« CAPÍTULO 16 »

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Los días siguientes a ese, todo fue a mejor. Habían vuelto a establecer una buena relación –completamente a hace apenas tres semanas- y sin duda no tenía nada que ver con la anterior.

Hyunjin intentaba mantenerse el máximo que podía con él. Cuando no tenían ninguna clase en común, se esperaban en la puerta para poder ir juntos (incluso se lo tomaban cómo un juego a ver quién llegaba primero a la clase del otro). Y Seungmin estaba feliz al saber que si se abría la puerta dando paso a la avalancha de estudiantes ansiosos por salir, al fondo, visualizaría a Hyunjin esperándolo con una sonrisa amplia, cerrando sus ojitos y dejando que sus hoyuelos se marcaran felizmente. Entonces, lo correspondía sintiendo cómo su corazón se derretía a merced del momento y le respondía con otra de sus sonrisas.

También, se habían acostumbrado a ir cogidos de las manos, (o solamente entrelazar sus dedos sin llegar a unirlos del todo), y a pesar de que cuando eran solo amigos lo hacían, ahora se sentía distinto. Cuando se rozaban, empezando a unirse sus manos, florecía en su interior una sensación de bienestar, cómo si solo entonces, todo estuviese en orden en ese momento. Su barriga se llenaba de mariposas y la respiración, las manos, los pasos, sus labios... parecía que se hubiese creado para complementar perfectamente con el mayor.

Y sonreía bobamente cuando lo recordaba, perdiéndose en la esencia de esos momentos entre días de verano en los cuales se sentía plenamente feliz.

—... Mantengámoslo en secreto, por favor —Le había dicho una tarde mientras bebían un batido en la noche en casa de Hyunjin. Algunos días quedaban por la noche, para poder observar las estrellas juntos, les gustaba hacerlo, y ahora que podía se aprovechaba de eso gracias al buen tiempo—No quiero que nadie se entere aún...

Y él había accedido, Hyunjin aún se mantenía un poco indeciso, tampoco habían vuelto a sacar el tema, y no sabía cómo se sentía respecto a él después de la confesión, pero ahora que veía un poco de esperanza, tampoco lo iba a presionar; sin embargo, no se callaba todos los besos que quería darle cuando estaban solos.

Muchas veces lo tomaba por sorpresa todas esas muestras de cariño y los besos (e incluso, algunos los daba él, enamorado) y era inefable lo que sentía en ese momento.

—De acuerdo... —Se recostó de nuevo, -pues estaba Hyunjin sentado cómo indio con Seungmin entre sus piernas en medio del césped-, dejándose arropar y zarandear un poco, jugando en los brazos del mayor, tirando su cabeza hacia atrás hasta que chocó contra el hombro de Hyunjin y este le acariciaba su pelo, abrió los ojos mirando hacia arriba y Hyunjin lo besó en la frente desde su altura —Hm... No se lo diré a nadie.

"Ni a Minho hyung", replicó al momento, haciéndole prometer.

—Ni a Minho —repitió, lo miró, sonrió y lo besó.

[...]

Seungmin no creía lo que esa tarde decía su mejor amigo. Se encontraban en el comedor de casa de Minho, viendo alguna película (después de estar minutos en silencio sin saber qué hacer, y era raro lo callado que estaba el mayor). Era sábado y por norma o costumbre, siempre quedaban.

—Seungmin... —el mayor se giró, inquieto —Tengo que decirte algo...

Minho estaba raro, lo pensó apenas vio que su amigo no estaba cómo habitualmente; se había pasado casi toda la tarde callado, intercambiando alguna que otra palabra cuando le preguntaba algo. Estaba bastante sumergido en sus pensamientos, se mordía los labios, incluso Seungmin podría afirmar nervioso y en definitiva, ese no era su Minho.

—¿Ha pasado algo con Jisung? —pausó la película.

—¿Cómo lo sabes...? —preguntó con los ojos abiertos, tenía miedo que se hubiese enterado por terceras personas. Seungmin ladeó la cabeza, incrédulo y entonces supo que no lo sabía, que solo había intentado adivinar qué le sucedía (y adivinó), así que le explicó: —El otro día... Bueno... EstábamosencasadeSunggieylohicimos.

PHOTOPHENES 『HyunMin / 현민』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora