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Milk había agarrado el picaporte, y se quedó inmóvil como una estatua. Él no volvió a hablar, no se movió. Y mientras el silencio anterior había llenado la atmósfera de un sentimiento de fracaso, aquel silencio parecía gritar esperanza.

Ella estaba temblando. Goku lo vio. ¿Estaría a punto de llorar? Él sospechaba que sí. Del mismo modo que sospechaba que acababa de cometer el mayor error de su vida al detener su marcha. Pero su último comentario le había llegado a lo mas profundo. Le recordó a aquella ocasión, aquella vez en que se había arrepentido de no escucharla.

- Cuentame la historia de Roshi - La invitó.

Ella bajó la cabeza. Él extendió las manos encima del escritorio. Luego apretó los puños y miró la mano de Milk en el picaporte. Como él, ella no sabía si continuar con aquello.

El silencio se hizo tenso y el corazón de Goku empezó a latir aceleradamente. Cuando sonó su móvil, se alegró tanto que lo atendió sin pensar.

Era Maron nuevamente. Al fín Milk soltó el picaporte y caminó hacia el escritorio. Él la vio.

- Te amo, Goku - Se escuchó tras la línea - Maron le recordaba al azabache los momentos mas hermosos que habían vivido.

Pero él estaba recordando su relación con la pelinegra. La observó acercarse a él con aquel elegante traje, pero imaginó sus ajustados vaqueros y una simple camisa, se vio así mismo quitándole la ropa con manos llenas de deseo. Imaginó pechos hermosamente moldeados, con aureolas rosadas en sus pezones perfectos, aquellos que se ponían duros con caricias. Su respiración se entrecortó al recordar su vientre liso, su hermoso ombligo. La tímida Milk, la virginal Milk, con una boca suave y temblorosa por desearlo tanto... y aquellos ojos negros brillando de deseo y dispuestos a ofrecerle su mas preciado regalo. No le había dicho mas que mentiras en todo los demás, pero la entrega de su virginidad había sido el acto mas auténtico de su vida.

Era un premio que aún tenía cierto poder sobre él en aquel momento en el que ella estaba sentado allí, escuchando a una mujer implorarle su pasión, mientras la otra lo excitaba sin siquiera intentar seducirlo. Recordó una sola tarde transcurrida en un viejo colchón cuando las manos de Milk se habían aferrado a él y su cuerpo lo había aceptado con suaves gemidos que le habían robado el corazón.

- Sí - Había rogado Maron con aquella voz sensual.

Mientras él luchaba con su propia incomodidad por sus recuerdos, tenía la satisfacción de ver que Milk se ponía muy sonrojada. Ella sabía lo que él estaba pensando y era incapaz de mirarlo porque estaba sintiendo el efecto de esos recuerdos como él.
Si no dejaba de desnudarla con la mirada, ella cambiaría de parecer y se marcharía.

Una sonrisa coqueta torció su boca. Ella pensó que esa boca de Goku parecía fría y mezquina, pero resultaba irresistible.

La fémina suspiró, bajó la mirada y deseó que la expresión de Goku no le recordase el sexo. Un hombre, una tarde, una sola experiencia, y era capaz de recordarlo. Con una sola mirada era capaz de imaginarlo gloriosamente desnudo, su torso musculoso.

- ¿Quién lo llamaba para poder estar en silencio durante mucho tiempo? - Murmuró ella.

Tal vez Goku lo estuviera haciendo a propósito, quizás la llamada hubiera terminado y el estuviera disimulando a propósito para alargar la agonía sexual que tenía ella ¿ Sería tan calculador? Sí, obvio que él seria así.

Goku vio que se sonrojaba y recordó la primera vez que la había visto así...

En una casa de un amigo. Él era un invitado de fin de semana, y Milk era criada de allí. Le había servido la comida durante la cena, callada, tímida, y con un color rosado siempre en sus mejillas. Cada vez que se había inclinado sobre sus hombros para servirle, él había respirado su fragancia y había sentido el suave roce de su cabello en la mejilla. Había sido una sensación eléctrica, estremecedora. Dejó de respirar un momento al recordarlo... Milk había tocado dos veces sus hombros al servirle un plato y se había puesto sonrojada, y él, para disculparla frente a sus señores, había hecho una broma de lo grande que era.

