-Y en esta tenía dos años, acabábamos de venir de la playa y se quejaba que tenía arena en su…--¡Mamá! ¡Romina no quiere saber eso, ya deja de avergonzarme!-
Lucas está del color de un tomate de la vergüenza, mientras yo río como si no hubiese mañana. Si hay algo ultra vergonzoso en la vida de una persona que se la da de chico rebelde, es que su madre saque un álbum familiar. Las historias que cuenta Elena con cada foto, estoy segura que me servirán para molestarlo cuando él se ponga en modo irritante al cien por cien. Algo que pasa muy a menudo.
En estos cinco días que pasaron, Lucas ha ido todos los días a mi lugar de trabajo con el simple hecho de molestarme a mí y de paso también a Dante. El lunes casi le termino dando con una percha por la cabeza, pero hice acopio de toda mi paciencia y me contuve. Solo me dediqué a insultarlo mentalmente mientras mi jefa vigilaba todo con ojo de halcón y Lucas me hacia bajar todas las cajas de zapatos para que al final termine comprando los primeros. El martes fue distinto, creo que la amenaza de pintar su coche funcionó a la perfección, porque solo entró y luego se dedicó a sacar temas de conversaciones tribales, pero sin pedirme que bajara ningún par de zapatos. El miércoles apareció con un ramo de flores y se me declaró en público ¡Me pidió casamiento! Obviamente que en broma, pero la vergüenza que pasé, va a quedar por siempre grabada en mi mente, al igual que la cicatriz en su mejilla. Al parecer no es buena idea abofetear a alguien con un anillo en la mano. Lección que aprendí algo tarde. También fue el día que acepté entrar a su habitación. El jueves pasó con la misma normalidad del martes y el viernes no dejó de recordarme el almuerzo en su casa y la salida al club, también le recordé el helado. Así fue que cuando primer día del fin de semana y uno de los días libres que tanto espero durante la semana para aprovechar a hacer básicamente nada, quedó ocupado en casi toda su carga horaria. Un horror.
-¿Pero qué dices? Romi está encantada de verlas, no ha dejado de reír ni un momento- la respuesta de Elena, solo logra que las mejillas de Lucas enrojezcan aun más.
-Lo que pasa es que le encanto- suelta de repente y m risa cesa.
-Ya quisieras-
Luego de almorzar y ver las fotografías, Elena propone mirar alguna película y, aunque la idea no me entusiasma demasiado, suena mejor que regresar a casa y enfrentar a Nicolás. Una cobarde, lo sé, pero esta vez no me importa serlo, aun no me siento segura de enfrentarlo.
La película recién acaba de comenzar, cuando la melodía de mi móvil interrumpe. Me disculpo y rápidamente corro a ponerlo en silencio. Me cuesta un poco encontrarlo en el lío de mi cartera, pero cuando lo hago, veo que se trataba de un mensaje y de un número desconocido:
<Cuidado>
¿Cómo se supone que debo tomar eso? Releo el mensaje varias veces hasta que convenzo de que fue una equivocación. Pongo el móvil en vibrador y vuelvo a sentarme en el sofá junto a Lucas, porque Elena escogió el sofá individual. El resto de la película pasa entre comentarios del castaño acerca de la película o las contantes pregunta de Elena <¿Quieres jugo?>, <Come, que para eso está la comida>, < ¿Te está gustando la película?>.
-Nos vemos dentro de unas horas- Lucas y yo estamos parados frente a su puerta. La hora de volver llegó.
Me recojo un mechón de pelo detrás de la oreja y asiento con la cabeza.
-Eso creo-
-Hoy la pasé bien- dice luego de un breve silencio y yo vuelvo a asentir. La verdad es que tiene razón, por un momento me volví a sentir “en familia” y eso fue excelente. Me hicieron sentir como hace tiempo no lo hacía. Los gestos de preocupación por parte de Elena, la reunión del almuerzo, sin tenciones ni problemas… por un momento había olvidado de donde me encontraba para remontarme hasta unos años atrás, cuando aún vivía con mis abuelos, o cuando ellos aun estaban a mi lado. Se sintió más que bien.
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Tu pasado, mi tormento|✔
AksiyonUna nueva vida, en la gran ciudad. Un cambio de aires que todos necesitamos alguna vez. Y un destino que nadie puede adivinar. Siempre creí que la monotonía era aburrida y que la acción valía la pena vivirla. Pero todo cambió cuando lo conocí a él. ...