« CAPÍTULO 27 »

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—¿Qué ha ocurrido con Seungmin? —el australiano abrió la puerta recostado en esta, viendo como su amigo entraba.  

—¿Cómo lo sabes? —le preguntó justo después de sacarse los zapatos para poder entrar a la casa. Felix alzó su ceja y sin mirar nada, se cruzó de brazos e intimidó al pelinegro.

—Lo he supuesto, estaba hablando con él —sus ojos titilaron —me ha pedido perdón por la pelea que tuvimos. Pero has llegado tú y ha colgado sin siquiera despedirse.

—Uh... sí —Hyunjin se frotó la nuca mientras se mordía el labio —Desde hace días he estado... evitándolo.

—¿por qué no me lo habías dicho? —Felix saltó al sofá donde se encontraba Hyunjin sentado, haciendo que este retrocediese incómodo con un sonoro "¡yah!". —Es muy triste que tenga que enterarme por alguien más.

—Lo siento, he estado pensando demasiado —Hyunjin sabía que el rubio iba a hacer burla de eso y se avanzó: —Sí, pienso.

—¿Y qué ha hecho esta vez para que te haya puesto de este modo? —El pelinegro calló —Hyunjiniieee...

El rubio empezó a pellizcarle las mejillas después de que este hiciera un puchero. —¡Está bien! ¡Está bien! ¡A Seungmin le gusto!

—Hostia Hyunjin, —Felix volvió a sentarse en el sofá sorprendido —¿Te lo han dicho o has llegado tú solito, genio?

—¿Qué? —en su cara se formó una expresión confundida —¿¡Tú lo sabías!?

—¿Quién no lo sabía? Chico, era muy obvio. —Hyunjin balbuceó pero no llegó a poder murmurar una palabra —Seungmin lleva mucho tiempo enamorado de ti.

—¿Qué...? —Felix asintió —¿Por qué nunca me lo había dicho?

—Seungmin también es mi amigo, no podía haber dicho algo tan importante para él —Hyunjin pareció comprenderlo y Felix continuó —Además, Seungmin parecía quererlo mantener callado para siempre, pero fuimos Minho y yo que le insistimos en que eso tenía que terminarse.

—Nunca lo había visto de otro modo que no fuera más allá de amigos... —el rubio se aproximó a él y lo rodeó con un brazo.

—Está bien, Hyunjin, Seungmin lo va a entender y aunque le duela —lo abrazó un poco más fuerte hacia él —lo va a superar. Él era el primero en decir que no quería obligarte a nada que no estuvieras de acuerdo.

—Pero es que Felix, quiero una oportunidad.

[...]

—No está, Hyunjin... —vio como su amigo hacía un puchero mientras hablaba entre gritos al lado de su oreja.

La música retumbaba en sus oídos y las luces dificultaban su campo de visión, los adolescentes bailaban a su alrededor, pero él se encontraba agobiado. Felix y él se encontraban cada uno buscando a sus acompañantes; el australiano mientras estaba buscando a Changbin, él buscaba a JeongIn.

—Quizá aún no ha llegado —el pelinegro se encontraba mirando por todo el salón, JeongIn se aproximó a él —Oh, JeongIn.

Lo saludó con una sonrisa. —Hola, Hyung.

JeongIn quería saludar a Felix, pero este estaba en su propio mundo alejado de su alrededor. —Está buscando a Changbin.

—¿Vas a darle una oportunidad? —Felix lo miró, asintiendo y el menor sonrió, porque aunque no eran muy amigos, le había hecho caso.

Antes de unirse al ambiente de la fiesta, JeongIn tironeó de Felix, disculpándose con Hyunjin para decirle que quería hablar un momento a solas con él.

Y sin esperar respuesta, los dos se fueron.

Hyunjin suspiró frustrado al verse solo, sentado en una mesa, con su cabeza apoyada en su mano; realmente, ahora que estaba ahí, no sabía por qué tenía tantas ganas de ir semanas atrás. Quizá, por el hecho de que las cosas no se habían torcido tanto y ahora tenía la mente hecha un lío.

A pesar de que estaba decidido a atreverse a enfrentarlo.

Continuó recorriendo la mirada por el salón, y sin quererlo lo encontró a él. Las luces azules contrastaban con su pelo rojo y cubrían su rostro, Seungmin estaba sonriendo y sin darse cuenta, una sonrisa también se deslizó por su cara.

Oh, pero Seungmin le estaba sonriendo a Woojin.

Y cuando vio el mayor, pareció como en su mente una aguja hubiese explitado el globo que era su ensoñación. Tenía ganas de ir ahí y arrebatarle el pelirrojo, ser él quien le sacara esa sonrisa, pero sabía que no podía.

Sería muy egoísta de su parte haberlo estado evitando y de volver a él sin una explicación.

Seungmin se merecía algo mejor.

Por eso, a pesar de que JeongIn había vuelto solo después de su charla con el rubio, Hyunjin solo se pudo concentrar en vigilar al pelirrojo y pensar en qué podría decirle para que lo perdonara. Quería sus disculpas, y poder empezar todo de cero con él.

Ahora que se daba cuenta, no quería algo con él; lo quería a él.

Las horas fueron pasando y seguía mirándolo, enfurruñado porque no estaba con Seungmin mientras que este, estaba disfrutando demasiado del baile, y siquiera lo había buscado.

JeongIn no parecía enfadado con el hecho de que, durante las horas que habían transcurrido, no le hubiese prestado atención.

Su mandíbula estaba tensa y las manos crispadas de los nervios, per el menor no le había pedido explicación alguna, y solo se mantenía con una sonrisa.

—Hyung, ¿a quién estas buscando? —en uno de los momentos de la noche, mientras Hyunjin se mantenía sentado en la mesa de la cual no se despegaba desde hacía horas, sentado y frunciendo el ceño, Jisung se le había acercado.

—Oh, a nadie —intentó fingir una sonrisa, pero Jisung le colocó una mano en su hombro.

—Está afuera, solo —Hyunjin lo miró mordiéndose el labio superior, Jisung cabeceó hacia la puerta y al final se levantó —Oh, Minho Hyung me ha dicho que como vuelva llorando no va a tener piedad de ti.

—No lo haré, esta vez voy de verdad. 

"prometo no tardar tanto a subir el siguiente" dije yo en el capítulo anterior xDDDD...

lo siento ;; pero como la mayoría de los comentarios dijeron que subiera los capítulos finales de golpe, pero con algunos días de diferencia,  pueeeees hasta que no los he terminado, no quería subir nada.

me falta un capítulo para acabar de escribir 'photophenes' y estoy muy soft ╥﹏╥.

eso es todo, ¡nos vemos dentro de dos o tres días! °^°

nos leemos ~

PHOTOPHENES 『HyunMin / 현민』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora