Oscura felicidad [Harry Styles]

Capítulo 27

Hola! Soy yo LoveandPeace234, ayer terminé mis exámenes. Así que me encuentro libre para poder publicar por mi cuenta. Agradezco mucho a mi amiga, espero que los capítulos hayan sido buenos para ustedes. 

COMENTEN, VOTEN Y DIFUNDAN. hagan a una personas feliz :) Os Amo! 

Narrador externo

Beau entró a la oficina de Marcus con malas noticias, las cuales sabía que no serían de su agrado. Se encontró a su jefe, bebiendo una pequeña medida de vodka y tembloroso, accedió a repetir su nombre. El rechinido de su asiento giratorio le llenó los oídos y cerró un momento los ojos.

-¿Sí?

-Marcus, ¿Cómo se encuentra esta tarde?

-¿Has conseguido lo que pedí? – preguntó ignorando cualquier otro tema sin interés.

Beau sintió un nudo en la garganta, las palabras estaban ahí, pero no salían. Marcus le ofreció un poco de vodka en otro vaso, Beau lo tomó con miedo y luego lo depositó vacío frente a él.

-¿Y bien?

-Fuimos a su apartamento, pero todo se encontraba vacío. No había ni una pizca de vida en ese lugar. No como la última vez en la me enviaste en busca de su dinero y aquella chica idiota se me atravesó en el camino…

-Eso quiere decir que no lo encontraron, ¿Verdad?

-No, jefe. Preguntamos en recepción por Harry, pero dijeron que se mudó hace dos días…

-¡¿Mudarse?! – Marcus lanzó su vaso contra la pared con gran enojo. Beau retrocedió unos cuantos pasos y abrió los ojos, expectante. - ¿Cómo que ha decidido mudarse? ¿A qué lugar? ¿Cuándo? ¿Cómo?

-No lo sé… Jared y yo sólo recibimos esa información. El hombre de recepción dijo que Harry no dijo nada antes de irse, que fue una decisión precipitada. Yo lo siento, jefe, pero…

-¿Pero qué? ¡He dicho que lo mantuvieran vigilado! El infeliz de Harry es un necio cuando quiere, pero también puede ser muy habilidoso para escapar. Sabe que la deuda debe ser cancelada en cuarenta y ocho horas… ¡Maldito infeliz, bastardo odioso!

Tomó su teléfono entre las manos y marcó el número de Harry, para asegurarse de que la línea se encontraba desconectada o que, por supuesto, se negaría a contestar tal llamado. Estrelló el aparato contra su lugar anterior y desesperó en maldiciones.

-Marcus, disculpe. No recibimos…

Entonces buscó la pistola que resguardaba en su cinturón y jaló el gatillo dos veces contra Beau. Los guardias se alertaron rápidamente, y al entrar, se encontraron con el cuerpo del joven en agonía.

-Llévenselo de aquí, no lo sé. Arrójenlo en el basural. Ese maldito no hizo más que estropearlo todo.

Asintieron y sujetaron el ensangrentado cuerpo entre los dos tipos y se lo llevaron lejos.

-Y que alguien venga a limpiar este desastre – admiró la sangre en su suelo, e hizo una mueca de desagrado. –Espera… – detuvo a Jacob. – dame tu teléfono.

-Pero…

-¡Que me des tu maldito teléfono!

Le entregó su celular y se marchó sin más. Marcus recordó el número de su contacto especial, aquel muchacho al que le debía su lugar. Marcó el número y esperó…

-¿Diga? – respondió desde el otro lado de la línea.

-¡Muchacho!

-Marcus…