- Es nueva, temporal - Le había explicado Launch, con un tono de voz autoritaria.

- Déjalo, Milk - Había hablado molesta, mientras la pelinegra intentaba limpiar salsa derramada en el mantel.

Su mano había estado temblando.

- No es fácil conseguir empleados con experiencia en estos tiempos. Milk está mas acostumbrada a dar de comer a los pollos que a los humanos - Había dicho la rubia.

Goku sonrió al recordarlo. Aunque tal vez fuera una mueca. Milk había alimentado sus fantasías aquel fin de semana. Había alimentado sus sentidos y su mente. Su fragancia lo perseguía por todos lados. Permanecía después de haber estado en su habitación ordenándola y haciendo la cama. Su mirada tímida parecía perseguirlo siempre que él tenía la desgracia de encontrarla sirviendo la comida. Si se encontraban en la escalera Milk se ponía colorada y se escurría. Si se rozaban los brazos o los hombros, ella saltaba como un gato asustado y no decía ni una sola palabra aunque el hubiera querido sacarle alguna... Solo asentía o negaba con la cabeza. No había conseguido nada mas de ella.

- Vamos, cariño. Perdóname. Y olvidémonos de esto. Yamcha no espera fidelidad de mi parte, y yo... - Goku cortó la comunicación molesto.

La azabache lo observó - No has hablado nada - Casi lo acusó la fémina

- No hacía falta las palabras - Respondió él y sonrió agriamente.

- En cuanto a Roshi... Creo que tendría que empezar con... - Dijo ella firmemente.

- El almuerzo - Completó él.

- ¿El almuerzo? - Preguntó la pelinegra, sorprendida.

- Creo que es mejor que tengamos esta conversación en otro sitio que no sea la oficina... En un lugar mas... adecuado - Sugirió.

- Pero tu tienes una cita con una persona que te está esperando afuera - Dudó Milk.

Su respuesta a eso fue descolgar el otro teléfono y canceló su cita - El problema está resuelto - Murmuró.

- Realmente, yo prefiero arreglar este asunto aquí mismo - Respondió ella, casi en ruego.

- Vamos - Él se puso de pie - Ahora intento mostrarte mi lado humano ofreciéndome al escucharte ¿Rechazas mi gesto?

Ella observó como rodeaba él la mesa de mármol. El comentario de su lado humano no se lo creía, ni tampoco el cambio de su actitud después de esa llamada telefónica.

Goku llegó junto a su silla, Milk sintió que se le erizaba el vello de la nuca. Él estaba esperando que se diera por vencida y se pusiera de pie. Pero sus ojos estaban a la altura de cierta parte de la anatomía de él, y lo que vio la envolvió en una ola de calor.

Aquello no tenía nada que ver con el almuerzo, ni con la demostración de su lado humano.. Tenía que ver con sexo.

- Deja de hacer eso, Goku - Habló nerviosamente.

- ¿Que deje de hacer qué? - Sonrió.

- Eso - La pelinegra se puso de pie y dio un paso atrás. Se topó con la silla; el escritorio bloqueaba su salida - Déjame pasar - Insistió.

- Por supuesto - El de cabellos alborotados dio un paso atras para dejarle espacio.

Nerviosa, Milk se deslizó entre el escritorio y el pelinegro. Este la sujetó por la cintura para que no se cayese. Era la primera vez que la tocaba en ocho años y su tacto pareció dar vida a sus sentidos y la hizo respirar profundamente.

Él se rió sensualmente - ¿Segura que te quieres marchar?

La de ojos negros alzó la mirada para ver su cara. Entreabrió sus labios y emitió un gemido tembloroso.

Goku bajó su cabeza y la besó...

Mentiras De Amor *Gochi* [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora