Las madres tienen un sexto sentido, ellas pueden decir si sus hijos mienten, sufren o disfrutan. Nadie duda de las capacidades de una madre.
Roxanne siente que su hijo no esta bien, algo dentro de ella le grita que su hijo es peligroso... Esta asust...
Skyler cada que podía asistía a los entrenamientos de Taylor por el equipo de futbol, le gustaba apoyar a su amigo y ese día tenía bastante tiempo libre como para ir a la cancha que estaba detrás del colegio. Se sentó en las gradas cuidando que su falda de holanes blancos no enseñara más de lo que debía y se dispuso a ver a su rubio favorito correr de un lado a otro persiguiendo una pelota.
Si, iba por que era una gran amiga y buscaba apoyar a Taylor incondicionalmente.
Y bueno, tal vez había otra razón. Con sus ojos miel comenzó a buscar entre la parte más baja de las gradas, oculto tras ellas a cierto chico de cabello negro que la tenía vuelta loca.
No importaba el día que fuera, no importaba la hora, si Taylor estaba entrenando en la cancha Jeimy estaba también ahí, oculto para que nadie lo viera. Pero Skyler lo había descubierto hacía ya unos meses, le parecía lindo que Jeimy fuera a ver a su hermano, seguramente preocupado porque su hermano no se hiciera daño. Lo diviso a lo lejos, esta vez se acercaría y hablaría con él. Había algo en el aura misteriosa de Jeimy que simplemente la hacía suspirar, además de que el extraño sentido del humor que el menor de los Allen poseía se le hacía sumamente gracioso y caótico.
Acomodo sus rizos castaños y coloco un poco de brillo labial en sus labios, dándoles un tono rosado bastante tenue y comenzó su descenso; Jeimy estaba detrás de las gradas sentado en el pasto con un cuaderno y un lápiz. Con cuidado descendió los escalones, pavoneando su cuerpo de manera sensual y lenta; Cuidaba que el tacón de sus zapatos no resonara ni alertara al chico; Solo debía acercarse lo suficiente. Estaba lista para conquistar a Jeimy.
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Jeimy miraba atento a su hermano, estaba tan acostumbrado a verlo de lejos que simplemente el tenerlo frente a él lo hacía sentirse incómodo.
Sus ojos verdes miraban como el rubio corría de un lado a otro, sonriendo y bromeando con los otros miembros del equipo. Jeimy no quería admitirlo pero al ver eso algo dentro de él se removía.
Burbujeaba.
Taylor tropezó y calló de cara al suelo. Esto le dio un deja Vuh al menor el cual comenzó a reírse ante la mueca de dolor de su hermano.
-¿Jeimy?- El mencionado se detuvo en ipso facto y miro tras de él topándose con una chica de voluptuosa figura y rostro cincelado. Podía ahuyentarla si quería, pero algo le dijo que no lo hiciera; Con molestia curvo sus labios en una sonrisa y relajo la mirada lo más que pudo para así no verse tan a la defensiva.
- ¿Si?- Pregunto con la voz relajada y cantarina.
-Soy Skyler- Dijo; Jeimy Arqueo una ceja, eso no le interesaba.
Ah, la chica del cumpleaños; Pensó Jeimy rápidamente. A pesar de que estaba molesto por que lo había interrumpido en medio de su momento feliz del día pensó que tal vez era una buena oportunidad para comenzar. No pudo evitar enseñar sus dientes; El destino parecía estar de su parte por vez primera.
