Epílogo.

1.1K 81 5
                                    

6 DE FEBRERO.

Era jueves, por la noche. Mis padres y yo nos encontrábamos cenando. Aún no llevaba ni dos meses en Madrid y ya echaba de menos Mairena. Y no solo el pueblo, ni mi casa; sino su gente.

Los echaba muchísimo de menos. No sabía nada de los gemelos. A veces marcaba el número de alguno de ellos y me limitaba a llamarlos, simplemente para oir sus voces. Pero mi orgullo era superior a mí. Sabía que estaban bien porque por el grupo de las chicas me informaban. Supuse que estarían demasiado ocupados y no se acordarían de mí. Tal vez, llamarles no sería la mejor opción.

Llevaban varias semanas anunciando el famoso programa de la Voz Kids. Y hoy por fin era el día que lo emitían.

Mis ganas de verlo eran nulas. Aunque en el fondo me moría de ganas por saber que canción cantarían y cual era la sorpresa que nos iban a dar a María y a mí.

Mi padre puso telecinco. Supuse que lo veríamos en familia. Tomé sitio en el sofá y le mandé un mensaje a María.

- ¿Vas a ver la Voz?

- Claro, estoy en casa de los gemelos. Lo vamos a ver los tres juntos.

Leí el mensaje y recordé ese día en el que Dani me prometió que lo veríamos los cuatro juntos, en su casa con un enorme bol lleno de palomitas y abrazados.

- Pasaroslo bien, que pena que no pueda estar ahí. - Escribí y lo envié.

- Te echamos de menos tía. Por cierto, te mandan saludos los dos.

- Mandalos saludos de mi parte también.

- Bueno, que empieza luego hablamos.

- Te quiero.

- Y yo.

Solté el móvil y me eché sobre el sillón.

Mis padres se pasaron el programa comentando a todos los niños sobre el talento que tenían aún siendo tan pequeños.

- Lo hacemos todo juntos, porque nunca, casi nunca nos separamos.

Dani y yo, termina la frase.

Dani y yo a veces dormimos juntos, hacemos todo juntos, comemos juntos y es lo que verdaderamente nos gusta, estar juntos.

Somos gemelos, somos iguales.

Mi padre subió el volumen a la tele y mi madre empezó a chillar.

- Ahí están. Miralos que guapos Laura, tus amigos. ¡Los gemelos! - gritó mi madre, a lo que yo asentí.

- Dani y yo siempre que cantamos juntos, como tenemos la misma voz, la tenemos muy compenetrada.

Dani y yo... ¿he repetido mucho eso?

Y rieron. Volví a ver sus sonrisas, después de casi dos meses. A través de una pantalla, donde les vería normalmente, cuando triunfarán.

- Cuando cantamos pop, y nos acordamos más del ligoteo, las salidas, los amigos. - habló Jesús con cara de pícaro y sonreí involuntariamente.

- Y cuando estamos en la playa, con nuestras amigas, de vez en cuando nos cambiamos y en el colegio, cuando tenemos examen. Una vez hicimos una cosa de esa y fue chulo, fue chulo. - contó Dani.

- Mi hermano de chico siempre ha sido más suelto, más pillo, pero ahora no se pero ha cambiado la cosa. Cada uno tiene su momento. - dijo Jesús.

Sin darme cuenta, volví a sonreír.

Mi madre me miraba cada dos por tres y me intimidaba.

- Tenemos ya ganas de salir y cantar nuestra canción, que se la queremos dedicar a Laura y María. Por todo lo que nos han apoyado durante este tiempo y que gracias a ellas, estamos aqui.

Contigo hasta el final (Jesús y Daniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora