Love In Heaven Or Hell ||•Joerick y Chrisdiel•||

•26•

—¿Si?

—...Si...

Gabriel pegó un gritó y se abalanzó a los brazos de su hermano. Joel soltó una risa y correspondió el abrazo.

—¡Qué alegría, hermano! ¡Por fin te has convertido en un hombre! ¡Cuéntame todo!, ¿Fue salvaje?, ¿Hubo lengu-?

—¡Gabo!—exclamó con las mejillas sonrojadas—fue un...beso tierno...—y comenzó a recordarlo para luego sonreír como estúpido.

—Oh, algo es algo—dijo riendo—¿Y...?

—¿Y?...

—No me digas que no le pediste.

—¿Pedirle qué?

—¡Joel!—dijo el menor con enojo golpeando su cabeza—¡Debiste pedirle que sean novios!

El mayor soltó un quejido y acarició la zona del golpe.

—Oh...—hizo una pausa y golpeó su frente con la palma de su mano—¡Diablos! Verdad...

—No seas idiota, Joey, agh, ¿Sabes que? Mejor yo te ayudo.

—¿Eh?

El Pimentel menor fue corriendo rápidamente por su computadora y volvió con una sonrisa. Le pidió a su hermano sus datos de Facebook e ingreso a su cuenta, buscando el perfil de Erick.

—Gabo, ¿Qué mierda vas a...?

—Shhhh—pidió silencio mientras tecleaba rápidamente.

El Pimentel mayor frunció el ceño y abrió los ojos ampliamente al ver como su hermano estaba a punto de enviarle un mensaje.

—¿Cómo saludas tu normalmente?—preguntó Gabriel.

—"¡Hey! ¿Qué onda?"—dijo Joel estirando su pulgar pero el joven lo miró mal—¿Qué? ¿Dije algo malo?

—Eso suena muy descortés y de clase baja...—dijo negando mientras movía su mano de forma diva—mejor déjamelo a mi.

Y comenzó a escribir.

Joel:
Hola bonito, ¿Qué tal tu tarde?

El mexicano mayor abrió los ojos ampliamente.

—¿E-eso no lo va a asustar?

—¡Claro que no, hermanito! Confía en mí.

Por otra parte Erick se encontraba sentado en las sillas de un centro comercial cruzado de brazos mientras miraba aburridamente a su hermana.

—¿Y este? ¿Cómo me queda?—preguntó Yanelis mirándose en el espejo con un vestido que acaba de probarse.

—Ese está bien, vayamonos ya...

—Uy Erick, no seas aburrido.

—¡Ya te has probado 22 vestidos!

—Uh, llevas la cuenta—dijo sonriendo—solo un rato más...necesito que estés de acuerdo para verme guapa en mí despedida de soltera.

El cubano rodó los ojos soltando un suspiro. Sintió su celular vibrar y lo sacó de su bolsillo trasero. Lo desbloqueó, y vio el mensaje que le había enviado Pimentel.

Sonrió, sintió su corazón saltar de alegría y sus mejillas arder al ver que le había dicho "bonito". Se acomodó en su silla sin despegar la sonrisa de su cara.

Erick:
Hola, pues, normal...¿Y qué tal la tuya?

Joel pegó un saltito del susto al escuchar el sonido de notificación del computador y corrió a observar la pantalla. Gabriel aplaudió de alegría.