El amor de mi vida

Capítulo 22 «El alcohol y sus efectos»

La noche llegó finalmente, dejándome como consecuencia un cansancio de muerte, como si hubiera trabajado como mula de carga todo el día

Froté mi cuello, masajeándolo para tratar de relajarme

Mi mente se perdió de repente en lo que había pasado esta mañana. Sinceramente, no esperaba ver a Charlie después de todo lo ocurrido entre nosotros, y lo que más me entristece es que hayamos cerrado nuestra historia de esa forma

«Quizás no éramos una historia, sino solo un capítulo. Uno que debería cerrarse de una vez por todas»

—Aún no te has ido —Apareció Kevin, casi de la nada —. ¿Quieres que te lleve a casa? —ofreció el chico con caballerosidad

—Está bien —Asentí adelantándome

Kevin me guió directo a su auto sin decirme nada más. Era un mustang plateado, en buen estado como si fuera recién salido de la agencia, los asientos de cuero aún lucían intactos, dejándome completamente atónita ante tal maravilla 

—No es mío —Sonrió notando mi embelesamiento —. Mi papá me dijo que si le hacía un rasguño a esta cosa, tendría serios problemas con él y con el tío Bob —Trotó hacia el lado del copiloto para abrirme la puerta

—Gracias —Sonreí entrando al auto

Kevin puso el auto en marcha, e inmediatamente empezó el recorrido por lo que parecía toda la ciudad a medida que avanzábamos

Jamás me había detenido a ver la belleza de San Francisco por las noches. Desde que llegué a California a vivir con tía Marissa, siempre íbamos de la casa a la escuela y viceversa. Nunca salíamos a comer fuera, ni nada parecido

—Llegamos —habló Kevin sacándome de mis pensamientos

Mi corazón casi dejó de latir en mi pecho cuando vi el logo del Red Tiger brillando tan escandalosamente frente a mí, como siempre

—¿Vamos a comer aquí? —pregunté fingiendo intriga, rogando que mis nervios no se notaran

—¿No te gusta? —preguntó atento —. Si no te gusta, podremos irnos a otra parte —dijo luciendo nervioso

—No —dije tratando de parecer natural —. No es eso. Este lugar se ve increíble —Sonreí fingiendo no conocerlo

Me senté en la silla, un poco nerviosa por estar ahí con Kevin, en el mismo lugar donde había tenido mi primera cita con Charlie

Estar ahí me hizo recordar aquellos días, donde solo parecíamos estar él y yo, sin preocuparnos del problema que hoy nos separó para siempre

—Señorita —llamó el mesero con insistencia, sacándome de mis pensamientos —. ¿Quiere ordenar algo? —dijo con amabilidad

—La bebida mas fuerte que tenga —ordené sin percatarme de cuán desesperada pude parecer

El mesero se retiró a traer nuestras órdenes. No sin antes lanzarme una mirada de reojo, un poco desconcertado por mi actitud

El silencio apareció en medio de nosotros, como un manto que nos cubría, impidiéndonos hablar

—¿Cómo está Jack? —logré hablar finalmente, tratando de iniciar una conversación casual —. Hace mucho que no lo veo

—Bien —rió un poco —. