Jobs
Habíamos buscado todos los días y visto todas las horas, lo único que habíamos podido encontrar era una camioneta estacionada en la casa de en frente a la de Max, todos los días en la tarde, excepto uno, los demás estaba allí.
Esto desde un mes antes de que el niño desapareciera, desde las 5pm a las 10pm la camioneta estaba allí, a las 5pm Max llegaba de la escuela y a las 10 pm Max se iba a la cama.
Por lo que habíamos averiguado, la casa de en frente pertenecía a una mujer que, por su trabajo, viajaba casi todo el año y hacía ya dos meses que no se encontraba en casa, por lo tanto, no sabía nada sobre Max, la camioneta y la desaparición.
Por más que habíamos revisado no encontrábamos nada que fuera capaz de ayudarnos a encontrarlo o, al menos, descubrir quien era ese hombre. Fue un día entero lo que tardamos en ver todo, hubiera sido más si la velocidad a la que iba el vídeo hubiese sido la normal, pero habíamos decidido aumentarla para optimizar el tiempo.
Un golpe sobre el escritorio hizo que desviara la vista de la pantalla para ponerla en Bárbara, que en este momento se encontraba apoyada sobre el escritorio mirando la computadora con una sonrisa en su boca. El golpe había sido emitido por su mano chocando con la madera, solía hacerlo a menudo.
—¡Lo tengo! —exclamó. Al ver mi mirada de confusión me dijo— Tengo al hombre.
Me paré, rodeé el escritorio y me apoyé en el respaldo de su silla.
—Mira.
Retrocedió la imagen y dio "play" a la grabación. En la misma se veía como Max hablaba con un hombre alto, como había dicho el vecino, como si lo conociera desde antes o si ya lo hubiera visto alguna vez. El niño saludó al señor Pierre y este entró en su casa, cuando Max devolvió la vista al hombre que se encontraba delante suyo este lo agarró tapándole la boca y levantando sus pies del suelo, corrió hasta la camioneta y lo metió en la cajuela que se encontraba abierta desde que habían comenzado a hablar.
La cámara estaba colocada en una columna en la casa de Henry, por lo tanto no se veía el rostro del hombre, pero si se veía como la camioneta se alejaba y en el momento que esta avanza en dirección opuesta a la cámara se lograba ver parte de su matrícula, faltaban tres dígitos.
—Hay que mandar la matrícula a la oficina de tránsito para que vean cuantas camionetas blancas, de este modelo particular, tienen esa combinación que se llega a ver —dije para luego dirigirme hacia la sala de descanso.
Necesitaba una buena taza de café. El tiempo buscando me había dejado exhausto y sabía que a mi compañera igual. No podíamos hacer más que esperar los resultados, era lo único que teníamos.
—¿Cómo les está yendo? ¿Encontraron algo del niño? —el oficial Rodríguez era uno de los más viejos en la estación, sin embargo aún era algo joven, sus cincuenta y tantos años le había sentado muy bien.
—Hemos avanzado, tenemos una pista. ¿Y a ti? —pregunté.
Rodríguez tenía un caso más difícil, una chica que había desaparecido sin dejar ningún rastro, simplemente se había esfumado y por lo que se rumoreaba en la comisaria los superiores pensaban que era una pérdida de tiempo seguir con la investigación.
—Me encuentro en el mismo lugar, las cámaras no muestran nada interesante y la chica volvía del secundario siempre por dos caminos y en uno de ellos no hay cámaras ya que es una calle algo olvidada. Tengo la teoría de que ese día tomó ese camino, pero una teoría no ayudará a que consideren dejar abierto el caso —dijo algo cansado.
Normal que se encontrara cansado teniendo en cuenta que su caso no solo era difícil, sino que además no pasaría una semana más abierto si no conseguía una pista fiable.
—Suerte —le dije mientras tomaba los dos cafés para dirigirme hacia mi escritorio.
—Igual para ti.
Al llegar a mi lugar me encontré con Bárbara. Su cabeza se encontraba apoyada sobre sus brazos, como si estos fueran una almohada que se encontraba sobre el escritorio, y sus ojos cerrados. Lo normal.
La miré fijamente y ella habló.
—Siento tu mirada —abrí la boca para preguntarle si ya había mandado la matrícula y antes de que emitiera algún sonido dijo—. Ya la envié.
Se acomodó en su asiento, tomó la taza de café de mi mano y me pasó del cajón de mi escritorio el sobre de azúcar que me había sobrado de la mañana, ella prefería tomarlo negro, sin azúcar.
Debíamos esperar los resultados, algo iba a aparecer, algo debía de haber. Estaba más que convencido de encontrar a Max.
Hola ✨
Les dejo esta nota de autor para recordarles que tengo varias redes sociales a las que pueden ir a enterarse cosas de "Escapando del destino" y también ver contenido exclusivo que voy a estar subiendo ❤️
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La Familia [En edición]
Misteri / ThrillerTerminada Luego de un viaje en la cajuela de una camioneta, llega a una casa de la que no hay salida. Emily tendra que escaparse de su nueva "familia" sin caer en su loco juego mental. Por otro lado, el detective Jobs está haciendo todo lo posible...