Capítulo 14 "La casa de los recuerdos"

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Finalmente llegamos durante la tarde después de toda una mañana de viaje. Mis brazos se sentían temblorosos y mi cuerpo se tensaba a medida que estábamos cerca de San Francisco, preguntándome qué era lo que me esperaba al llegar a mi casa

—Ya llegamos —apuntó Diana con alegría en sus ojos. Su sonrisa se extendía por su cara con esa inocencia de niña que la caracteriza desde siempre

—Gracias por el viaje, chicos —agradecí preparándome para lo que fuera que me esperaba al cruzar aquella puerta

—Cuando quieras —habló Charlie acercándose para darme un beso en la mejilla. Nuestras miradas se cruzaron en el momento de despedirnos, y nuestras caras quedaron lo suficientemente cerca como para atraer las miradas curiosas de nuestros amigos —. Adiós —se despidió el muchacho aclarándose la garganta y luego se dispuso a encender la minivan para marcharse

Miré la casa desde afuera, tratando de armarme del valor suficiente para soportar los acosos, insultos y chantajes que me esperaban al llegar nuevamente a casa

—¡Bienvenidos a casa, chicas! —saludó Michelle dándonos un beso en la mejilla a cada una. La muestra de afecto trajo en mí recuerdos de lo feliz que era cuando al llegar de la escuela mi mamá me besaba y me abrazaba de la misma forma que lo había hecho la mujer

—Mamá ¿qué te dije de recibir de esa forma a mis amigos? —se quejó Jenna limpiando su mejilla —. Es vergonzoso

Me reí al observar la escena madre e hija que se llevaba a cabo en la sala

—No me molesta —dije abrazando a Michelle con cariño —¿Dónde está Frank?  —pregunté fingiendo interés

—Está en su habitación viendo el noticiero —informó la mujer sin interés alguno en dicho asunto

—Voy a verlo —dijo Diana subiendo a la habitación de su padre

Estaba a punto de subir yo también cuando el timbre sonó, rescatándome. Abrí la puerta, y mi corazón casi se paraliza al ver quien estaba parada frente a mí

—¿Melissa? —pregunté sorprendida verdaderamente. A pesar de que ella era muy unida a nosotros (por Charlie) era el tipo de visitas que no esperabas en tu casa, a menos que estuviera con el resto del grupo

—Necesito que me ayudes, Caroline —pidió con preocupación en su mirada —. Hace dos semanas Charlie terminó conmigo y tengo miedo de que tenga otra chica, y ya no quiera volver —habló con horror en su voz

La culpa y el desespero por salir corriendo se hicieron presentes en el momento en que ella dijo esas palabras

"¿Cómo se supone que iba a decirle que Charlie y yo estábamos juntos?" "Bueno....eso si realmente él y yo estábamos juntos de esa forma"

—No te puedo ayudar, Melissa —me negué rogando mentalmente que no insistiera en el tema —. Charlie es lo suficientemente grande para tomar sus decisiones por sí solo, y yo no soy nadie para obligarlo —Busqué un punto fijo donde poner la mirada para que no se notara la culpa recorriendo mi sistema

—Eres su amiga —insistió —. De seguro él te habrá dicho algo

—Lo siento Melissa —Abrí la puerta de la sala, pidiéndole amablemente que se fuera

—Lo averiguaré por mí misma —Salió enfurecida al no recibir información 

Mi teléfono vibró con insistencia dentro del bolsillo delantero de mis shorts playeros que no me había quitado desde que llegué

"Reunion ahora. Es una emergencia" —decía el mensaje de Charlie junto con un emoji de una carita desesperada. Me quedé un rato mirando mi teléfono mientras recordaba los mensajes de código rojo que me mandaba con Raymond, que no eran más que hojas de cuadernos mal arrancadas con muñequitos de palitos y redondos en aquel entonces 

El amor de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora