« CAPÍTULO 18 »

3.5K 491 128
                                    


Esa tarde habían quedado como siempre para poder estar juntos sin que nadie los viese. A pesar de que estaban mucho en casa de uno o del otro, no les importaba. No necesitaban hacer planes extravagantes y exóticos para poder disfrutar del momento. Estaban juntos y eso era lo único que era importante.

Hyunjin aún se veía un poco reacio a tener muestras de cariño delante de la gente, pero no quería pensar mucho en eso, porque cuando estaban solos, le demostraba lo contrario: le abrazaba, lo besaba alguna que otra vez, buscando su mano discretamente para entrelazarla y dando circunferencias con el pulgar lentamente y llevarse sus manos unidas a sus labios para darles un beso ahí, sin siquiera mirarlo, pero, ¿y qué?, él se recostaba en su hombro complacido y sonriendo como un tonto enamorado. Era todo lo que necesitaba.

—No entiendo esto... —el pelinegro habló mientras giraba la silla de ruedas para poder encarar al chico que estaba sentado en la cama, con los libros esparcidos por esta —Me rindo, esto es muy difícil.

Seungmin se levantó, divertido por la reacción y cuando se iba a inclinar para poder leer bien lo que el otro no entendía, HyunJin separó la silla de debajo del escritorio y se palmeo las piernas con una sonrisa burlona y un gesto infantil.

—¿De verdad? —preguntó cruzándose de brazos encima de su pecho.

—Oh, vamos, no me dirás que ahora te avergüenzas —dejó de palmear sus piernas para mirarlo divertido.

—Tenemos examen, ahora no es el momento.

—¿ahora no es el momento de qué? —sonrió entreabriendo sus labios y dejando que sus ojos se cerrasen —Seungmin, ¿en qué estás pensando?

Sus mejillas se avivaron de un color rosado mientras las inflaba y hacia un puchero. Hyunjin rió de su expresión y aún sentado y el otro de pie, el pelinegro lo arrastró por la cintura hasta sentarlo encima de él y colocar su cabeza entre el cuello y la clavícula, no sin antes dejar un pequeño beso ahí, amando el tacto de su piel encima de sus labios.

—Te odio —giró un poco para decirlo.

—Me quieres —tocó con la punta de su dedo índice la nariz del pelirrojo y volvió como estaba, enredando sus brazos en la cintura del menor.

Le explicó lentamente el ejercicio, un poco incómodo porque podía ver de reojo como Hyunjin no prestaba atención a precisamente sus palabras, sino que observaba su cara tan cerca y sonreía él solo.

—¿Me estás escuchando? —preguntó cuando vio que Hyunjin ya se había perdido. Colocó un mechón detrás de su oreja, recolocándolo y observó como el pelinegro se sobresaltaba. —Ya veo que no.

—Sí, sí... —Intentó leer lo que Seungmin estaba señalando con el dedo, pero no pudo conseguir qué era lo que le estaba explicando y se disculpó: —Lo siento.

Seungmin negó y rodeó con su brazo el hombro del mayor, sin importarle que anteriormente no le estuviera haciendo caso.

—Vamos, por cada página que aprendas —se giró un poco, quedando de lado encima de las piernas, balanceó un poco los pies porque no tocaba el suelo y Hyunjin solo pudo notar cosquillas en la barriga por lo mono que era —Te daré una recompensa, ¿sí?

Y aunque no había especificado cuál, le fue suficiente para centrarse. Volvió a explicarle todo desde el inicio, de vez en cuando, Seungmin se giraba para ver lo aplicado que estaba. Sonrió y volvió su vista a la libreta.

Aunque una vez que se giró y sus ojos chocaron, quedándose un momento con la mirada conectada, acariciándose solo con los ojos, Seungmin sonrió sintiendo mariposas en el estómago y se inclinó para darle un corto beso que Hyunjin aceptó sin rechistar.

PHOTOPHENES 『HyunMin / 현민』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora