Capítulo 51: Mi diario

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Ya era hora de regresar a la escuela de nuevo, urgh. La única razón por la que iba era por Jaz. Al final del día ya estaba agotada pero todavía con muchas ganas de ver a mi novia en la clase.

Jaz entró en la habitación, su cabello pelirrojo ondulado y largo fluía cada vez que daba un paso, como una Diosa. Una Diosa que demostró ser. Lucía increíble con una falda de jean azul y una camisa celeste, los botones de su camisa eran demasiado altos para mi gusto pero estaba hermosa. Como siempre!!

(Foto de como iba vestida Jazmín)

Ambas nos miramos y era como si el mundo se paralizara

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Ambas nos miramos y era como si el mundo se paralizara. Me era imposible no sonreír al ver a esa mujer. Ella siempre se las arreglaba para hacerme sonrojar sin siquiera intentarlo, me encantaba su capacidad de hacer eso, me hacía sentir como si cada mirada fuera la primera.

Me dedique a trabajar, pero era imposible resistir algunas miraditas a Jaz y, cada vez que ella me miraba yo dejaba escapar una risita tonta......

Mi teléfono sonó. Miré a Jaz y ella solo levantó las cejas, así que lo tomé y leí el texto pero no era de ella.

-Sabes que me diste tu diario para mantenerte a salvo?..... No está...- Era un texto de Liz.

Yo le había dado a guardar mi diario lleno de recuerdos con Jazmín tan sólo unos días después de la Navidad. Tenía miedo de que por casualidad o accidente mi padre se topara con él.

- Por favor, dime que estás bromeando- Le dije asustada.

-No estoy bromeando Flor, estaba limpiando mis cajones hoy y el diario no está. Voy a dejar esta sala patas arriba hasta que lo encuentre. No te preocupes, debe estar por aquí.-

Ella tenía razón tal vez se había caído en la parte trasera del cajón o debajo de ella o algo así. Negué y empecé a deducir, el diario estaba en su habitación, ella mantenía la puerta cerrada con llave y sus padres no eran gente entrometida así que no tenía sentido que el diario desapareciera.

Cuando la clase se dispersó al final de la lección, Jaz sonrió y sacó la silla junto a su escritorio para que yo me sentara. Tan pronto como lo hice, puso su mano en mi muslo y empezó a hacerme cosquillas burlonamente mientras yo trataba de hacer mi trabajo. Ella encontraba divertido torturarme de esa manera.

Al final no pude aguantar más y la besé, quería hacer el amor con ella allí mismo, pero eso no iba a pasar. Al menos aquí........Entonces..... algo terrible sucedió.

Escuchamos pasos y nos separamos inmediatamente... miré a la puerta donde un petulante Daniel apareció y entró.

-"Bien hecho nena "- sonrió mientras me miraba

-"Daniel? De qué estás hablando?"- Le pregunté confundida, él no nos había visto, yo estaba segura de ello. -"Y ¿qué estás haciendo aquí? Ya pasaron las horas de clase"-

Mi maestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora