PHOTOPHENES 『HyunMin / 현민』

《PRÓLOGO》

Era un miércoles a medianos de Junio, y faltaban pocas semanas para que se pudieran despedir oficialmente de los estudios.

Seungmin se encontraba sentado en el banco dónde se reunían siempre después de clases (junto a sus amigos, aunque en invierno quedaban en casa de alguno.)

Últimamente, mientras esperaba a sus mayores, había llegado a una conclusión: odiaba el calor y a la vez lo amaba.

Lo amaba porque podía comer deliciosos helados (y él se declaraba fan de lo dulce), lo amaba porque significaba se acercaba la temporada no-más-sufrir-por-los-exámenes-de-matemáticas (nombre totalmente propiedad de él) y se podía pasar el día con sus amigos, sin preocuparse por el estresante instituto.

Y lo odiaba, lo odiaba mucho, porque causaba que HyunJin se paseara con ropa más ligera de lo normal.

Y eso era malo, malo, malo... Bueno, "malo", si se veía desde la perspectiva de un mejor amigo, que era eso... solo un mejor amigo.

Seungmin llevaba cinco años enamorado de su mejor amigo. Cinco largos años donde aguantó todos los coqueteos que le dedicaba a los afortunados (cómo le gustaba llamarlos), que no le incluían a él en la lista.

—Seungmin, te hemos estado buscando desde hace media hora —el castaño en quien estaba pensando apareció junto a Minho y Jisung, pareja quienes salían desde hacía unos dos meses dónde Seungmin contribuyó gran parte a que eso sucediera.

—Le envié un mensaje a Minho hyung —respondió desinteresadamente con los hombros mientras seguía comiéndose su helado de menta.

Hyunjin se sentó al lado de su mejor amigo, cerca, demasiado cerca.

Peinó su pelo hacia atrás y Seungmin sintió su corazón acelerarse porque sintió el suave olor del shampoo de Hyunjin, este acababa de volver de entrenar, y no era muy bueno para las hormonas del menor.

—Queda muy poco para el baile escolar —comentó Jisung cuando volvió de ir a comprar los helados para los tres, se sentó de nuevo junto a su pareja —¿Tenéis pensado a alguien en particular?

Seungmin, inconscientemente se giró a observar a Hyunjin y Minho quien sabía de su secreto (aunque este nunca se lo había admitido) hizo un puchero triste y le cogió de su mano sorprendiéndolo, volviéndole a la realidad y acto seguido le brindó una sonrisa.

—No lo tengo claro —con esas palabras una pequeña esperanza surcó en forma de destello en los ojos del más pequeño. Pensaba que, si continuaba sin pareja para el baile podrían ir juntos aunque fuera una escusa encubierta de "salida de amigos" —aunque, me gustaría pedírselo a JeongInnie.

Seungmin bajó la mirada derrotado, todo destello de felicidad se había ido por dónde había llegado, llevándose todas sus esperanzas.

Minho lo observó triste, antes de que empezaran a salir con Jisung, escuchó bastantes falsos rumores de relaciones del castaño y algún que otro, por desgracia, pidiéndole consejo para saber qué le gustaba a Jisung para poder enamorarlo.

Seungmin estaba en su situación, y no iba a permitir que continuara así.

—¿Vas a dejar a tu mejor amigo así, tirado? —Jisung preguntó cómo si hubiera leído las intenciones de su pareja.

—Seguro tendrá a diez pretendientes antes del viernes —Hyunjin lo miró y volvió a sentir el nudo en la garganta al observar los orbes castaño intenso. —No ves lo adorable que es.

Le pellizco la mejilla juguetonamente y Seungmin se quejó, aunque no le había dolido, quería, no, más bien, debía, tener lejos cualquier tacto con el mayor o sería peor para su enamorado corazón.

—Es verdad, hyung —Seungmin habló dirigiéndose a Jisung —y, puede que al final ni vaya, no me apetece mucho... No me gustan esas cosas.

—No, no, tienes que ir —Hyunjin replicó casi al momento, con los ojos abiertos y girando todo su cuerpo hacia el menor, sujetando los brazos en la barandilla de la silla metálica. —Será nuestro último año de instituto y tenemos que despedirlo bien.

La pareja que tenían de acompañantes observaban la escena en silencio, se dedicaban miradas sin saber qué aportar en la conversación ya que parecían muy inmersos en su pequeña discusión para poder convencer al otro.

—No me vas a convencer —Se cruzó de brazos y recostó todo su peso en la silla —aunque me pagues cuatro helados.

Quería sonar que no le interesaba ir por razones que no sobresalían del "me da pereza ir" y no por el que vería a Hyunjin y a su quien-fuera-su-pareja disfrutar de la velada.

—Y sí... —Empezó con Seungmin mirándolo de reojo —¿Te consigo el osito que querías por navidad?

Seungmin negó con un puchero; recordaba ese osito, lo había estado visualizando por semanas pero sin dinero que pagarlo, tenía que conformarse con verlo detrás del cristal, hasta que un día desapareció de la tienda y descubrió que una antigua ex de Hyunjin lo había comprado.

Seungmin negó.

—Oh, vamos... —HyunJin bufó frustrado.

—¿Y si apostáis? —Propuso Minho y los tres lo miraron a la vez, cómo si le hubiesen crecido doce cabezas al mayor—Si Seungmin no consigue pareja máximo hasta el miércoles de la semana que viene vas a acompañarlo al baile, y si se le declaran... Tendrá que hacer lo que le digas por un mes.

Seungmin lo miró confundido, ¿qué le pasaba por la cabeza de su Hyung?

Ni de broma iba a conseguir una pareja en tan poco tiempo, aunque Hyunjin dijera que era adorable (que odiaba ese apodo porque era con el único con el que lo describía el mayor), rara vez –la verdad, tantas como que se podrían contar con una mano- se le habían declarado.

Y si su mejor amigo quería invitar a JeongIn al baile, él no iba a impedírselo, pero antes de poder protestar se reanudó la conversación:

Jisung lo miró cómplice, y apoyando la idea de su pareja, afirmó —creo que es un trato justo.

—Acepto —cómo no iba a aceptarlo si Hwang Hyunjin amaba los desafíos.

Seungmin suspiró derrotado, y aceptó.

La pareja chocó los cinco disimuladamente, porque seguro que iban a planear algo para ayudar al menor, y Seungmin empezó a mentalizarse a tener que aguantar la nueva pareja de su mejor amigo.

Definitivamente, Seungmin sabía que iba a perder el reto, ¿no?