El sol entraba a raudales por las ventanas del aula; era una mañana brillante y limpia. Sus compañeros charlaban y calentaban y pronto empezó a sentir loscaracterísticos calambres de la primera hora mientras estiraba.―¡Buenos días! ―Tae le rodeó el cuello con los brazos y le plantó un sonoro beso en la mejilla.
Jimin se aferró a él, devolviéndole el abrazo. Nunca pensó que necesitara recuperar el contacto con la realidad de esa manera, buscando algo tan conocido como elolor y el calor de su mejor amigo.
Tae se repuso del asombro y lo estrechó contra él.
―Eh, ¿te pasa algo? ―Estoy bien.
―Vale. Si tú lo dices...
Jimin hundió la cara en su cuello, cerrando los ojos con fuerza, hasta que logró tranquilizarse. El ballet era su vida, su mundo era todo lo que estaba relacionado con el baile, la danza, las coreografías, la interpretación de la música.
Yoongi era otro mundo.
Uno escandaloso.
Excitante, a veces.
Pero también difícil de soportar, complejo, abrumador.
Sabía que podía ponerle fin en cualquier momento, pero no quería. Sabía que lo que había solo era sexo, pero empezaba a sentir que el final dolería demasiado para hacer una cosa así.
―¿Seguro que estás bien? ―le preguntó su amigo una vez más―. ¿Quieres contarme algo?
Negó con la cabeza y se separó de Tae para seguir calentando. Su amigo dejó la bolsa de baile en el suelo y se tumbó espatarrado cuan largo era, emitiendo unlargo suspiro.
―Puf, ¿por qué tenemos que empezar tan pronto la clase? Tengo sueño, quiero dormir, estoy cansado... Despiértame cuando llegue el profesor ―dijo haciéndose un ovillo, usando la mochila como almohada.
Jimin lo zarandeó; él tampoco había descansado lo suficiente, se sentía torpe y sin energía, a pesar del desayuno que había ingerido.
―No seas vago ―le dijo. Tae lanzó un gruñido y le dio un manotazo para que lo dejara tranquilo.
―No soy vago. Soy una persona madrugadora, especialmente cuando las mañanas ocurren a eso del mediodía...
―Yo no he pegado ojo en toda la noche.
Tae se tumbó de espaldas y levantó las piernas para calentar los tobillos con unos giros.
―¿Y eso por qué? ―ronroneó divertido.
―Una mala noche ―se limitó a decir.
Su amigo se rió por lo bajo mientras se sentaba y lo miraba a través del reflejo de los espejos.
―JaeBum me dijo que ayer hiciste un paso a dos alucinante. Dice que te comiste a JungKook y que hasta Lía flipó contigo.
―Me he pasado el último mes ensayando ese paso a dos seis horas al día. A la fuerza he tenido que progresar.
―Jimin, sabes que te aprecio, y te lo digo de corazón, pero no eres de los que pierde la cabeza cuando baila―. Se acercó hasta él, invadiendo su espacio vital, para susurrarle al oído―. JungKook te propuso seguir ensayando a solas, ¿eh? ¿Lo viste sin mallas? ¿Cómo son esos musculitos que tiene en el estómago? ¿Y sus manos?¿Son igual de fuertes que cuando te sujeta en los saltos? ¿La tiene tan grande como parece?
―¡Cállate! Claro que no me propuso seguir ensayando ―jadeó. Su amigo empezó a reírse.
―¡Te has puesto rojo! Cuéntame los detalles, quiero saberlo todo.
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Baila para mí || Yoonmin
FanfictionJimin es un prometedor bailarín, que en su búsqueda de la perfección, ha dejado de lado todo lo que no tenga que ver con el estricto mundo del ballet. Pero cuando surge la posibilidad de conseguir un papel que anhela por encima de todo, el miedo al...