Capitulo 23

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Para cuando abrió los ojos un sentimiento de temor invadió automáticamente su mente. Intento moverse de la cama pero sintió un peso sobre su brazo lo cual le impedía ejecutar la acción. Los ojos verdes miraron a su lado y apenas identificaron la figura dio un gran suspiro, liberando una bocanada de aire que no se había dado cuenta que había contenido.

Para su suerte, Jeimy seguía ahí. Le daba la espalda pero parecía abrazarse así mismo, era una imagen totalmente desconocida. El menor estaba quieto, demasiado quieto; Intento mover su brazo derecho pero apenas sus dedos se removieron bajo el peso del cuerpo convaleciente de su hermano un horrible hormigueo invadió toda la extensión de su extremidad. No sabía en qué momento pudo terminar así, Jeimy estaba en la esquina contraria a él, había apenas un destacable hueco entre ellos el cual atribuyo a su intranquilidad corporal al dormir.

Con cuidado deslizo su brazo por debajo del costado de Jeimy, el movimiento era lento, pausado. Lo que menos quería era comenzar una pelea con el menor, así que de la manera más pacifica que se le ocurrió, logro liberarse; Casi suelta un grito de victoria, pero logro contenerse a tiempo. Bajo de la cama con cuidado, sin apartar la mirada de la espalda de Jeimy la cual era apenas cubierta por una playera holgada de tirantes de color gris.

De un momento a otro se sintió extrañamente intranquilo.

Su hermano estaba inmóvil, demasiado quieto. Alarmado, rodeo la cama para poder ver a su hermano; Taylor sabía que tendía a ser paranoico, pensaba siempre lo peor y entraba en pánico muy rápido, pero ni siquiera tuvo tiempo de recordarse eso así mismo pues cuando lo noto ya estaba hincado al otro lado del colchón, mirando con atención a su hermano. Tenía los labios levemente abiertos y de la comisura derecha había un rastro de saliva seca, el cabello negro estaba enmarañado y pegado a su frente y la manta que Taylor le había colocado anoche estaba graciosamente enrollada en la extensión del cuerpo del menor.

¡Ja! ¿Qué diría el perfecto Jeimy al verse de esa manera?; Pensó Taylor con cierta gracia mientras deseaba tener una polaroid con todo su ser.

Detuvo sus pensamientos y deseo tirarse por la ventana. ¡Cómo podía pensar en eso cuando su hermano estaba posiblemente muerto! Respiro profundamente y armándose de valor toco a Jeimy en la frente con su dedo índice: No hubo respuesta. El alma le cayó al piso. ¡No! ¡Eso no podía estar pasando! Volvió a respirar y repitió la acción: Nada.

¡Jeimy está muerto!; Gritaba su mente una y otra vez.

Con los ojos abiertos y llenos de pánico se decidió en zarandear un poco a Jeimy. Espero cualquier reacción mientras lo movía y cuando estuvo a punto de gritar lo escucho: Fue apenas un gemido en protesta, frunció el rostro compungido e intento girarse en medio de su sueño.

Taylor suspiro aliviado.

En verdad lo había asustado, pero ahora se sentía un poco más tranquilo y hasta cierto punto se alegró. Pudo disfrutar de aquel recuerdo agradable en el que había pasado la noche con su hermano así como no lo hacían hacia tantos años. Quizá no era tiempo para alegrarse, ciertamente había muchas cosas que quería preguntar pero, a pesar de que Jeimy se veía bastante mejor, aun no parecía en condiciones y el rubio haría todo menos forzar a Jeimy estando mal de salud.

¿Por qué la puerta del baño de su hermano estaba cerrada con llave? No tenía sentido.

¿Por qué había caído tan enfermo? ¿Y si Jeimy enveneno su propia comida a propósito?

¡Por Dios Taylor! ¡Ya basta!; Se regañó. Necesitaba despejar su mente aunque fuera un poco, en cualquier momento podía volver a entrar en pánico por causa de su particular e imaginativa cabeza.

JeimyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora