¡¿Por qué no despiertas?!

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Narra Erick

Tres días... Tres días... Tres días...

Esa maldita vocecilla que vivía en mi cabeza desde que Mía había tenido el accidente me irritaba cada día más!!

Dos días...

Tres días...

Ya me tenía harto!

Me levanté del sofá y salí de la casa. Cuando estaba caminando con las manos en los bolsillos y la capucha puesta para que no me reconocieran escucho la voz de Lyla.

-Erick!! A donde vas?

-Ya no puedo esperar más! - me di la vuelta a verla, y me saque la capucha; me daba lo mismo si me reconocían, ya a este punto solo me importaba ver bien a Mía - tengo que ir a verla, necesito que despierte!

-Todos lo necesitamos, Erick. Pero no te desesperes! No vas a sacar nada con ir y armar lío, creeme.

-Nadie dijo que quiero armar lío.

-Dime entonces a que vas a ir?

Me crucé de brazos; si, era una buena pregunta...

Que iba a hacer exactamente? Ir y hacer que despertara? En el fondo sabía que no iba a funcionar...

-Tienes razón - suspire rendido.

-Ven. Vamos a almorzar algo y luego vamos a ver que onda en el hospital.

Entré a la casa junto con Lyla y mientras ella cocinaba algo me puse a jugar con Nini.

-Que vas a hacer si no despierta tu mamá, preciosa? - Suspire. No me entendía pero yo me desahogaba - no puede no despertar... Como soy tan tonto?! Si yo me hubiera quedado con ella esto jamas hubiera pasado! - me pegué en al frente con la palma de la mano.

-Erick está listo - dijo Lyla desde la cocina.

-Ya voy - me paré tome a Nini y la puse en su silla en la cocina.

Ella estaba comiendo una comida para bebés que nos había dicho una doctora amiga de los padres de Lyla.

Lyla le dio la comida mientras yo terminaba de almorzar y después fuimos al hospital.

-Oye al final no van a venir los chicos? - me preguntó Lyla desde el asiento de atrás del auto.

-No sé. Hablaste con Christopher?

-No. Pero Joel me dijo que vendrían.

-No me dijeron nada a mi.

-Bueno. Llegando allá los llamo mejor.

Asentí con la cabeza.

Llegamos al hospital en un rato y subimos al mismo piso que habíamos subido todos los días desde hace 72 horas.

Tres días... Tres días... Tres días...

Ahí estaba de nuevo esa maldita voz de mi cabeza!

Traté de ignorarla y subí.

Urgencia estaba llena de enfermeras corriendo de aquí hacia allá.

Pasamos junto a varias que cuchicheaban y llegamos a la habitación de Mía que tenía la puerta abierta.

El doctor tenía 4 enfermeras de aquí allá trayendo remedios e inyecciones.

Pasé por al lado de la enfermera que me decía que no entrara y entré.

-Doctor que esta pasando?

-Señor Colón retroceda por favor.

-No! Digame que está pasando!

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