Narra: Suga.
Desperté bastante tarde, suelo ser letárgico pero ésta vez sí que me pasé, cuando vi el celular y la hora casi que no me caigo de la cama 12:37 de la tarde, después vi la notificación, que alegría de la vida 14 de febrero, al fin un día para tener sexo sin tener que poner explicaciones...
Claro, cómo si hubiese explicaciones antes, me levanté de la cama y ahora debía pensar en una buena manera de empezar ésto sin hacer lo típico de un abrazo y un beso a Mori Shita, con mi teléfono en mano me fui al baño a lavarme la cara que en verdad parecía de uno de esos zombies de The Walking Dead pero multiplicado por ochocientos mil, apenas entré casi no me dormí recostado contra la puerta, una vez me lavé la cara me quedé otro rato en el baño mientras me cepillaba los dientes pensando en algo.
Hasta que al fin me convencí de que estaba más seco que un desierto, salí del baño estando ya más consciente de estar despierto, luego escuché las voces y risas de los demás cada vez más cerca conforme me acercaba, apenas bajé iba a saludar y me di cuenta de algo, ignorando completamente el hecho de que estaban almorzando, había despertado ronco...
¿Lo peor de todo?
Que mi voz funciona a la inversa o eso parece, así que parecía un Aegyo mal hecho, suspiré mientras rodeé la mirada, Jin me invitó a sentar y no tenía de otra, me senté en la esquina de la mesa, después Jin me sirvió la comida.
- Gracias. -Dije con mi maldita voz ronca.
Seguí mientras intentaba ignorar el hecho de que estaba ronco y que me molestaba la existencia de mi garganta en éste momento, cuando terminamos de comer lavamos los platos, en éste momento no sabía si estaba ignorando a Cheourle o si simplemente estaba estresado, se acercó a mi y me abrazó, sin embargo yo solamente le devolví el abrazo y me fui, si, totalmente seco, entré en mi habitación y me tumbé en la cama.
No sabía que carajos o por qué estaba ignorando. Hasta que volví a recordar esas malditas palabras, me perseguían cada momento de 'paz' que tenía, con mi mano eché mi cabello para atrás y pude volver a escuchar los gritos de aquel día.
¡Todo es tu culpa! Ese maldito condón se rompió y ahora... Debemos lidiar con un maldito fracaso, ¡Una deshonra para la familia! Ni siquiera sé si mereces el ser mi hijo, grandísima escoria... Eres un maldito fracaso, deshonra, ¡ERES UN ERROR! ¡¡No debías haber nacido!! ¿Y ahora cómo nos pagas después de tanto? ¡¿Crees que es vida?! PUES TE EQUIVOCAS, vas a terminar como indigente. NO PIENSO MANTENER FRACASADOS EN ÉSTA CASA.
Ese día me rompí, no solamente por dentro, emocionalmente no podía confiar en nadie, me recorría la mente, ni pensando en lo mejor del mundo podría curar ese hueco en mi corazón, alejé mi vista de todo volteando hasta quedar de espaldas y de frente a las almohadas, solamente podía encontrar consuelo en la oscuridad, una vieja amiga con la que no temo al hablar o al derramar lágrimas agrias sobre ella, algo que queda entre una cruda soledad y yo, algo en lo que confío desde aquel día.
Hoy sería otro de esos días, en los que me desquitaría con la oscuridad, con una soledad que no puedo superar ni con las mejores personas del mundo, otro de esos días, en los que dejaría afuera lágrimas que no debería derramar por personas así, y bueno, pasó, cada lágrima que salía no se detenía en su camino, ya no me importaba el resto del mundo a éste punto que empezaba a llorar, solamente quería dejar de pensar en aquel día, no escuchaba nada afuera, solamente mi llanto, en un momento siento una mano sobre mi cabello, mi respiración estaba entrecortada.
- ¿Qué pasa, Oppa? -Preguntó una dulce voz.
No hice caso, no podía detenerme una vez empezaba a llorar, a ella pareció no importarle, se sentó junto a mi, yo seguía en mi soledad espiritual mientras que ella intentaba consolarme, con lo que no contaba era con otras 6 voces que escuché, allí fue cuando decidí levantar la mirada, con la cara roja y llena de lágrimas, pude ver a los demás parados junto a la puerta, con cosas en las manos, yo estaba abrazando la almohada, aún con mi cara de dolor y vergüenza ellos conservaban sus sonrisas, esas sonrisas que me alegraban el día, sobretodo la de Mori Shita, me sequé algunas lágrimas con ayuda de Mori Shita.
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Buena Obsesión 2 || COMPLETA
RomanceAtando los cabos sueltos de la relación entre Cheourle y Suga, mientras que luchan por mantenerlas siendo estrellas de K-Pop, nacidos en Corea, con pasados difíciles pero unidos para aprender a amar. ¿Qué sucederá? ¿Cuanto más pasará hasta que Suga...