La misteriosa muchacha decidió terminar con la llamada antes de que pudiera preguntarle su nombre o decir algo más. Miré el teléfono con descontento y escuché una vocecilla adormilada llamarme desde la habitación.
-Creí que seguirías durmiendo.
-Extraño a papá – le tembló el labio y la abracé para que no comenzara a llorar.
-¿Por qué mejor no intentas dormir un poco más? Es temprano. Yo estaré aquí por si necesitas algo: sólo llámame.
Asintió en medio de un bostezo y la ayudé a cubrirse con las sábanas. Se trataba de un mal sueño. Cerré la puerta otra vez e intenté no hacer mayor escándalo para que la pequeña pudiese retornar al descanso. Sin embargo, aquella dudosa llamada que recibió el teléfono de Harry me había dejado hundida en un océano de preguntas sin respuestas, y eso no me agradaba. De hecho, la ira se hizo presente en mí al suponer miles y miles de ideas descabelladas sobre la verdadera identidad de tan discreta joven que se dignaba a llamarlo a esa hora.
Esperé frente a su puerta de brazos cruzados, hasta que un manojo de cabellos ondulados se dignó a aparecer entre la oscuridad del interior. Pareció sorprendido, pero comprendió de inmediato la razón de mi visita al verme su teléfono en la mano.
-Gracias
Quiso quitármelo de las manos; me negué. Lo que pareció confundirlo.
-¿Qué ocurre?
-Mejor dicho: ¿Qué es lo que te ocurre a ti?
Mi pregunta lo tomó por sorpresa.
-¿Qué?
-Sólo quiero que me digas la verdad. Es lo mejor que puedes hacer.
-Cher… - soltó con cansancio.
-Esta vez no, Harry. Yo... yo simplemente quiero intentarlo, pero al parecer quien no quiere hacer sólo eres tú.
-¿De qué estás hablando?
Su desentendimiento sólo hizo que mi enojo aumentara.
-Sólo… déjalo
Le arrojé su teléfono y me fui. Intenté cerrar la puerta, pero Harry se interpuso y me empujó dentro de mi apartamento.
-¡Sal, no quiero que vuelvas aquí!
-Cher…
-Sólo sabes mentir, creí que esta vez decías la verdad. Te he creído todo, he creído cada maldita palabra que me dijiste.
-¿Qué es lo que estás diciendo? – me zarandeó por los hombros. Ahora Harry era quien se veía enfurecido. Le dije que me dejara, pero no lo hizo.
-No cambiarás jamás… Las personas tienen razón; nunca dejarás de ser mierda. Sólo dices mierda, tu vida es una mierda. ¡Tú eres mierda! – me tembló el cuerpo. No quería llorar – Me siento sucia ¿Sabes? Me siento la peor persona del mundo al arriesgar todo lo que tengo por una persona como tú.
-No te entiendo… Cher, ¿Por qué me dices estas cosas? ¿Qué es lo que te ocurre?
-¿Por qué mejor no revisas tu teléfono y me lo dices tú mismo?
Sin dejar la duda de lado, me dejó libre e hizo lo que le pedí. No tardó mucho en darse cuenta, no tardó en conocer la razón de mi enojo. De inmediato conectó una mirada nula sobre la mía, lo que comprendí como silencio cobarde. Quiso tomarme la mano, mas yo retrocedí algunos pasos y le dije que no volviera a tocarme.
-Oh… no – fue lo único que dijo.
-No te culpo, después de todo: ¿Qué es lo que puedes hacer cuando crees que el amor es basura? ¿Qué es lo que se puede esperar de alguien a quien no le gusta ser “controlado”? ¿Qué es lo que se puede esperar de alguien como tú? ¡No vales nada, no eres capaz de tener una vida, porque cuando la tienes enfrente lo único que haces es arrojarla a la basura!
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Oscura felicidad [Harry Styles]
Fiksi Penggemar"El infierno puede ser divertido si estás con el demonio correcto" Dice la famosa frase. Y así era; Cher tenía un demonio. Un demonio con nombre y apellido.