Oscura felicidad [Harry Styles]

Capítulo 35

Parte I

Narrador externo:

A Zayn comenzó  a vibrarle el bolsillo izquierdo; su teléfono. Vio en la pantalla el nombre Harry, por lo cual contestó rápidamente.

-¿Las has visto? –dijo antes de que Harry pudiera decir palabra. -¡Cher estaba ahí! Harry, debemos hacer algo. ¿En dónde estás? No te veo por ningún lado…

-Ven al baño de hombres y te lo explicaré todo. Trata de no llamar la atención.

La llamada se terminó y Zayn frunció el ceño ante las instrucciones tan vacías y absurdas. Sin embargo, se negó al servicio de otro trago y se acomodó las solapas de su chaqueta para encaminarse hacia la zona de los baños. Desde su distancia podía verlos, se encontraban iluminados por una lámpara azulina que pendía del  techo. Miró en todas las direcciones posibles y empujó la puerta.

Rápidamente, un Harry nervioso lo sujetó del brazo y cerró la puerta principal con seguro.

-¿Qué es todo esto? – preguntó, al notar el dinero falso desparramado por la mesada de mármol y las pistolas de Harry en manos. –Vas a… Oh No. Dime que no harás una locura, por favor.

-Sólo un cambio de planes.

-¿Por qué? ¡Dijiste que compraríamos a Cher!

-¡Cher no está en venta! ¿De acuerdo? Uno de los tipos de aquí me dijo que está reservada. Que alguien ya la compró y que me es imposible comprarla.

El rostro de Zayn se encogió en desconcierto. Lanzó un golpe al bote de basura de su lado, por lo que Harry tuvo que contenerlo.

-¡Malditos! ¡Son unos hijos de puta! – estalló en enojo. -¿Qué pueden sacar de ella? ¡Sólo es una joven inocente!

-Lo sé. No es justo ni para ella ni para nadie. Y por eso necesitaré que pongas lo mejor de ti Desde este segundo, comienza lo que intenté evitar.

-¿Ah así? – se rió irónicamente y clavó sus ojos miel en los verdosos de Harry. - ¿Entonces qué queda por hacer ahora? ¿Me dirás que te entrometerás entre esta… cueva de ratas y la sacarás de ahí así como así? Lo siento. Pero creo que te ganarás unas cuantas balas en el trasero.

-No estoy pidiendo tu permiso para morir. Sólo quiero decirte lo que tendrás que hacer.

Harry se dedico a ordenar el baño para que nadie sospechara de lo que ambos planeaban. Zayn observó sus pasos con incertidumbre, temeroso de lo que vendría. Porque sabía que no sería nada bueno.

-¿Tienes la pistola que te di?

La desmontó de su tobillo y se la mostró. Harry asintió y quitó el seguro de la puerta.

-¡Espera! ¿Qué haces?

-Tendré que entrometerme tras bambalinas. Le eché un vistazo al pasillo contiguo. Hay una puerta de emergencia, y a su lado, otra más grande. Supongo que aquella debe ser la que me conduzca a los camerinos o algo así. Deséame suerte.

-Detente un minuto – se aferró al brazo de Harry. - ¿Y qué pasará conmigo? ¿Qué harás tú luego de encontrarla? ¡Dime algo!

-Tú te sentarás en tu mesa y mantendrás la calma. Lo único que necesito de ti es que te mantengas al tanto de tu teléfono. Te llamaré en cuanto descubra algo. Lo que sea, te aseguro que lo sabrás primeramente. Pero recuerda, nadie debe saber que estás detrás de esto. Y si algo llegase a salir mal, si escuchas disparos o si deciden evacuar el club; quiero que te vayas. No luches ni intentes jugar al héroe aquí, porque a ellos no les importará alzar una pistola sobre tu frente. ¿De acuerdo?