Oscura felicidad [Harry Styles]

Capítulo 28

Cher/Punto de vista/

Zayn y yo comíamos en un café junto a las demás personas que nos acompañaban en el tour. Zayn traía gafas oscuras para cubrir sus ojeras, mientras que yo traía kilos de maquillaje encima para no se me notasen. Bostecé por enésima vez y continué comiendo patatas fritas.

El sol comenzaba a bajar, a brillar por última vez en el día. Aquello me pareció triste, porque sabía que mañana a las nueve tendríamos que estar en el aeropuerto para regresar. Zayn empujó su plato al verse satisfecho, decidí mirarlo y reírme de su deplorable estado.

-No es gracioso, tengo una fuerte resaca y siento que todo me da vueltas.

-Al parecer alguien decidió no seguir su consejo, ¿Verdad?

-Ya cállate…

-Suerte que bebí mucho café antes de dormir y tomé pastillas para la cabeza, eso ayudó un poco.

-Recuérdame jamás regresar a ese estúpido lugar repleto de personas extrañas.

-Fue divertido, a mí me gustó.

El recorrido terminó en “El Palacio de Versalles”, la estructura logró cautivarnos a ambos. Y por supuesto que también tomamos fotografías. Las demás personas del grupo se encargaban de admirar las estatuas de piedra que se encontraban a metros del lugar, mientras que Zayn y yo nos encaminábamos hasta las escalinatas. La noche hacía de ese lugar una perfecta obra de arte visual. Los reflectores ya yacían encendidos para un mejor disfrute, y las puertas abiertas para nosotros.

Luego, el regreso se vio colmado de silencio por parte de las demás personas.

-¿Oye, no quieres ver la torre por última vez? – preguntó Zayn.

-Supongo que sí, ¿Por qué?

Me sonrió antes de encaminarse hacia la cabina del conductor. Luego me indicó que tomara mis cosas, porque el autobús nos dejaría cerca de la torre. Y así fue, bajamos en la acera contraria al mirador de tan espectacular monumento. Le agradecimos al hombre por su gesto y cruzamos hacia las luces que la iluminaban.

Decidimos apartarnos un poco de la muchedumbre que se encargaba de tomar fotos, y sentarnos justo en frente de la misma, para observarla con tranquilidad, bajo la luz de la luna.

-Es muy hermosa… - dije- Extrañaré esto. Aún no puedo creer que haya venido aquí, mucho menos que me encuentro sentaba a metros de la gran Torre Eiffel. Y todo te lo debo a ti… Gracias.

Miré a Zayn, quien ya se había quitado las gafas.

-Te lo mereces. No tienes que agradecer nada.

-Sí, en realidad tengo mucho que agradecerte. – seguí mirándolo. – Tal vez tú seas la única persona que puede comprenderme bien. Haces mucho por mí, sin tener que hacerlo. Y… y yo siento si a veces me comportó como una gran perra contigo y me niego a hablarte o a hacerte caso, aun sabiendo que estás bien y yo mal. Pero, nunca te has ido…

-Y nunca me iré. Eres un gran problema, pero sé que a veces tus problemas no son berrinches, son problemas reales, y quizás eso sea lo que me hace comprenderte mejor. Además, ¿Qué sería de mi vida sin un poco de emoción? Podríamos hacer una telenovela con tu vida, una muy dramática.

-Y puedo asegurar que lideraría la lista de la más dramática – me reí.

El brazo de Zayn pasó por mis hombros y lo escuché reír también. Entonces desvié la mirada de la iluminada torre y la clavé en él. Me mordí el labio y quité de mi mente cualquier pensamiento estúpido que podía tener sobre él en aquel momento.