Love In Heaven Or Hell ||•Joerick y Chrisdiel•||

•9•

Christopher se sentó en una pequeña mesita de la cafetería. Bebió un poco de su café y lo dejó en la mesa, apoyando su mano sobre su mejilla.

—¡Hola! No sabias que estudiadas aquí.

Gwen se acercó con una sonrisa de oreja a oreja al lado de Christopher. El ecuatoriano le devolvió una sonrisa fingida.

—¡Hola!

—¿Has visto a Zabdiel? Por lo que veo, ustedes deben de estudiar juntos. Lo estuve buscando, pero no lo veo por ninguna parte...

—Ah, pues fíjate que yo tampoco lo e visto...a de estar en cualquier lado.

La chica asintió y dejó su cartera en la mesa.

—Una...pregunta...

El ecuatoriano levantó una ceja.

—¿Zabdi tiene novia?—preguntó Gwen con un poco de vergüenza.
El ángel rió.

—¿Zabdiel? ¿Con novia? Pfff JAJAJA, ¡claro que no! Zabdiel no tiene corazón...siempre juega con los sentimientos de las personas, y no sirve como pareja. Es muuuy desordenado y casi nunca se baña. Ni yo entiendo como lo soporto. ¡Ah! ¿Y has oído su horrible acento? Osea, yo amo el acento puertorriqueño. Pero el no sabe disimular un poco. "Hey Chlistophel!" "Voy a complal aloz" "¡Que polquelia!" pffff...Además, lamento decepcionarte, pero no le atraen las mujeres. Zabdiel es gay...¡un completo marica! Pero eso si sabe disimular.

Gwen frunció el ceño.

—¿E-en serio?

—¿Por que te mentiría? Bueno, tengo que ir en busca de alguien. Gracias por la plática, fue muy lindo hablar contigo...

Christopher se levantó de la mesa, agarró su café y se alejó de la cafetería...esa tal Gwen le había caído horrible desde el primer momento que la vio.

Observó a Joel a los lejos y una sonrisa se le formo al ver que tenía en manos la bolsa de Erick. Se iba acercando mientras seguía bebiendo su café.

—¡Joe-!

Cayó al piso regando todo el café.
El mexicano se percató del ecuatoriano, y corrió hasta su lado.

—¡Chris! ¡Chris! ¿¡Estas bien!?—preguntó preocupado.

El mayor estaba llorando y apretó fuertemente su pecho. Otra ves sintió celos y habló mal de una persona a sus espaldas.

—A-ayudame...—pidió entre lágrimas.

El menor ayudó a levantar al chico y con cuidado llevó al chico a la enfermería. El ángel se sentía mareado y débil, y el dolor se hacía cada ves más fuerte.