Jeimy

Capitulo 18

La mañana era calurosa, el viento fresco, las aves cantaban y Taylor no podía estar de mejor humor. Había esperado pacientemente para la fiesta de Skyler y finalmente había llegado el día; Había estado tan centrado en su propia emoción que no noto como Jeimy miraba aterrorizado el calendario y la inminente llegada de semejante evento. Desde que amaneció se dedicó a ducharse y preparar su ropa, se arregló el ondulado cabello y perfumo su cuerpo al igual que sus ropas. Las cosas saldrían de maravilla, no tenía duda de ello.

Pero su buen humor se esfumo al ver que su hermano no parecía dar señales de vida. No se levantó temprano como usualmente hacía, tampoco preparo el desayuno y aunque Roxanne fue a golpear la puerta del menor este pareció no haber escuchado, bueno, suponiendo que aún se encontrase en su habitación; Bien pudo haber escapado por la noche mientras todo el mundo dormía, o quizá podría haber salido por la ventana antes del mediodía, fuese como fuese Jeimy no parecía estar interesado en salir de su habitación. Con decir que Lucille había llamado el jueves por la tarde preguntando si es que Jeimy estaba bien de salud puesto que no había estado yendo a trabajar.

Ya eran las seis de la tarde y el sol comenzaba a ocultarse. El azul celeste que pintaba el cielo al igual que las esponjosas nubes comenzaban a desaparecer dando paso al manto oscuro que cubría el lugar al anochecer, las primeras estrellas de la noche comenzaban a aparecer penosamente cuidando no ser muy llamativas, como si temiesen que el Sol las viera y volvierá a su lugar con tal de opacarlas y que estas al dejar de brillar agonizarían rogando por volver a brillar... A respirar.

-¿A qué hora dijiste que se irían?- pregunto Roxanne mirando la televisión sin mucho interés; Taylor que estaba sentado en los últimos escalones de la escalera, miraba con el mismo aburrimiento.

-A las siete- Menciono con las manos recargadas en las mejillas de su rostro, deformándolo cómicamente. Roxanne hizo un sonidito gutural, como pensando en que responder a su hijo.- A las ocho debemos de estar en casa de Skyler pero...

-Dudo mucho que vaya a ir contigo- Menciono con la voz cantarina, intentando no sonar alegre, ocultar su tranquilidad. Ella no quería que Jeimy saliera a solas con Taylor. Si los golpes y maltratos por parte de Jeimy sucedían aun con ella cerca... ¿Qué pasaría cuando estuviesen solos? ¿Qué sería capaz de hacer ese muchacho con su retoño precioso? Ahora que el menor no parecía dar señales de vida su presión estaba normal, aquel nudo en su estómago había desaparecido y podía relajarse. Solo debía ignorar el rostro lleno de tristeza de su hijo mayor- Ve el lado positivo Taylor.

-Sí, sí. No tendré que llevar el gas pimienta- Suspiro pesadamente y se levantó de la escalera, caminado hacia su madre mientras sacaba el pequeño atomizador lleno de gas pimienta de su bolsillo trasero- Toma- La mujer mordió su labio inferior, aunque Jeimy no fuese con él, no sabía si era la mejor opción el deshacerse del gas. Lo miro unos minutos como analizando la situación hasta que finalmente lo tomo.

-Espero no pienses que exagero cariño- Taylor negó tranquilamente mientras sacudía la cabeza.

-No, no lo creo así mama- Yo lo sé Pensó.

-Eres un gran chico Taylor- Menciono ella mientras volvía la vista a la televisión. Taylor asintió con una media sonrisa. ¿Lo soy?

A pesar de aquello, no podía dejar de sentir un ápice de esperanza, si algo sabia era que Jeimy cumplía sus promesas. Su padre, Joe, les había inculcado que la palabra de un hombre era lo más importante y Jeimy no solo había escuchado, sino que también lo había aprendido. Y por más que su madre se jactara diciendo cosas horribles de Jeimy él sabía que hasta cierto punto Jeimy era un hombre de fiar o bueno, dependía mucho de la situación. Jeimy no mentía, decía verdades a medias, no negaba las cosas pero tampoco las aceptaba.