Los cabellos negros caían por el rostro de la mujer sin cuidado alguno; Permanecía con la vista gacha, enfocando a la mesa de la cocina, la taza de té humeante— Que había preparado con la selección de hierbas de su hijo menor—No había sido tocada en todo el tiempo que llevaba ahí sentada. Escuchaba con cierto horror el tic tac del reloj, lo que menos quería era que las manecillas indicaran la temida hora, la hora en la que sabía la paz y el silencio que había en su hogar se iría al caño y que no volvería hasta que la noche volviera a reclamar su lugar en el cielo. No se sentía con la fuerza como para volver a empezar la batalla campal que antes llamaba vida.
Quizá, en medio del silencio y la penumbra, el tiempo fluyo demasiado rápido y para cuando escucho el horrible sonido de una música lenta y acompañada de molesta estática, supo que ya era demasiado tarde. Escucho el abrir y cerrar de una puerta y posteriormente los sonidos gorgojeantes y húmedos que provenían de su padre. Los deseos de golpearse hasta la inconciencia eran enormes y las repetidas maldiciones hacia su hermana ya no la satisfacían como las primeras veces.
No se sentía con la capacidad para no dar a notar su hastió, estaba tan sumamente harta de esa maldita música, de la voz grasienta y aguda de su padre, de tan solo tener que verlo. Llevo sus manos para sujetar su rostro.
-¿Ya vamos a desayunar?- Roxanne tuvo que reprimir un gemido de dolor al escuchar tan cerca de ella a su padre; Llevaba el mismo conjunto de ropa que el día anterior, lo cual la hizo arrugar el entre cejo.-¿Dónde están los muchachos?
-Se fueron temprano al colegio- Dijo con una voz monótona.
-¿Temprano? ¿Cómo que temprano? ¡Ahora mismo es temprano! ¿Estudian en la noche?-Exclamo sorprendido, haciendo ademanes exagerados como usualmente; Roxanne suspiro.
-Son las doce, papa- Índico como si de un gran hallazgo se tratase.
-¿Y qué? ¿Qué no sabes que tengo mucho que hacer y tengo que levantarme más temprano? ¡El día no me alcanza, Roxanne!
-Pues tal y como dijiste, deberías de levantarte temprano-Reprocho, el hombre se quedó callado y Roxanne sintió la tremenda necesidad de golpear a su padre en la cabeza. – Solo siéntate, en un segundo te sirvo- Hablo finalmente totalmente derrotada. No importaba cuanto detestara a Charles, muy para su lamento, ese hombre era su padre y solo por ello le debía un mínimo de respeto.
A este paso se terminaría dando un tiro.
Había muchas cosas que Taylor no entendía del todo; A veces las actitudes de las personas lo sorprendían de sobre manera...Él se consideraba alguien predecible, no se sentía como un chico fuera de lo ordinario, le gustaba el término "Confiable" y ciertamente, a veces tenía la mala costumbre de pensar que todos eran exactamente iguales; Olvidaba que la palabra "extraordinario" existía por una razón; Y era en esos momentos en los que recordaba que todas las personas son diferentes entre sí y sus acciones no siempre deben de seguir un patrón o un ciclo.
ESTÁS LEYENDO
Jeimy
Teen FictionLas madres tienen un sexto sentido, ellas pueden decir si sus hijos mienten, sufren o disfrutan. Nadie duda de las capacidades de una madre. Roxanne siente que su hijo no esta bien, algo dentro de ella le grita que su hijo es peligroso... Esta asust...