Capítulo 46: Resaca

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[MARATÓN 2/5]

"Urghhhh" gemí cuando la luz golpeó mis ojos dolorosamente y mi cabeza palpitaba de dolor. Nunca. Beber. De nuevo. Entrecerré los ojos para disminuir el brillo, pero todavía no podía ver. Empecé a dormitar de nuevo, pero entonces recordé, la escuela!

Salté de la cama sólo para hacer una pausa a la sensación en mi estómago, sostuve mi mano sobre mi boca y corrí al baño donde dejé escapar una parte del alcohol asqueroso que había ingerido mi cuerpo la noche anterior. Miré a mí alrededor y estaba en mi casa.

Me quejé y Agarré mi pobre estómago.

-"Ugh Dios Flor"- Liz se retorció cuando entró y se arrodilló a mi lado. Tomó el cabello de mi cara, manteniéndolo alejado de la caída de agua que venía de mi boca. Me puse a llorar y de inmediato sentí el brazo de Liz en mi espalda.- "Shhh, no pasa nada. Deshazte de todo eso y luego conseguiremos algunos analgésicos ¿de acuerdo?"-

Asentí débilmente y continué sintiendo la quemadura en mi garganta.

-"¿Cuánto has bebido?"- Liz preguntó incrédula mientras frotaba círculos suaves en mi espalda.

-"Lo suficiente como para olvidar por un rato" - le respondí sin pensar

-"Eso suena como el infierno y cuando me dijiste que no podías ir dos días sin una copa, Florencia, no vuelvas a entrar en este estado de nuevo, ¿me oyes?" Liz advirtió.

Me atraganté y ella me ayudo de nuevo, lo que me permitió expulsar más allá de mis tripas en la taza del inodoro.

-"Hablé con ella ayer por la noche y yo le dije lo que necesitaba oír."- Liz dijo, haciéndome romper la cabeza para mirarla de frente, sólo para que tuviera ganas de vomitar debido al movimiento repentino y severo.

-"¿Qué has dicho",- susurré, demasiado débil para siquiera hablar correctamente.

-"Sólo vamos, termina aquí y luego te metes en la cama ¿de acuerdo?"-Liz cambió de tema, no quería ser la persona que le diría a Florencia que Jazmín se sintió muy mal por lo que había hecho, Jazmín debía hacerlo ella misma.

Florencia asintió y se quedó en el inodoro durante veinte minutos para asegurarse de que no necesitaba vomitar de nuevo. Satisfecha, Liz ayudó a Florencia a ponerse de pie y la llevó de regreso a su cama, donde Florencia se quedó dormida casi al instante. Por suerte ellas no tendrían que ir a la escuela hoy, ya que era un día de inserción, nadie tenía que ir, incluida Jazmín.

Liz sacó su teléfono.

-"Hey, tengo que salir, así que puedes venir a la casa para cuidar de Florencia? Su padre tiene un turno largo, así que estás segura, estaciona el coche más arriba en la carretera"-

-"Por supuesto, no va ser mucho tiempo."-

-"Muy bien, Ah... y espero que tengas tus disculpas lista."-

-"La tengo"-

-"Bueno, bueno, nos vemos aquí entonces, adiós",- dijo Liz antes de colgar.

Liz no necesitaba salir, pero las dos amantes necesitaban un tiempo para solucionar el problema. Liz salió de puntillas de la habitación de Florencia y trajo una cubeta, colocándolo en el suelo junto a Florencia por si tenía ganas de vomitar, ella no tendría que recorrer un gran camino hacia el baño y menos en su estado debilitado.

-"Entra"- dijo Liz cuando abrió la puerta a Jazmín que se veía tan mal como Florencia.

Jazmín entró con unas flores en la mano y se puso de pie torpemente en la puerta mientras Liz tomaba las flores y las llevaba a la cocina para colocarlas en agua.

Mi maestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora