Capitulo 5

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Taylor no supo cuando paso; No noto como la relación entre él y su hermano se desvanecía de poco en poco, para el simplemente un día Jeimy desapareció. Era extraño verlo en casa, usualmente se iba solo al colegio sin importarle que Taylor fuera al mismo instituto, no lo veía en la escuela y cuando llegaba a casa solo había dos opciones: La primera, era que Jeimy había llegado antes y se encerraba en su habitación hasta la mañana siguiente, o la segunda que constaba en el volviendo por la noche.

Apenas y tenía tiempo para hablar con su hermano, estaba ocupado con el equipo de futbol de la escuela, estudiando para su examen a la universidad y además de eso sus amigos apenas y lo dejaban estar en casa en el fin de semana, a veces aprovechaba esas salidas y obligaba a Jeimy a ir con él y con algunas chicas ya fueran amigas o interesadas en Taylor, por que, siendo sinceros, Taylor era sumamente apuesto. A sus diecisiete años poseía un buen cuerpo debido al futbol, muchas se enamoraban de su sonrisa y de su personalidad chispeante y divertida, Taylor se aprovechaba de esto cuando les decía a las chicas si es que podía llevar a su hermano con él, y bueno... Ellas creyendo que Jeimy debía ser como Taylor aceptaban encantadas.

Pero vaya sorpresa que se llevaban.

No era que Jeimy fuera grosero, simplemente se veía que no disfrutaba de estar a fuera y que tampoco disfrutaba de la compañía de las personas a su alrededor. Ciertamente se portaba amable pero se mantenía en un constante silencio que no hacía más que incomodar a los presentes y en la más mínima oportunidad Jeimy desaparecía y no volvía a verlo hasta llegar a casa. Por más que Taylor quisiera incorporar a Jeimy a su vida este se negaba.

Ese día en específico Taylor estaba por irse al colegio, fue cuando vio bajar a Jeimy por la escalera corriendo, llevaba puesta una camiseta blanca simple, unos jeans negros y un suerte largo del mismo color de los Jeans, se acercó la cocina y sacando un vaso de la alacena y lo lleno de jugo de naranja que bebió de un solo sorbo.

-Vas a ahogarte- Dijo Taylor con preocupación. Jeimy quito el vaso ahora vacío de sus labios y lo puso en la mesa.

-No lo hice- Respondió sereno.

Taylor analizo a su hermano, viendo como tomaba una manzana. Su madre no había dicho nada, simplemente Jeimy y ella no conversaban mucho, desde que Roxanne había pagado un psicólogo para Jeimy este solo pareció alejarse aún más.

-Tranquilo Jimy, puedo llevarte a la escuela en el auto- Sugirió para que su hermano se tomara con calma el desayuno.

-Paso

-Hablo enserio, así no tendrías que caminar hasta allá.- Vio como Jeimy lo miraba con aquellos potentes ojos verdes mientras enarcaba una ceja.

-No gracias, no tengo interés en ir contigo- Mordió la manzana y después salió corriendo de la cocina.

Taylor se levantó de la mesa y lo persiguió sin importar que su madre le gritara desde la cocina. Aun así, Jeimy abrió la puerta principal y la azoto tras de sí. Taylor podría haberlo perseguido, pero no tenía su mochila ni las llaves de su auto. Suspiro cansado y sin más volvió a la cocina.

-Te eh dicho que me molesta que corran en la casa... Ya no son unos niños- Dijo Roxanne quien ahora estaba sentada bebiendo una taza de café.

-Lo siento mama...- Volvió a sentarse, no le gustaba lo que había sucedido con ellos.

Al irse a la escuela, un pensamiento invadió su mente llenándolo de una extraña melancolía.

Esa había sido la conversación más larga que había tenido con Jeimy en todo el mes.

º

K_Kiran

JeimyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora