Los Hermanos DiAngelo.

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Bien, bien, holas.

Disculpen si no he estado muy activo, pero entre la escuela y todo lo demas, apenas he tenido tiempo para nada.

Quiero explicar algo. Perseo no va tener pareja alguna. Si, estuvo con Beryl Grace, pero solo fue un corto amorio de tres meses.

...

La sala de guerras en el Campamento Mestizo era, básicamente, una mesa de ping-pong, donde habían colocado muchos aperitivos. Había varias sillas dispuestas alrededor, aunque el ánimo estaba muerto.

La profecía anunciada por el Oráculo no había hecho nada para calmar los temores que de por sí ya abundaban en el Campamento Mestizo, pues no presagiaba nada bueno. Los versos, todos y cada uno de ellos, no eran nada bueno. Todas parecían ser como una estaca directa en el corazón.

En la mesa estaban los distintos Consejeros Jefes de las distintas cabañas. Estaba Annabeth Chase, por Atenea; Luke Castellan, por Hermes, Lee Fletcher, por Apolo; Clarisse LaRue, por Ares; Aquiles Jackson, por Poseidón; Pólux y Castor, por Dionisio; Silene Beauregard, por Afrodita; y Charles Beckendorf, por Hefestos. Las tres cazadoras, Zoe, Diana y Phoebe, representaban a Artemisa. Estaba además Thalía, puesto que el Oráculo la había señalado junto a Zoe, dejando claro que ella debía ser la co-lider de la misión. La silla de Deméter, donde debería sentarse Katie Garden, estaba vacía, pues toda la cabaña había sido evacuada por la Diosa de las Estaciones.

Quiron se encontraba ahí, meneando su cola. Estaba ligeramente inclinado, pues era bastante alto para la habitación donde se encontraban. Su cabeza rozaba con la lámpara que colgaba sobre la mesa de ping-pong.

Todos los campistas gritaban entre sí, unos contra otros. Que si esto y aquello, y que si tu o yo... En resumen, no se entendía nada.

-¡Esto no tiene sentido!-grito Zoe, haciéndose oír por entre todas las voces que se gritaban unas a otras.

Mientras todos callaban, Thalía alzo una ceja, curiosa por lo que la cazadora podría decir.

-No hay tiempo de charlas innecesarias-prosiguió Zoe, fulminando con la mirada a cada chico en la sala, menos a Quiron, quien parecía ser el único al que podía tolerar-. La Dama Artemisa esa en peligro. Phoebe, Diana y yo partiremos inmediatamente.

Thalía la miro. Ella sospechaba que esas tres trabajaban para su padre, y esas sospechas se debían a que había sido las únicas en no atacarlo y en no morir. Si sus sospechas eran correctas, ¿Por qué, en nombre de su padre, querría ir a rescatar a Artemisa? Quizás para aparentar, pero no lo sabía.

-Te recuerdo que Thalía también debe dirigir la misión-señalo Luke, sin inmutarse por las miradas de las cazadoras.

Quiron entretanto, la interrogo:

-¿Y hacia donde piensas dirigirte?.

-Oeste-señalo Phoebe, ignorando a Luke.

-Si-asintió Diana-. «Siete irán al oeste y liberaran a la diosa en cadenas». Saldremos por la mañana.

-¡Sí!-asintió Zoe, claramente satisfecha por el apoyo de sus cazadoras-. ¡La han tomado como rehén! ¡Emprenderemos una búsqueda para liberarla!.

-¡Ah, pero estas equivocada!-acuso Aquiles-. Solo hay tres cazadoras, y la profecía especifica que deben ir siete.

-Además-siguió Annabeth-, «campistas y cazadoras combinan para prevalecer». Hemos de trabajar juntos.

-¡No!-negó Phoebe.

-¡Las cazadoras no necesitamos su ayuda!-escupió Diana.

-¡Basta!-les callo Quiron-. La profecía es clara. Los campistas y los cazadores trabajaran juntos. Zoe, debes recordar que Thalía también es líder de misión, y tiene el derecho a opinar, así como a elegir a los miembros restantes.

El Retorno del Rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora