- ¿Dónde me has traído, Jesusito?
- A la parte más alta del edificio. - dijo apollándose en la pared de un muro.
- Yo creo que deberían poner un ascensor para subir hasta aquí. - dije soltando una carcajada.
- Claro, para que tu y yo subamos cuando no queramos dar la clase de Biología, ¿no? - dijo en tono sacástico.
- ¡Hostia, Biología! - grité llevándome las manos a la cabeza.
- Deja de pensar en biología y ven aqui, hay unas vistas increíbles.
Nos acercamos unos pasos mas alante, estábamos en una superfie al descubierto, era una especie de terraza en lo alto del colegio. Desde allí podíamos distinguir pequeñas figuras de niños correteando por el patio.
- No te acerques más, que te caes. - le agarré.
Jesús me miró y puso una de sus sonrisas desafiantes.
- Jesús no, ven aqui. Estás demasiado cerca del borde. Jesús que te he dicho que no. - dije histérica.
- Tranquila, no sufras. - contestó devolviendome otra sonrisa.
- Como no vengas me enfado y me voy. - dije seria, intentando parecer borde.
Este no contestó y yo me giré cruzada de brazos dispuesta a irme, cuando Jesús me abrazó por detrás. Justo igual que hacía Dani, pero no era Dani, si no Jesús.
Espera, ¿estaba confundida?
Nos quedamos unos minutos más allí arriba, se estaba muy bien, pero saltarse otra hora más iba a ser demasiado cantoso.
Nadie subía a ese sitio, es más los únicos que sabían llegar hasta él eran Dani y Jesús, asi que no había problema.
Pasamos el resto de la mañana más o menos bien, con algunos profesores empezamos el temario y ya nos empezaban a mandar deberes para casa.
- ¿Tienes planes para esta tarde? - me preguntó Dani de camino a casa.
- Si, he quedado con las chicas.
- Menos mal que vamos juntos al colegio, que si no nos veríamos. - dijo Dani un poco molesto.
- Mañana te prometo que paso la tarde contigo, ¿vale cielo? - dije dándole un beso, antes de irme para casa.
- La tarde de mañana promete. - rió mandándome besitos con la mano.
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- ¿Habéis visto al chico nuevo que ha entrado en 4B? - preguntó Elena sentándose al lado de Marina para completar el círculo.
- Si tía, que bueno está joder. - comentó Alicia entre risas.
- ¿Cómo se llama? - preguntó Marina curiosa.
- Oye, que tú tienes novio. - protesté yo, riendo a carcajadas.
- No lo sabemos. - suspiró Sonia. - Mañana vamos todas y se lo preguntamos.
- Ese pa' mi. - se apropió Elena. - Que vosotras no os podeis quejar con lo que teneis.
- Yo a mi Jesús no lo cambio por nada. - comentó María haciendonos reír a todas.
- Ni yo a mi Dani. - acoté.
- Si es que los Oviedo, son mucho Oviedo. - rió Miriam.
María y yo nos miramos y chocamos las manos. Estábamos todas en el parque, sentadas haciendo un círcula sobre el césped y hablando de temas de chicas.
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Contigo hasta el final (Jesús y Daniel)
Fiksi PenggemarSegunda temporada de 'Una señal del destino (Jesús y Daniel)'