20 DE DICIEMBRE.
- ¿Lo tienes todo? - me preguntó mi madre, gritando desde el salón.
- No, aún me falta recoger un par de cosas. - respondí aún más fuerte.
- Pues date prisa, en dos horas nos vamos.
Suspiré y continué guardando las cosas en mi maleta.
Eran las 7 de la mañana de un día en pleno invierno. Llevaba puesto un jersey azul oscuro con unos pantalones vaqueros ajustados y mis botas altas.
Ya tenía recogido casi todo, lo único que me faltaba era quitar todo lo de la pared. Con melanconlía, me acerqué al corcho, donde tenía todas las fotos y las fui quitando una a una y guardándolas en mi mochila. Cogí la que salíamos Dani y yo abrazados. Era una foto demasiado bonita, para mí una de las mejores. La guardé y cuando ya terminé con todas, saqué las maletas, mochilas, bolsas y bolsos al pasillo.
La que había sido mi habitación durante 5 meses y medio, ahora solo tenía los muebles.
Me asomé al balcón, por última vez. Miles de recuerdos invadieron mi mente. Me golpeé fuerte la cabeza para ver si todo esto era un sueño, pero por desgracia, era la realidad.
Me senté en mi cama y empezé a llorar, mi madre me vio y no dudó ni un instante en sentarse a mi lado y abrazarme.
- Mi niña, no llores. A mi también me cuesta mucho dejar todo esto. Yo me había acostumbrado, al igual que tú a vivir aquí. - intentó consolarme.
- Pero yo no quiero volver a Madrid. Yo aquí tengo mi vida y mis amigos. - dije sollozando.
- No te puedo decir nada, de momento. Pero te prometo que volveremos pronto. Y no llores más, por favor. Se me rompe el alma verte así. - me abrazó.
- Osea que nos vamos de verdad, ¿no?
Mi madre asintió y me dedicó una pequeña sonrisa.
- Pasaremos las Navidades con los abuelos. Que hace mucho que no les ves y ellos tienen muchas ganas de vernos. No te preocupes cariño.
- Lo siento por todas las malas contestaciones estos días, no me creía que fuese verdad. - la abrazé.
- Perdonada. - sonrió. - Y ahora baja a desayunar algo que tus amigos deben estar a punto de venir.
- ¿Van a levantarse tan temprano solo por despedirme?
- Si hija, me lo dijo Jesús ayer. Vienen a las 8:30.
Asentí y bajé a prepararme el desayuno.
Cuando acabé salí al patio y a pesar del frío, me senté en un escalón, donde se podía apreciar fácilmente la habitación de los gemelos.
Una sombra andaba de un lado a otro, pero no podía reconocerlo. Parecía nervioso. Se acercó a su ventana y entonces vi que era Dani.
Le saludé pero este no contestó y se fue.
Me quedé desorientada y pensativa, pero no mucho tiempo, porque sonó el timbre.
Con alegría fui a abrir. No me dio tiempo a decir nada, porque todos se abalanzaron sobre mí.
- ¡Chicos gracias por venir! Habeis madrugado por mí. Os quiero más. - grité volviendolos a abrazar.
Miré y eran Jesús, María, Sonia, Carlos, Marina, Alicia, Rodri, Elena y Miriam.
Faltaba uno, Dani. ¿Donde estaba? ¿No pensaba venir a despedirme?
- Te vamos a echar mazo de menos, en serio. - habló Carlos.
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Contigo hasta el final (Jesús y Daniel)
FanficSegunda temporada de 'Una señal del destino (Jesús y Daniel)'