Emily
Hacía ya un buen rato estaba ahí, no tenía nada para controlar el tiempo, pero sabía que no pasaba de una hora. No tenía manera de salir, no había ventanas en ninguna parte y la puerta estaba trancada, en esa cajuela éramos solo mi mochila y yo, aunque era inútil pensar que cualquier cosa en su interior me serviría de algo. Atada de la forma en la que me encontraba me resultaba imposible pensar alguna manera de tomar algo de dentro para ayudarme a salir de allí.
Mis manos se encontraban atadas en mi espada y la misma cuerda estaba siendo utilizada para mantener a mis pies juntos por los tobillos, era lo suficientemente larga como para estirarme, pero no podía hacer más movimiento que ese. Mi boca no estaba tapada, sin embargo ya sabía que gritar no servía, lo había intentado y la única respuesta que recibí fue por parte del conductor quien golpeó fuertemente haciéndome entender que debía callarme si no quería problemas.
El mal olor abundaba, una mezcla entre humedad y algo que no lograba reconocer, esa parte del vehículo seguramente no había sido limpiada en un largo tiempo. Todo estaba oscuro, solo entraba una pequeña luz por una esquina del piso, la cual se encontraba rota, pero era muy pequeño el orifico como para ver a través de él, solo servía como fuente de luz.
Mi cuerpo subía y bajaba de una manera brusca, causando que me golpeara fuertemente la espalda contra el piso frío y metálico. Se escuchaba el sonido de las pequeñas piedras del camino chocar contra el exterior, íbamos en un camino de tierra y probablemente ya habíamos salido de la ciudad. Abandonamos el camino cuando sentí como mi cuerpo se movía hacia la derecho, por lo tanto había doblado hacia la izquierda y la velocidad bajo, sin embargo no tanto como para pensar que frenaría, nos mantuvimos en marcha unos minutos más cuando se detuvo.
Estaba asustada quería salir de allí, pero no quería ver que me esperaba cuando se abriera esa puerta. Sentí como salía el conductor. Al cabo de unos segundos se abrió la puerta de la cajuela dejando entrar bruscamente luz al interior, mis ojos trataron de acostumbrarse a aquel cambio tan rápido como pudieron, lo cual costó unos segundos. Cuando por fin pude ver con claridad, aquella sombra que veía parada fuera de la camioneta se convirtió en un hombre, un hombre robusto el cual me tomó de un brazo para sacarme al exterior.
Me paré como pude, ya que seguía atada, y él, aún tomándome muy fuertemente del brazo, cortó con algo que sacó de su bolsillo la cuerda. Sentí el frío de aquel objeto por lo que supuse que era un cuchillo o algo similar.
De su boca no salió una palabra, en cambio de la mía si, gritaba y me movía lo más que podía, pero él no me soltaba, en un intento fallido por morderlo me tomó por la parte trasera del cuello y mantuvo su mano apretándolo impidiéndome el movimiento del mismo.
No parecía molestarle que gritara, solo quería que caminara así que intenté frenarme, pero era más fuerte que yo, con solo un empujón logró hacer que me moviera nuevamente. No sabía que más hacer, no se me ocurría más nada.Cuando paramos me percaté de que estábamos frente a una casa. Era grande, con todas las ventanas cerradas y con barrotes en ellas, estaba pintada de rojo contrastando con las flores de colores que la rodeaban.
Sacó su mano de mi cuello para meterla en su bolsillo y agarrar unas llaves para abrir la puerta que estaba frente a nosotros.
Al abrirse la puerta el hombre me empujó para que entrara.
Lo primero que llamó mi atención fue una hermosa chimenea de ladrillos que estaba encendida brindando calor a todo el lugar. Las paredes estaban pintadas de un tono beige muy particular, combinando con los muebles de color marrón oscuro que llenaban la habitación. Dos sofás frente a la chimenea con una pequeña mesa en el medio, una pequeña biblioteca y algunas decoraciones, yacían en el lugar. Parecía una foto de catalogo. Todo estaba en orden, era un lugar muy bonito y bien decorado.
¿Por qué me llevaban a un sitio así? ¿Qué era lo que buscaban? Miles de preguntas me invadían.
De una habitación salió una mujer, tenía un delantal de flores y un guante de cocina en su mano, se acercó a mi casi corriendo con una enorme sonrisa. Quise apartarme cuando me atrapó en un abrazo.
— Al fin estás en casa Sara.
¿Sara? No entendía de quien hablaba, no entendía porqué me decía Sara o qué hacía yo en ese lugar.
— Arriba está tu cuarto, debes ordenarlo antes de irte, ya lo habíamos hablado —me dijo mientras señalaba hacia una escalera que daba con el segundo piso.
La señora, la cual no sabía su nombre aún, me llevó, tomada suavemente del brazo por las escaleras, para luego frenar frente a una puerta, parte de otras que habían en el pasillo, que posteriormente abrió.
— Ya sabes dónde está todo, solo vístete con la ropa que te dejé, pronto te llamo para cenar — parecía que iba a retirarse, pero añadió—. Que bruto puede ser tu padre a veces —dijo mirando la soga que colgaba de mis manos y pies.
¿Padre?
La desató y luego simplemente se retiró. Supuse que iba a cerrar la puerta con llave para asegurarse de que no saliera, pero no fue así, solo se fue.
La habitación en la que me encontraba era completamente rosa, la cama tenia sábanas que parecían extremadamente suaves y estaba repleta de muñecos y peluches. Un rincón era decorado con repisas en el que se encontraban libros y un gran armario de madera rosa. Debajo de una ventana, que poseía en el exterior barrotes, estaba una casa de muñecas con una familia miniatura en su interior.
Sobre la cama yacía un vestido rosa pálido y un par de zapatos de charol del mismo color.
En ese momento, sola en esa habitación, pude ponerme a pensar que pasaba allí. Más que claro estaba que yo no era quienes ellos pensaban y que ese no era un lugar conocido. Tenía miedo, pero estaba tranquila, algo me decía que ellos no querían hacerme daño, pero sí que no pensaban llevarme a casa.
Hola ✨
Bueno, primer capítulo ¿qué les pareció?
¿Alguien se pregunta por qué le dicen Sara o soy solo yo la que tiene esa pregunta?
Saludos ✨
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La Familia [En edición]
Mistério / SuspenseTerminada Luego de un viaje en la cajuela de una camioneta, llega a una casa de la que no hay salida. Emily tendra que escaparse de su nueva "familia" sin caer en su loco juego mental. Por otro lado, el detective Jobs está haciendo todo lo posible...