Capitulo 7. Mejor amigo.

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- ¡Laura, Jesús está abajo! - me gritó mi madre desde la puerta.

- Dile que suba - dije con desgana, intentando disimular mi voz.

Hacía unos veinte minutos que había llegado. Me encontraba tumbada en la cama, llorando como una niña pequeña. Seguramente Jesús se habría enterado de todo y vendría a hablar conmigo. No tenía ganas de ver a nadie, pero si me quedaba encerrada en la habitación mi madre sospecharía y no tenía muchas ganas de contárselo.

- ¿Se puede? - preguntó Jesús abriendo la puerta.

Estaba mirando hacia la pared, sentada en la cama y con miles de pañuelos de papel tirados por el suelo.

- Laura, shh - me abrazó. - No llores más, ahora tranquilizate.

Jesús se sentó detrás de mi, abrazándome fuerte. No quería que viese mi cara, se me había corrido todo el maquillaje y tenía un aspecto horroroso.

- Jesús, no tenías por qué haber venido - dije aún con un nudo en la garganta.

- ¿Tu crees que yo iba a permitir que te pasaras todo el día así?

Aquello me sacó una pequeña sonrisa, me giré y bajé la cabeza para evitar que me viese, pero este con su mano me alzó la cabeza hasta la altura de sus ojos.

- Ahora, cuando estés más tranquila quiero que me cuentes todo, te desahogues y hagas lo que quieras hacer. Yo te voy a escuchar. - me dijo acariciando mis mejillas.

Asentí y cogí aire. Necesitaba desahogarme con alguien, y ¿quien mejor que tu mejor amigo?

Oí una puerta cerrarse y supuse que mi madre habría salido.

- No se por donde empezar.. - agaché la cabeza.

- ¿Por el principio? - dijo con cara de tonto. Cosa que me hizo reír.

*Flashback*

Haber, estábamos Sara, María y yo en la plaza cuando a lo lejos vi a Dani acompañado de una chica que era Marta. Los estuve observando durante unos minutos y vi que había demasiado tonteo entre ellos, hasta un punto en el que mi cabreo empezó a aumentar por momentos. Me levanté y me acerqué donde estaban ellos, cuando llegué los dos estaban riendo.

- ¿Cual es el chiste? - pregunté para hacer notar mi presencia.

- Ya tenía que venir la pesada esta a interrumpir. - dijo Marta con tono despectivo.

Dani no hablaba, estaba ausente. No iba a comentar nada acerca del comentario. Esperé pero nada, no habló.

- Ya veo lo que te importo. - dije seria observando a Dani.

Este seguía sin cruzar media palabra, y al no oír respuesta por su parte Marta empezó a reirse de mi, claramente.

Mis ojos no podían aguantar más, mis lágrimas estaban a punto de caer. Me di la vuelta y al ver todo aquello me fui caminando sola. Dani pronunció mi nombre, pero ya era demasiado tarde, el daño estaba hecho. No quería saber nada de él, ni nada de 'lo nuestro'.

*Fin flashback*

Terminé de contárselo con mis ojos humedecidos y cansados de tanto llanto.

- ¿Por qué? - pregunté esperando una respuesta.

- Tu no te mereces todo esto, no te preocupes que yo hablaré con Dani. - me calmó. - Eres una princesa y las princesas no lloran, y ahora vas a ir al baño te vas a lavar la cara. - me indicó. - Te vas a poner guapa, y nos vamos a ir tu y yo a comernos un helado, ¿te parece bien princesa?

Contigo hasta el final (Jesús y Daniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora