Capítulo 11 "El amor nos vuelve infantiles"

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La noche pareció pasar rápidamente en el momento en que Charlie y David nos acompañaron para llegar a casa. Por un momento me olvidé de todos mis problemas, y disfruté de un increíble y mágico momento rodeada de las personas que me quieren

Me levanté de mi cama, deseando no encontrarme con Frank aunque fuera por una hora. No quería verlo, no quería que todas sus palabras martillearan en mis oídos nuevamente, interrumpiendo mi momento de felicidad

-Buenos días -saludó mi hermana radiante, sirviendo el desayuno -. Me tomé la libertad de cocinar por ti, ya que se te pegaron las sábanas -dijo levantando las cejas continuamente, entregándome un plato de Hot Cakes con miel por encima, derramándose en el plato -. ¿Te gustó la sorpresa de anoche? -Me sonrió con picardía

Conocía a Diana mejor que nadie y sabía que solo era cuestión de minutos para que se atreviera a llegar a ese punto de la conversación

-No me la esperaba -Me atraganté mientras hablaba -, pero fue algo muy bonito de su parte. Lástima que me vestí como una pordiosera -Tomé un poco de agua, recordando como lucían mis desgastados Jeans

-¿Quién va a ir a una cena con el chico que le gusta vestida de esa forma? -Se burló la chica -. A propósito.... ¿Le darás una oportunidad ahora que se atrevió a hacer algo tan ridículamente romántico por ti? -preguntó con esa sonrisa de inocencia y curiosidad clásica de ella

-Buenos días -Apareció Frank interrumpiendo mi respuesta. Aunque no estaba segura de qué decirle todas formas -¿Cómo están mis dos chicas favoritas en todo el mundo -Me abrazó con sus dos brazos, apretándome contra él con fuerza bruta, haciéndolo pasar por un cariñoso abrazo de padre e hija

"Ojalá Charlie apareciera para romperle el alma otra vez"

-Buenos días papá -saludó su hija lanzándole un beso al aire, acercándose a nosotros para unirse a lo que en mi opinión, era un abrazo forzado

-¿Cómo te fue en tu cita con ese muchacho? -interrogó Frank aclarando su garganta -¿Te trató bien?

-Es un buen chico -le confirmó Diana tratando de ocultar su emoción -. Y si, se portó de maravilla

-¿Qué hay de ti, Caroline? -preguntó con la boca aún llena de comida -. ¿Ese chico te trató bien? Si te hizo algo....

-Me la pasé de las mil maravillas, Frank -interrumpí observándolo fijamente -. Gracias por preocuparte

-¡Claro que me preocupa! -exclamó con exaltación fingida -. Te conozco desde que eras una niña, y te considero como mi hija -dijo tomándome de la mano

Y entonces el recuerdo llegó a mi mente, permitiéndome sentir rencor hacia él nuevamente

Hace once años:

-¡Mírate! -gritó haciéndome estremecer -. Tu jamás llegarás a ser nada en esta vida. No eres mas que un estorbo del que pronto me voy a deshacer para ser feliz con mi hija

-¡¿Por qué?! -le grité ¡¿Por qué eres así conmigo?! -rogaba aquella Caroline de tan solo doce años por una explicación

-Tu padre -dijo de manera inesperada -. Tu padre me robó la oportunidad de ser feliz con el amor de mi vida. Él se llevó mi felicidad, y yo le robé su vida -confesó dándome un empujón, tirándome sobre la cama

"Y por eso lo odio, y por eso estoy tan agradecida con Charlie por la paliza que le dio, porque gracias a él pude cobrarle lo que me debía

-Tengo que irme al trabajo -Me levanté de la mesa, dejando mi plato a medio comer por primera vez en mi vida -. El nuevo jefe es muy exigente, y no quiero llegar tarde

El amor de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora