« CAPÍTULO 11 »

4.4K 599 238
                                    

Desde hacía media hora (lo que llevaban de clase), estaba repitiendo la misma trayectoria con la mirada: Pizarra, Seungmin -dándose un poco de tiempo para admirarlo sin que se diese cuenta-, pizarra, Seungmin, libreta, pizarra y... Seungmin.

¿Qué tenía últimamente que no se lo podía quitar de la cabeza?, ahora la apuesta había acabado, y aunque había ganado, no estaba feliz.

Seungmin se había alejado un poco de él, lo justo para hablarle pacíficamente y mantenerse a su lado, pero aún así no tenían las mismas conversaciones que antes, ni la misma conexión. Y aunque intentaba mantener un dialogo estable, el pelirrojo buscaba cualquier mínima cosa en su entorno para evitar pasar más tiempo con él, lo sabía.

Pero no sabía el por qué.

No le gustaba nada cómo estaban ahora, cómo podía ser que de la noche a la mañana hubiesen cambiado tanto, joder, ¡qué solo había sido un beso y una pequeña confusión!

Ojalá nunca lo hubiese besado.

Enfurruñado con una mueca apoyando su cabeza en la mano continuaba pasando el tiempo, sin prestar realmente atención en clase, aunque miraba en la pizarra de vez en cuando, se desviaba, sin querer, de nuevo hacia su amigo.

Este estaba hablando con su compañero de mesa entre susurros, y aunque agudizó un poco su oído para escucharlo no había manera. Solo era capaz de escuchar su tímida risa, y como estaba sentado en diagonal hacia él, era capaz de ver cómo abría la boca para reír, entrecerrando los ojos, dándole un aspecto más aniñado.

Adiós a su concentración; giró un poco la cabeza para volver a conectarse, aunque fuese un poco, con la clase. Tenía la mandíbula tensa y aún no abandonaba su pose apoyada en la palma de la mano, se relamió el labio y continuó.

Intentó pensar en algo más, cualquier cosa, como por ejemplo lo que habían hablado esa mañana con Chan en la práctica, antes de que entrase JeongIn, y su sorpresa fue que el pequeño no lo estaba buscando a él, sino a su hyung; no se entristeció, se quedó viendo como las facciones del pequeño se alegraban al momento que Chan le contestó, amplió su sonrisa, enseñando su aparato y se perdió en el dialogo de ellos dos solos.

Entonces decidió no interrumpirlos y continuar su recorrido hasta la clase, donde por el camino se encontró con Changbin, parecía que los últimos meses no habían cambiado para él. Su rostro se había endurecido igual que su espalda que se erigía con un posado indescifrable.

Llevaba las manos en los bolsillos, y caminaba mirando fijo hacia delante, sin prestar atención a su alrededor. Intentó acercarse a él, sabía que Changbin lo estaba pasando mal, igual que Felix, pero Felix los tenía a ellos (Hyunjin, Minho, Seungmin...), pero Changbin, ¿a quién tenía?

—Changbin hyung —cuando lo llamó, pensó que lo respondería girando su rostro y con un seco "¿qué quieres?", lo mandaría a la mierda.

Pero no fue así, el nombrado se encogió en sí mismo y avanzó más deprisa el paso, casi chocándose con todos los que pasaban delante suya. Hyunjin lo siguió.

Después de girar unas cuantas veces por los pasillos, Changbin pensó que ya no lo seguía, por eso se detuvo. Pero cuando notó que una mano se posaba detrás suyo y lo retenía a huir, supo que debía haber corrido más.

—Changbin hyung, escúchame —lo giró un poco con la mano que estaba encima de su hombro, y encontró de nuevo el posado duro de su amigo —Felix me ha explicado lo que ocurrió.

Y aunque pronunció el nombre del australiano, pareció no inmutarse; pareció, porque no pudo esconder el brillo de sus ojos tillando curiosos.

—No quería decir eso, hyung —intentó disculparse en nombre de su amigo —Felix realmente se arrepiente de lo que dijo.

PHOTOPHENES 『HyunMin / 현민』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora