Capítulo 3

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Entré al loby con apuro, una nevada me había tomado por sorpresa a la mitad del camino y había hecho que mi ropa se empapara. Me acerqué al escritorio en busca de mi tarjeta, pero Brandon no estaba ahí. 

-¿Saraline? - pregunté a una de las guardias. 

-¿Sí, Cher? 

-¿Sabes en dónde se ha metido Brandon? Necesito mi tarjeta. 

-¡Oh! Creo que ha ido al quinto piso. Hay un nuevo huésped que necesitaba ayuda con sus cosas. 

-¿Y crees que llegue pronto?

-No lo sé. Pero yo no contaría con eso, el nuevo muchacho traía muchas cajas. Creo que Brandon estará un buen rato allá arriba. 

Suspiré y le agradecí por la información. Presioné el botón "5" del ascensor y éste me llevó con rapidez hasta él. Una anciana entró después de mí y las puertas se cerraron. Miré el pasillo, nadie merodeaba por ahí. Volví a suspirar y maldije en voz baja. Si Brandon no me daba mi tarjeta no podría entrar al departamento. 

-¡A la izquierda, a la izquierda! - escuché detrás de una de las puertas. La marca decía, claramente; "257" El departamento contiguo al mío. -¿Qué es lo que estás haciendo? 

-Creo que es muy grande para esta pared, señor. Deberá buscar otro espejo o...

-¡Brandon! - exclamé. Golpeé la puerta al escuchar su voz. - ¡Brandon! ¡Necesito mi tarjeta ahora! 

-¿Otro espejo? ¡Claro que no! Este me lo ha regalado un amigo muy cercano, no puedo dejarlo tirado entre la mierda. 

-¡Brandon, soy Cher! - volví a golpear. -¡Mi tarjeta, Brandon!

La puerta se abrió de golpe. 

-¿Qué rayos qu...? Chica del elevador - sonrió con frescura. Era el mismo joven que me había encontrado en la mañana. - ¿Me recuerdas? El chico punk que decidió bajar hasta el loby para no dejarte pasar más tiempo en el infierno. ¿No? 

-¿Brandon está aquí? -indagé. Sin tomarme la molestia por reconocer sus palabras. 

-¿Hablas del idiota que dice ser recepcionista? Sí, él está aquí. No sabe ni colocar un espejo el muy imbecil. ¡Alguien te busca en la puerta, amigo! - gritó desde la puerta. 

Su mirada encontró la mía y sonrió nuevamente. ¿Acaso no se cansaba de sonreír todo el tiempo? 

-¿Sí?

-Una amiga ha venido a verte... 

-Cher. 

-Mi tarjeta. La necesito para entrar. 

-¡Lo he olvidado por completo! Disculpa, es que he estado muy atareado y yo, yo, bueno, yo... no ha sido un buen día. Mi asistente se ha ausentado hoy y he tenido que hacer todo el trabajo solo. Lo siento, lo siento. 

-Hey, - lo animé. -descuida. No tienes que entrar en pánico, no conmigo, te considero un amigo. Nada de formalidades, no es necesario puntualidad todo el tiempo .¿No lo crees? 

Respiró, aliviado. 

-Señor, - desvió su atisbo al joven, quien lo observaba con incredulidad. - ¿Podría terminar de colocar su espejo en otro momento? La señorita requiere su...

-Ya, ya, ya - lo interrumpió e hizo un gesto para que pudiese irse. 

Brandon me sonrió nervioso y se perdió en las escaleras. A este paso tardaría más de lo esperado en almorzar. 

-¿Y bien? 

-¿Y bien qué? - pregunté. 

-¿No vas a preguntar qué es lo que hago aquí o, aunque sea, mi nombre? 

Oscura felicidad [Harry Styles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora