(2DA MARATÓN 1/2)
(escenas fuertes :3)Bebimos un poco, no lo suficiente como para emborracharnos, pero nos dio el empujón que necesitábamos. Probablemente se preguntan ¿De qué estoy hablando? Bueno... aquí estamos, junto a la puerta del dormitorio de Jazmín. Estábamos contra la pared, frente a frente y nuestras miradas llenas de pasión.
Me incliné, con ganas de arrancarle los labios pero al mismo tiempo vacilante, nuestras miradas chocaron y me congele al instante. No había necesidad de palabras, solo nuestros ojos, que lo expresan todo.
Cerré la distancia entre nosotras y... nos besamos. Al principio nuestro contacto fue suave, pero el beso se profundizó y nuestras lenguas bailaban con fuerza, el calor se extendió por todo mi cuerpo, mientras que Jaz empuñaba contra mí y nuestros pechos se tocaban a través de nuestra ropa.Abrió la puerta con rapidez y me condujo al interior hasta que choque con algo y caí de espaldas con ella cayéndose encima... Sí, era su cama, lo supe cuando abrí los ojos y me posicioné mejor.
Sus manos fueron a dar debajo de mi camisa, levantándola. Frotó sus manos en mi piel desnuda y pegué un grito ahogado ante sus toques. Mi pecho subía y bajaba mientras la miraba, tenía los ojos llenos de deseo y lujuria. Sus uñas raspaban a través de mi piel, cerré los ojos y apreté los dientes de la necesidad que sentía.
Agarré el dobladillo de su camisa y la tiré rápidamente, ahora las dos estábamos con nuestros pantalones de pijama y sujetadores.
-"¿Estás segura?"- murmuró en mis labios, Dios me gustaría que dejara de preguntar eso.
-"Sí"- susurré. Inmediatamente se subió encima de mí, haciendo que sus pechos presionaran con los míos. Mientras yo recorría cada parte de su bien tonificado cuerpo, estaba fascinada por la forma suave de su piel, exploré todo y me detuve en sus redondas nalgas.
Gimió, así que continué, subí mis manos tirando de sus caderas para que pudiera sentir su centro contra el mío. Nuestro beso se había profundizado aún más y ahora estaba casi sin aliento, me aparté un poco y su mirada vidriosa y llena de deseo me llevó al límite.
Cada centímetro de mi cuerpo me gritaba que la tomara, pero yo tenía que respetar si ella quería alejarse en determinado momento, pero por suerte, no parecía ser así...
Le di la vuelta, así que ahora yo estaba en la parte superior, nuestros ojos se encontraron. Los suyos, verde esmeralda que la hacían lucir tan increíblemente hermosa, tan atractiva. Me incliné hacia su rostro, mis labios apenas rozando su lóbulo de la oreja.
-"¿Puedo hacerte el amor?"- susurré y noté que su cuerpo tembló en el momento que esas palabras salieron de mi boca. Tomé el lóbulo entre mis dientes en broma, a la espera de su respuesta. Cuando lo dejé pasar, me eché hacia atrás y vi su visto bueno, esa fue toda la confirmación que necesitaba.
Mis labios colocaban besos pequeños, haciendo camino desde su cuello hasta que llegué a su escote. La miré y ella asistió otra vez más, dándome el permiso para desabrocharle el sujetador, por la parte delantera. Al llegar ahí, mis manos temblaban, por fin iba a poder demostrarle lo mucho que me importaba y lo mucho que la amaba.
Contuve la respiración y luego desabroché el sujetador, sus pechos ahora estaban libres de su prisión. Está bien, yo usualmente no sabía acerca de tipos de pechos de una chica, pero... los de... Jazmín eran perfectos. No eran grandes, pero estaban perfectamente adaptados a su tamaño corporal, si fueran algo más grandes seguro se vería extraño y fuera de lugar. Sus pezones estaban tan lindos y eran rosaditos. Di una mirada rápida a Jazmín y me hizo estar segura se que podría ir más allá.
Coloqué besitos alrededor de todo su pecho, evitando deliberadamente sus pezones, haciendo que se excitara mucho más. Cuando pensé que ya había tenido suficiente tortura, mi lengua bailó hacia las puntas sensibles. Pensé que iba a explotar por la forma en que gimió, no quería hacerla sufrir más, así que tomé un pezón en mi boca, estaba duro y delicioso. Empecé a chuparlo, mordisquearlo, saborearlo mientras disfrutaba de sus reacciones.
Los ruidos que hacía sólo alimentaron mi deseo de comerla entera y añadieron una gran humedad en mis bragas. Sus gemidos eran alcohol que iban directamente a mi cabeza y me embriagaba totalmente de ella.
Sentía mi cabeza mareada, pero controlada al mismo tiempo. Todavía no tenía suficiente de ella, mis manos se movían por la. suavidad de su estómago mientras mis labios besaron y comieron cada pulgada de sus pechos.Sonreí cuando sentí sus manos en mi cabeza, enrollando y apretando los dedos en mi cabello. Una vez que terminé con sus pechos, me incliné para mirarla, respiraba con un poco de dificultad, así que llevé mis uñas por todo su abdomen hasta que llegaron a sus pantalones de pijama, la oí jadear y aguantar la respiración antes de mirarme con incertidumbre.
Me recosté para susurrarle al oído -"Las dos nos preocupamos por los demás... escucha a tu mente y a tu cuerpo"- le susurré con voz ronca -"Ellos sabrán cuando estés lista... Estás lista?"- me aseguré de repetir exactamente lo que me había dicho a mí, la noche que se quedó en mi casa. Cando me incliné hacia atrás, vi su sonrisa y luego tomó una respiración profunda antes de asentir.
Mis dedos encontraron su cintura y comencé a bajar sus pantalones de pijama mientras seguía ocupada besándola cariñosamente. Cuando no pude bajarlos del todo, tuve que dejar el beso y posicionarme mejor para quitarse los por completo.
Mis ojos se abrieron como platos y se asentaron en sus bragas de encajes negras igual que su sexy sujetador. Era lo único que quedaba en su cuerpo, era como un sueño tener a Jazmín se esa manera en esas braguitas que eran lo más sexy del mundo. Pronto tendrían que salir volando de aquí. Pero primero, hice un camino de besitos desde su rodilla hasta la cara interna de su muslo. La vi mordiéndose el labio, preparándose para que yo dejara besos en su centro, pero no lo hice, simplemente salté esa zona y me dirigí hacia su otra pierna, sonriendo a su gruñido se frustración y el ligero movimiento de caderas.
Conecte nuestros labios una vez más, el fuego entre nosotras aún más fuerte y la interminable corriente de electricidad a través de todos mis nervios me estaba volviendo loca.
Por el rabillo del ojo vi como seguía meneando sus caderas, así que puse mi mano en su vientre y la deslice hasta el fondo, hasta que llegué a su centro palpitante y caliente. Sus ojos una vez más buscaron los míos, vi otra leve vacilación y un atisbo de nerviosismo, sentí una presión inundar mi corazón una ves más ¿Estaba realmente lista? deshice la presión de mi mano en su centro y la dejé flotar ahí, dándole a entender que no estaba segura de si ella lo quería. Mi otra mano acariciaba su pelo en la cara ¿Fue demasiado, demasiado pronto? Finalmente, después de lo que pareció una década, dijo con los labios entreabiertos.
-"¿Tienes alguna idea de lo mucho que te necesito?"- sonó casi como un susurro. Sonreí y apreté de nuevo mi mano sobre su centro, empecé a usar mis dedos para frotar suavemente su clítoris. La reacción fue casi instantánea, se quedó sin aliento y luego gimió en vos baja, creo que estaba avergonzada, pero pronto eso cambiará.
La froté bastante duro y sus caderas se movían al mismo ritmo, besé su estómago mientras que mi otra mano masajeaba sus pechos. Su aliento era irregular, así que dejé mi mano abajo y la vi apretar los dientes repentinamente.
Bajé hasta instalarme entre sus piernas abiertas, inmediatamente arqueó sus caderas con entusiasmo como si se acercara al orgasmo.
Para hacerla sentir mejor, le quité sus bragas y sonreí ante la humedad que tenían, luego las tiré por ahí.Ella gimió mientras el aire frío golpeaba su clítoris. La miré y estaba tratando de cubrirse un poco, tal vez era tímida y contando que ella era la única que estaba desnuda. Para que se sintiera más cómoda, me quité el sujetador y lo tiré, también mis pantalanes de pijama y quedé sólo con mis bragas, completamente empapada. Sus ojos se fijaron en cada centímetro de mi piel, miré hacia su centro y se había vuelto aún más húmedo y goteando.
Dios me enloquecí, inmediatamente besé sus muslos burlonamente hasta que llegué a su centro húmedo, estaba tan mojada, la evidencia de su deseo recubría las partes superiores de los muslos. Dios, el olor que emanaba inundó a través de mí, y de repente no existía nada en el mundo, sólo nosotras.
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Mi maestra
FanfictionUn amor diferente a los demás, un amor a primera vista, la nueva profesora de inglés Jazmín del Río y la estudiante popular Florencia Estrella. Pero sera correspondido? 📍 Esta historia no es mía, solo es una adaptación.