Love In Heaven Or Hell ||•Joerick y Chrisdiel•||

•19•

—¿En serio tengo que ir formal?

Erick bufo mientras su madre se encontraba preparando el desayuno.

—¿Tu que crees? Van a dar unas lindas palabras en honor al fallecimiento de Bryant y Jesús. ¿No puedes ser más empatico, hijo?

—No le hagas caso—susurró Yanelis—sólo ve de negro...

El cubano le sonrió a su hermana y fue directo hacia su habitación. Agarró una camisa negra con unos jeans oscuros y se vistió...amaba que su hermana estuviera aquí, puede estar en "contra" de su madre cuando él quisiera. Agarró su mochila y bajó las escaleras, agarrando una manzana y llevándola a su boca. Daysi dejó la espátula de lado y se cruzó de brazos al ver como iba su hijo vestido.

—¡Erick!

—¡Fue Yanelis!

—¡Admito la culpa!—rió la cubana—vamos mamá, ya van para dos años...además, va con ropa negra, eso cuenta ¿no?

—Bien...—suspiró su madre—¿No vas a desayunar, Er?

—No mamá...sabes perfectamente que lo de Bryant y Jesús es en la mañana...

—Y—agregó Yanelis—esta enamorado, ¿no? Necesita ir urgente a ver a la persona que le gusta.

—¡Yanelis!

—Ya ya niños...ve tranquilo, hijo, y mis condolencias para los dos jóvenes...

—Bien ma, adiós a todos...

***

—¿Que tal todo con Erick, eh?

Joel bajó la taza y le sonrió a Gabriel. Toda la familia había salido temprano, a excepción de los dos chicos.

—¿Por qué la pregunta?

—Se nota que hay onda entre ustedes dos.

El mexicano mayor casi se atora con su café, y tragando pacíficamente dijo con nervios:

—¿Qué?

—¡Oh vamos! Soy tu hermano...y aunque sea menor, se perfectamente como se miraban...con ojos de amor. ¿Por que no le pides que salgan?

—Creo que tal ves pueda asustarlo...aunque, pequeño Gabo, hacertaste...Erick me gusta, y ayer nos confesamos...bueno, yo primero, luego él...

El mexicano menor abrió los ojos ampliamente y sonrió.

—¿¡Ves!? ¡No tienes que estar inseguro ni menos pensar que lo vas a asustar! Él te quiere...y tu a él, ¿Por qué no intentas algo simple? como...¿Robarle un beso?

Joel sonrió con las mejillas sonrojadas.

—Pareces más mi hermano mayor que menor...pero tal ves tengas razón...voy a probar primero con eso.

—¡Ese es mi hermano!—exclamó con orgullo Gabriel mientras los dos soltaban carcajadas.

***

—Zabdieeeel.

—Unos minutos más por favor...

—¡No Zabdiel! Levántate ya.

Zabdiel bufo mientras Christopher con una sonrisa victoriosa se colocó sus lentes. Salió de la habitación y agarró las dos mochilas. Sacó la aureola de su muñeca y se la colocó sobre su cabeza. El puertorriqueño con una mueca chasqueo sus dedos, cambiándose de inmediato, y con flojera tocó su cabeza haciendo aparecer sus cuernos. Salieron rápidamente del departamento, mientras comían un durazno cada uno.