CAPITULO XIII.

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« Now is this really how you like to spend your days?

Whiskey and misery, and parties and plays

If I were mixed up with you, I'd be the talk of the town

Disgraced and disowned, another one of the clowns »

–The Other Side, Hugh Jackman.

     'Y sin darme cuenta todo comenzó a caer...'


El sonido del timbre del departamento invade mi campo auditivo, obligándome a despertar.

Suelto un quejido revolviéndome en la cama esperando que la persona a las afueras del lugar se fuera, sin embargo pronto el sonido volvió a repetirse sin dar tregua.

—¿Qué demonios...? —gruñe entre dientes el rubio a mi lado.

Lo miro para encontrarme con una escena digna de admirar.

Su cabello –cada vez más largo–, está desparramado por la almohada dándole un aire adorable. Sus ojos están entrecerrados debido al cansancio que aún no desparece, y sus labios están hechos un pequeño mohín. Tiene el ceño fruncido, dejándome saber que no le agrada que interrumpan sus horas de sueño.

Bueno, en realidad a nadie le gusta que hagan eso.

Uno de sus brazos está sobre el edredón, sobresaltando la tinta en el gracias al blanco de las sábanas. No puedo apartar mi vista de ese lugar, y se me revuelve el estómago de sólo pensar en el aspecto intimidatorio que le agregan.

—Buenos días —murmura melosamente, apretándome más contra su pecho.

Río ligeramente y beso su hombro relajándome bajo la calidez de su cuerpo.

Voy a decir algo, cuando el timbre vuelve a interrumpir.

Lo escucho gruñir con enfado y alejándome suavemente, tira del cubrecama de golpe para levantarse pero antes de que pueda llegar más allá, lo detengo agarrándolo por la muñeca.

—Tranquilo, iré yo —le sonrío con tranquilidad, convenciéndolo para que siga descansando.

—Ni hablar —murmura tercamente mientras se agacha buscando sus pantalones.

Cuando lo veo ponerse en pie, esbozo una pequeña sonrisa al notar que son deportivos; es refrescante no tener que verlo con traje todos los días. En especial porque no se ha puesto una camiseta, por lo que me siento fascinada al ver los músculos de su espalda contraerse.

Voy por detrás de él por el simple hecho de que me parece imposible quitar mi mirada de esa parte de su anatomía, y la risa que en un momento se le escapa me deja saber que sabe la razón, mas decido ignorarla.

La oscuridad que pinta ligeramente el departamento me hace pensar que no son más allá de las seis de la mañana, por ende podía dormir una hora más antes de tener que alistarme para el trabajo. Definitivamente iba a matar a quien sea que esté tocando el timbre en estos momentos.

Justin abre la puerta antes de siquiera detenerse a mirar por la mirilla, y sé que si fuera yo quien hubiera hecho eso me estaría reprochando. Apunto en mi mente que debo recordárselo por mera diversión.

—¿Se te perdió algo? —gruñe amargamente en cuanto enfrenta al desconocido, con un completo humor de perros.

Frunzo el ceño ante su antipatía y pellizco su costado para que sea algo más amable.

SECOND SHOT © {#2 Begin Again Series}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora