Love In Heaven Or Hell ||•Joerick y Chrisdiel•||

•13•

Los roles siguieron como el día anterior, Christopher iba con Joel y Zabdiel con Erick.

Los dos jóvenes llegaron temprano a clases. No había nadie en el salón, solo ellos dos, en un profundo silencio.

El ecuatoriano vio la lluvia a través de la ventana del salón. Frotó sus manos y sopló en estas, dándose calor a si mismo. El puertorriqueño estaba unos asientos más adelante, apoyando su cara en la mesa, intentado dormir...ayer no había dormido nada, pasó toda la noche recordando su pasado.

Joel entró. Se sorprendió al ver a los otros chicos tan temprano en clases. El ángel sonrió, viendo como el mexicano llevaba la bandana que le había comprado Erick...la verdad es que se veía muy bien. El demonio frunció el ceño y soltó una risa.

—Te ves ridículo—murmuró al ver pasar al chico al lado tuyo.

Joel negó con una risa y fue a sentarse al lado de Christopher. Zabdiel sonrió malvadamente al ver entrar a Erick por la puerta. El cubano posó rápidamente su mirada en el mexicano y este sonrió. El corazón del cubano comenzó a latir rápidamente al ver como el chico que le gusta llevaba la bandana que le había comprado.

—¡Hola Er!—sonrió Zabdiel.

—Hola Zabdi—le devolvió la sonrisa Erick sentándose a su lado.

—A lo que veo, creo que esa linda bandana fue lo que le dijste a Jo, ¿no?

—Pues...si jeje—rascó su nuca nervioso.

El puertorriqueño negó.

—¿Era necesario comprarle algo? Hasta Chris lo dijo, "fue un accidente". A Joel le hubiese importado una mierda su polera, después de todo esa mancha si salió...sólo que la botó al basurero para hacerte creer que en realidad necesitaba esa camisa. No iba negar que era nueva, pero ¿crees que realmente quedó satisfecho con la bandana? La puede estar usando y todo, pero vaya...pudo haberte dicho que no le dieras nada y punto, al parecer le importan más las cosas materiales que un "Lo siento" de un chico como tu. Ohhh, pero si hubiese sido Oriana, ¡claro que no le reclamaría! Después de todo le gusta, ¿no?

El cubano analizó todas las palabras del puertorriqueño y soltó un triste suspiro...tal ves tenía razón. El mayor rió, sacando una bufanda de su mochila y colocándosela alrededor del cuello.

Era un trabajo fácil hacer cambiar de ideas a Erick, pero sabía que Christopher podía tener buenas ideas para hacer cambiar su mente.

—Se te ve muy bien—sonrió Christopher viendo la bandana en la frente del chico.

—¿Tu crees? Zabdiel dijo que me veía ridículo—dijo Joel con una mueca.

—No le hagas caso a los "malos comentarios de los demás—dijo el ecuatoriano—sólo fíjate en los buenos y también la idea es que tu te sientas a gusto usando esa bandana.

El mexicano asintió sonriendo. Poco a poco el salón se comenzó a llenar de alumnos y las clases comenzaron pronto.

***

—¿Me acompañas a la biblioteca?—preguntó Zabdiel con algo de vergüenza.

—¿A la biblioteca? ¡Claro!—sonrió Erick—apuesto...es por el libro, ¿no?

El puertorriqueño asintió con una mueca.

—Olvide que se podían pedir los libros...ja

El cubano asintió riendo, y los dos se dirigieron a la biblioteca.

En entre risas y bromas, se toparon con un cartel en la puerta del lugar.