Mentiras De Amor *Gochi* [Completa]

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Lo único que había conseguido había sido un matrimonio lleno de amargura y resentimiento, una esposa que jamás sería una esposa de verdad excepto si él aceptaba la verdad y se olvidaba del pasado.

Milk limpió la mancha de champagne en la alfombra con una servilleta, había un silencio espeso y ella lo sentía él se estaba debatiendo interiormente, Goku podía elegir en creerle o no creerle y ella no podía darle una prueba mágica para que le creyera.

- Ellos sabían a que hora ibas a recogerme aquella noche - Siguió la pelinegra - Cuando llegaste la escena ya estaba preparada tan perfectamente que yo no tuve la oportunidad de desmentir nada cuando finalmente te vi tú ya te estabas marchando, luego me... - Ella se interrumpió y recordando la siguiente escena en su mente - Cuando volví a la granja mi tío y Lapis tuvieron una pelea y escuché que nos habían tendido una trampa, Lapis admitió su parte antes de que yo me fuera de allí, se sentía culpable.

- ¿Y adónde te fuiste? - Preguntó él.

- A casa de unos amigos en FryPan - Respondió ella - Conseguí un trabajo allí en una fábrica pero me despidieron por mi embarazo así que viaje a Paoz para intentar localizarte nuevamente...

- Black me dijo que intentaste ponerte en contacto conmigo y yo estaba en la capital oeste y le pedí a él que se contactara contigo pero tú no dejaste ningún número para localizarte, él intentó encontrarte pero no lo logró.

La ojinegros miró a Goku decepcionada eso quería decir que su hermano ni siquiera le había hablado de ella.

- Él solo me dijo que estabas viviendo con otro hombre.

Ella no pudo articular una sola palabra al oír aquello había demasiada amargura para agregar la historia de su hermano.

- ¿Qué sucedió con Lapis? - Preguntó él.

- Se fue de casa también, se marchó al norte, no supe nada más de él hasta que murió su padrastro, tienes tres niños hermosos y una esposa encantadora que lo adora, Lapis trabaja con su suegro en una granja, podría haberse sentido satisfecho en su vida ordeñando vaca para ganarse la vida de no haber sido por una epidemia que ha afectado gravemente en su ganado.

- ¿Entonces ha recorrido a ti por ayuda?

- Ayuda económica - Asintió ella - Quiere dedicarse al cultivo ecológico pero lleva mucho tiempo limpiar el terreno de pesticidas mientras tanto tiene que seguir viviendo hasta que consigan sacar beneficios así que sigue con el ganado quiere especializarse así que yo he invertido medio millón de yenes en su proyecto.

- Sin esperar a que te devuelvan el dinero porque aún te importa él - Agregó el pelinegro.

- Por supuesto que me importa - Gritó ella - Lapis se disculpó por lo que nos hizo ¿Qué sentido tiene guardar rencor? Es el único pariente que me queda además de Gohan.

- Pero no tienes lazos de sangre con él.

- ¿Qué importa eso? ¿Le darías la espalda a tu cuñada si ella te pidiera ayuda, aún teniendo un padre y un hermanastro? - No, no se la daría pensó Milk al ver como fruncía el ceño.

- No hemos alejado del tema - Dijo Goku.

- Yo he terminado con el tema tú creíste lo que vieron tus ojos y no crees en mis palabras, he dado luz a tu hijo y con la ayuda de Roshi lo crié pensé que no había peligro en presentártelo lo hice y terminé - Observó la habitación - Casada con un hombre que no puede mirarme a los ojos sin pensar que soy una zorra.

- Yo no pienso que eres una zorra.

- Veneno entonces.

El dejó escapar un suspiro - Estaba molesto cuando dije eso.

- Yo también pero ¿Sabes una cosa? - Alzó la mirada hacia él - Yo creía que te importaba hasta el momento en que me pusiste la alianza pensé que muy en el fondo debajo de la roca a la que tú llamarías corazón yo te importaba lo suficiente como para querer que este matrimonio funcionara pero ahora... - Ella se dio la vuelta - Creo que ambos cometimos un terrible error.

El pelinegro no protestó.

- ¿Dónde está el baño? - Preguntó ella.

El ojinegros abrió una puerta que ella no había visto al otro extremo de la habitación y ella pasó por su lado sin mirarlo.

El baño era muy elegante había una enorme bañera con una ducha de bronce y una cortina con destellos dorados, la pelinegra fue hacia el lavabo de pronto sintió las manos de Goku rodeándole su pequeña cintura ella se puso rígida y él abrió el grifo y el agua cayó sobre sus manos.

"Vete" hubiera querido decirle ella pero no pudo, el pelinegro empezó a lavarle las manos. Era injusto que él la excitase de aquel modo después de lo que se habían dicho.

- Los errores más terribles pueden rectificarse, tú lo comprobaste cuando llegaste a decirme lo de mi hijo. Si yo cometí un terrible error hace ocho años sería justo que me dieras la oportunidad de enmendarlo.

Eran palabras razonables que prometían algo distinto, pensó ella.

- Puedo lavarme las manos solas.

- Pero si lo hago yo, sabes que es más que la simple tarea de lavar las manos.

¡¡Por Dios!! Él tenía razón.

La ojinegros cerró los ojos e intentó controlar un suspiro de placer pero como siempre aquel hombre le hacia perder el control ya sea con rabia, odio o con sensualidad.

Su boca encontró el lóbulo de la oreja y lo besó mientras sus manos acariciaban la palma de sus manos con un pulgar moviéndolo en círculos. Estaba perdida, gimió y se dio la vuelta para besarlo al parecer ahogarían sus problemas en el calor de un beso.

El teléfono empezó a sonar en algún sitio pero nadie contestó ¿Habría alguien más en la casa? Se preguntó la pelinegra.

No dejó de sonar, con un suspiro de frustración el pelinegro dejó de besarla y fue a contestar, caminó hasta el estudio donde estaba el teléfono más cercano. No conocía demasiado aquella casa la habría comprado el día anterior, había querido un lugar especial para el tiempo que durara la reconstrucción de la casa y cuando la había visto le había parecido que Milk y su hijo encajaban perfectamente en ella, el dormitorio le había parecido ideal para llevar a una novia la noche de bodas aunque se habían adelantado a ese momento.

Descolgó el teléfono - Espero que sea algo importante, Krilin.

La llamada del calvo le hizo jurar que parecía otro hombre. La azabache estaba esperándolo cuando entró a la habitación por un momento pensó en olvidarse de todo y disfrutar de aquella hermosa mujer pero luego lo golpeó la realidad.

- Vístete, debemos marcharnos inmediatamente.