan, y el niño se merecía la oportunidad de conocerlo.

- ¿Señorita Satan? El señor Son la recibirá ahora.

"Vete" resonó la orden de Goku en su cabeza. Debía soportar la posiblidad de volver a oírla, por Gohan.

- Sí, gracias - Murmuró.

Mai se quedó de pie, a un lado de la puerta, esperando que Milk entrase, la azabache dió un paso adelante y entró.

Frente al escritorio estaba Goku Son. Llevaba un traje negro y estaba mirando unos papeles que había encima del escritorio, los papeles que había enviado ella, reconoció Milk. Volvió a ponerse nerviosa ¿Se habría enterado ya? ¿Lo sabría ya?
Milk se quedó a lado de la puerta esperando a que él alzara la vista.

Goku pareció tardar en hacerlo deliberadamente, no estaba seguro de si había hecho bien en aceptar aquel encuentro con esa tal señora Satan, si bien la mujer había heredado la fortuna de los Satan, sus millones eran poca cosa para un banco inversor como aquel. Vegeta Ouji, el abogado de los Satan, lo había convencido para que aceptase aquella entrevista, él había aceptado como un favor a Vegeta, porque la mujer se había encaprichado en invertir en el banco, y mas a un, en entrevistarse con él. Debía ser muy manipuladora como para haber convencido a Vegeta.

No le gustaba ese tipo de mujer. Claro que era cierto que despreciaba a todas las mujeres.

- La señorita Satan está aquí, señor - Le informó Mai valientemente, puesto que sabía el malhumor que tenía su jefe.

Goku hizo un esfuerzo e intentó sonreír al levantar la cabeza. Lo que vio fue como un hachazo a su corazón. Por un momento se preguntó si no estaría viendo visiones, no podía creerlo, parecía que había invocado su presencia allí. En cualquier momento aparecía otras dos mujeres: Maron y su madre. Las tres brujas.

Cuando Goku alzó la cabeza, Milk sentía que no podía respirar, él no había cambiado, fue su primer pensamiento, seguía teniendo un porte de quien no muestra debilidad.

Mas temor tuvo al saber a lo que venía. Él la echaría de nuevo y Gohan sufriría su dolor...

Mentiras De Amor *Gochi* [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora