CAPITULO XII || JUSTIN.

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« Mountains and valleys, and all that will come in between

Desert and ocean

You pulled me in and together we're lost in a dream

Always in motion

So I risk it all just to be with you

And I risk it all for this life we choose »

–Tightrope, Michelle Ingrid Williams.


'Porque a veces el quiero es más fuerte que el tengo'





A pesar de escuchar que su lloriqueo a disminuido considerablemente, no puedo evitar sentirme angustiado.

Su cuerpo tiembla ligeramente, por lo que no dudo en acariciar su espalda hasta que logra relajarse y tranquilizarse.

—¿Qué está mal, cariño? —pregunto sin poder con la preocupación.

Mueve su cabeza en una negativa y se recuesta en mi hombro. La desilusión me golpea cuando me doy cuenta que no dirá nada, sin embargo rápidamente desaparece al escucharla carraspear.

—Es Emma —murmura amargamente, apartándose mientras limpia las lágrimas silenciosas que seguían cayendo por sus mejillas.

No dudo en ayudarla y mirarla con atención—. ¿Qué pasa con ella?

Se encoge de hombros frunciendo los labios tratando de contener sus emociones.

—Está..., creo que está volviendo a la misma depresión de hace unos años atrás.

Su voz se rompe en la última palabra, y es allí cuando me doy cuenta realmente de todo el cariño que le tiene a esa chica.

No digo nada incluso cuando quiero saber lo que pasa por su mente en este momento. No quiero parecer entrometido, ni mucho menos provocar que vuelva a romperse.

—¿Has comido algo? —cuestiono sin saber qué más decir.

Niega sin pronunciar palabra.

—¿Algo después del almuerzo? —trato de que mi voz no suene como reproche, pero fallo totalmente.

Repite la acción anterior, mas se revuelve incómoda en mi regazo.

—¿Siquiera almorzaste? —aprieto mi mandíbula con fuerza cuando su respuesta es negativa.

Voy a decir algo, no obstante me detengo. Sus ojos se detienen en los míos mirándome con atención. El azul resalta entre las partes rojas, y a pesar de que odio verla llorar, el pensamiento de que sigue viéndose hermosa invade mi mente. Me siento embobado al ver que pareciera estar ocurriendo la más grande de las tormentas allí, y mucho más al visualizar la preocupación y cariño que siente por su mejor amiga.

La ayudo a levantarse de mi regazo y tiro de su mano para llevarla a la cocina en donde le indico que se siente en una de las butacas. Pensé que en ese momento vulnerable finalmente me obedecería.

Qué equivocado estaba.

No reprimo la sonrisa que se me escapa al verla sentarse sobre la mesada a mi costado. Pronto el olor a pizza que parecía estar en el horno –y que yo había ignorado olímpicamente al verla en ese estado– me invade y no dudo en sacarla.

SECOND SHOT © {#2 Begin Again Series}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora