El amor de mi vida

Capítulo 2 "El príncipe de mis pesadillas"

El sonido del despertador osó despertarme a las seis en punto de la mañana para prepararme e ir a trabajar nuevamente. Siendo honesta, después de lo que había pasado ayer en Jack's House, no quería volver allí para toparme con Charlie y Melissa tratando de romper el récord de la pareja más ridícula en la historia de California

Bajé las escaleras hasta la sala, como mi cuerpo estuviera hecho de gelatina. Lento, desganado, y desesperada por que el día terminara, aún cuando apenas acababa de empezar

—¿Pudiste dormir anoche? —preguntó Diana repasando las páginas de su libro. Lucía despierta a pesar de la hora, y su cabello negro estaba perfectamente peinado, como si hubiera pasado toda la noche en ello

Negué con la cabeza mientras revolvía mi desayuno en mi plato

—Odio el cereal con leche —gruñí evadiendo el tema —. ¿No tienes un poco de café para añadirle al menos?

—¿Estás así por lo de Melissa y Charlie? —preguntó con el modo detective activado —. Se ve que te afectó bastante lo de ayer, si no, no estuvieras evadiendo el tema —Me miró —. No creas que no sé lo que haces

—No me afectó —negué, moviéndome en mi asiento, nerviosa como una niña chiquita —. Es sólo que.... Jamás imaginé a Charlie con Melissa ¿tu sí? —Apunté hacia su dirección

—Es cierto —dijo pensándolo —. Tu siempre decías que Melissa siempre hacía de todo para hacerse notar frente a Charlie, y que él la ignoraba —Pensó otro segundo y luego volvió a hablar —. Pero.... Supongo que ahora que ya ha crecido, habrá encontrado algo en ella que le habrá gustado, supongo

La miré mientras en lo que decía, buscando algo en mi mente que explicara la repentina y repugnante relación entre Melissa y Charlie. 

Mi estómago empezó a revolverse mientras pensaba, obligándome a rechazar lo que quedaba de mi cereal

—¿Jenna pasará por nosotras hoy? —preguntó cambiando el tema

—No lo sé —contesté sin ganas de seguir ninguna conversación

El timbre sonó insistentemente en la puerta, haciendo que mi cuerpo se tensara nerviosamente

—¿Esperas a alguien? —preguntó Diana notando mi reacción

Negué con la cabeza, incapaz de decir una sola palabra a causa de la sorpresa

—Abre tú —dijo Diana yéndose a su cuarto

Después de dudarlo, abrí la puerta, solo para encontrarme con una desagradable sorpresa

—Hola Car —saludó Frank entrando a la casa sin ser invitado

—¿Qué pasa Frank? —saludé tratando de mantener mi respiración con normalidad —. Siendo honesta, no esperaba verte después de..... aquello —dije cortante

Él solo permaneció quieto, sin responder nada de lo que le había preguntado

Ciertamente estaba más viejo y desagradable que la última vez que lo vi, con feas y desagradables verrugas que ahora eran visibles en su rostro. Su piel blanca lucía arrugada, pero eso no quitó que el miedo se apoderara de mí

—¿Tu hermana está en casa? —preguntó como si estuviera haciendo una investigación

Lo miré con odio. El sentimiento con el que lo miré durante varios años, mucho antes de mudarme a California

—No quiero que te acerques a mi hermana —exigí como si estuviera dándole una orden

—No es tú hermana —me señaló —. Es mi hija —señaló a sí mismo —. Quiero verla —pidió acostándose en el gran sofá de la sala