« CAPÍTULO 14 »

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Si ahora mismo le preguntaran cómo se encontraba, respondería perdido.

Estaba ensimismado en su mundo, sin ser consciente de lo que le rodeaba, estaba tan sumergido en sus pensamientos y en lo que estaba viendo, que no sentía nada a su alrededor. Parpadeó, despertando de su pequeño trance cuando escuchó un pequeño gruñido y vio como su amigo se giraba dándole, ahora, la espalda enredado entre las sábanas.

Después de haber disfrutado del momento, Hyunjin se había desmayado, y Seungmin sin saber qué hacer, llamó a su hermano. Entre los dos lo llevaron a su casa, y lo dejaron descansar en la cama del menor, y este, sin querer despegarse de él hasta que estuviera seguro de que se encontraba bien, le cuidaba en silencio.

Le había contado a su hermano –menos, obviamente, la parte más vergonzosa, sin embargo Wonpil no dejó escapar ese sonrojo que delataba a su hermanito-, qué había sucedido, lo cual rápidamente dedujo que se había desmayado como método de autodefensa delante de todos esos sentimientos encontrados. Ahora solo necesitaba reposo.

Estaba pendiente de cambiarle el paño húmedo y recolocarlo cada vez que podía, la fiebre había bajado un poco, y aunque quizá ahora casi no tenía, aún seguía preocupado.

Mientras seguía con su tarea, tenía muchas dudas y le parecía imposible sacarse ese momento de la cabeza; a Hyunjin le gustaba JeongIn, y por cómo se veían cuando estaban juntos, ellos dos parecían una pareja perfecta, deberían acabar juntos. Pero cuando lo besó, todas esas expectativas parecían que se iban rompiendo a trocitos.

Había despertado tantas sensaciones, -ahora ya siendo consciente de que no podía dejar de sentir esos sentimientos hacia su mejor amigo-, había sido perfecto y único, que incluso llegó a pensar momentos después que se había despertado de un sueño, todo producto de su imaginación. Llegó a rezar para que esta vez no hubiese sido una jugada de su cerebro.

El pelinegro empezó a hacer pequeños gruñidos, moviéndose entre las sábanas de lado a lado, desperezándose y frunciendo las facciones de su cara, antes de entreabrir sus ojos, volviéndolos a cerrar al momento (los tenía pegados por las legañas y aún tenía dolor de la cabeza, y la luz le molestaba). Seungmin se dio cuenta de eso y le apagó las luces, dejando solo con la que solía dormir por su miedo a la oscuridad.

—Hyunjinnie, ¿te encuentras mejor? —preguntó acercando su cuerpo solo apoyado por una rodilla para poder tomar su temperatura. Aún tenía un poco de fiebre.

—Me duele la cabeza —confesó poniendo sus manos en esta —¿Qué ha pasado...?

—Te has desmayado, pero mi hermano ha dicho que ha sido por el momento, así que no deberías de preocuparte... —le acarició el cabello del flequillo, jugueteando cariñosamente con él —¿Recuerdas qué ha pasado?

—Vagamente... —volvió a recostar su cabeza en la almohada —Recuerdo haber visto a mi padre, y...

—¿y? —insistió colocando las manos en el colchón, acortando la distancia entre los cuerpos inconscientemente.

—¿Nos besamos? —Al decirlo, giró su cabeza para verlo, con el brazo tapándose los ojos y descubrirlos a las palabras, mirándolo fijamente. Seungmin deslizó sus ojos a la conexión. —Espera, ¿te besé?

Seungmin asintió sonrojado (aunque por la oscuridad y la tenue luz no se podía apreciar).

—¿Por qué? —Vio como Hyunjin cabeceaba y cerraba sus ojos dispuesto a dormir, pero necesitaba respuestas, y aunque era un poco cruel, continuó insistiendo. Volvió a recolocar el paño correctamente para llamar su atención.

—Estabas muy bonito —soltó como si nada, cómo si realmente esas palabras no fuesen a impactar en el menor —De verdad eres bonito, solo, quise besarte y no me reprimí. Llevo bastantes días haciéndolo para serte honesto...

PHOTOPHENES 『HyunMin / 현민』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora