Capítulo 33: Enferma

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(MARATÓN 2/3)

La semana de escuela comenzó bien, pero el miércoles me enfermé, así que tuve que permanecer en casa. Era día de tutoría y yo estaba molesta porque quería ir, pero mi padre me ordenó que me quedara en casa. Podía escaparme después de que fuera a trabajar, pero supongo que él siempre lo averiguaría, él tiene ojos por todas partes, al menos eso es lo que me dice.

Pasé el día enviando masajes de texto a Liz que no se impresionó de mi ausencia ya que tuvo que sentarse con sus compañeros de clase y no conmigo en el almuerzo. Ella me dijo que vio a Jazmín mirar por encima de nuestra mesa y frunció el ceño cuando ella no me vió allí, algo que me hizo reír un poco.

Me quedé en la cama todo el día viendo películas, sintiendo lástima por mí misma cuando de repente recibí un mensaje de mi novia. Dios! Se siente tan bien decir eso!

-¿Dónde estás?- Ops, ¿estaba enojada porque no le avise de mi ausencia?

-Estoy enferma :("-

-"Awwwwww mi pobre bebé, qué tienes? Xx- mi corazón se agitó cuando leí 'mi pobre bebé'... mi pobre bebé. No pude evitar sonreír.

-Tu pobre bebé tiene gripe gracias a un niño mocoso que tuvo que cuidar la noche del lunes :( xx-

Odio a los niños. Nada bueno viene de mí al estar cerca de ellos.

-Awww... te extraño... asegúrate de mantenerte en calor y toma un poco de sopa! XX-

Y con eso me mató!... no me gusta comparar.... pero ella y Daniel? Wow, era tan diferente.

Cada vez que estaba enferma, Daniel nunca me envió un texto... y sólo se reía. Mientras que Jazmín es linda y lo siente por mí... y... caramba!! Esa mujer es sólo la perfección.

-Me gustas mucho- no sé por qué le envié ese mensaje, pero es lo que estaba en mi mente. Recibí un mensaje un minuto después.

-Y tú a mí, demasiado. Estoy deseando que llegue la noche del sábado, ¿está en pie todavía? Xx-

Sonreí y asentí inconscientemente. Continuamos los mensajes de texto hasta que me dijo que tenía que conducir devuelta a casa, así que tenía que irse. Suspiré y le escribí que manejara con cuidado. Dejé mi teléfono a un lado de mi cama y me acurruqué bajo mis mantas, pronto me quedé dormida.

Me desperté por unos golpes en la puerta principal, así que adormilada me levanté y me dirigí al primer piso sin tener en cuenta mi actual aspecto que era horrible. Llegué a la puerta y abrí, me sorprendí al ver a Jazmín allí. Ella entró y cerró la puerta, traía algo de comida que había comprado y se dirigió a la cocina sin decir una sola palabra.

-"Um, hola?"- dije.

-"Hola bebé, ¿cómo te sientes?"- preguntó mientras trataba mi cocina como si fuera la de ella, buscaba platos y cubiertos en los cajones. Ver eso me hizo sonreír, era como si fuera nuestra propia casa.

-"Estoy bien, ¿qué te trae por aquí?"-

-"Bueno..."- ella comenzó a sacar cosas de su bolso y agarró un recipiente -"Me acordé cuando dijiste que tu papá estaba en el trabajo y a pesar de que te dije que hicieras un poco de sopa sabía que no lo harías. ¿Has comido algo?"-

Negué y ella hizo lo mismo, pero con incredulidad.

-"Uff, tienes que cuidar de ti Florencia. Si no, ¿a quién más voy a mirar en la clase?"- ella se rió entre dientes.

-"Bien, bien"- sonrió -"pero me parece que dijiste que no vendrías por estos alrededores.."-

-"...Si tu papá está en el trabajo hasta tarde este noche, entonces supongo que está bien estar aquí, pero sólo puedo permanecer por un tiempo, así que voy a hacer esto y luego me voy"- sonrió.

Ella continuó sirviendo un plato de comida, era un poco de sopa y otros ingredientes que ayudaban a la salud. ¡Es tan dulce! Fui detrás de ella y la abracé con fuerza, transmitiendo todo mi agradecimiento a través de mi acción. Ella sonrió y continuó trabajando hasta que puso un plato humeante de sopa delante de mí, con el resto de las guarniciones.

Ansiosamente lo comí, mientras ella sonreía y me frotaba la espalda, luego desapareció al cuarto de baño. Cuando regresó tenía dos pastillas, ibuprofeno, probablemente y me hizo tomarlas con mi comida. Después de que había terminado, me dio un gran abrazo, me metió en la cama, me dio un beso sonoro en los labios y se fue...

Sólo a partir de ese corto tiempo que estuvo conmigo, me di cuenta...
Que yo lo sabía....

Estaba profundamente enamorada de ella.

Mi maestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora