SECOND SHOT © {#2 Begin Again Series}

CAPITULO XVIII.

« New York, concrete jungle

Where dreams are made of

There's nothing you can't do

Now you're in New York

These streets will make you feel brand new

Big lights will inspire you

Let's hear it for New York »

–Empire State Of Mind, Jay Z ft. Alicia Keys.

'Tal vez esto es lo que el destino quiere'

Hemos ordenado pizza para almorzar con Emma. Hace mucho que no nos dábamos el tiempo de estar juntas y hablar sobre nuestros días por lo que, a pesar de que sus historias se basan en fiestas y las mías sobre la Universidad y el trabajo, se siente bien compartir un rato.

—Lex... —dice, luego de darle un sorbo a su bebida y mirarme con cautela—. ¿Es verdad lo que me dijiste de Justin? Ya sabes, que pelean casi a diario y que le dijiste que no a irte con él.

Su voz es suave y sé que está intentando no alterarme o molestarme, casi como si estuviera tanteando terreno.

Carraspeo algo incómoda—. Sí..., más que nada peleábamos por el hecho de que no estaba descansando y comiendo como debía —me encojo de hombros queriendo quitarle peso al asunto para que así no se sienta tan culpable.

Emma se queda en silencio por unos instantes, sabiendo que no le he contado todo pero a la vez no queriendo ahondar más en el tema.

—Dile que sí —pide, luego de un momento. Mi ceño se frunce en confusión por lo que explica—; dile que sí, vete con él un tiempo. No es justo que por culpa mía te quedes aquí y te pierdas esa oportunidad. Hazlo.

—Emma... —digo, negando levemente con mi cabeza.

—Hazlo, no te preocupes por mí —sonríe ligeramente, estirándose sobre la mesada para apretar mi mano de forma reconfortante—. Estaré bien.

La miro con duda. Sé que me ha prometido que no volverá a caer pero temo que al irme olvide lo que ha dicho.

—Lex, dile que sí —junta sus manos en una señal de ruego haciéndome reír por lo tonto del gesto—. Ya es suficiente que te prives de tantas cosas por mi culpa, vete con él, diviértete. Te lo mereces, y él también por todas las discusiones que han tenido.

Lo pienso durante unos segundos. Pienso en todas las posibilidades; en todos los pros y los contras y, ahora que he hablado con Emma, ahora que todo parece claro y realmente estoy confiando en ella, no veo porqué no ir con Justin.

—Vale —acepto, provocando que mi mejor amiga suelte un chillido de felicidad y aplauda efusivamente—. Le diré que sí.

—Quiero saber todos los detalles —me apunta con un dedo siendo consciente de que es de mala educación pero no parece importarle—. Y cuando digo todo, es todo.

—Ya, ridícula —digo, rodando los ojos e ignorando su voz que detona advertencia antes de sacar una nueva rebanada de pizza.

—¿A dónde irán? —enarca sus cejas mientras bebe bebida.

—No lo sé —le respondo con el ceño fruncido—. Dijo que a donde yo quisiera.

—¿Y a dónde quieres ir?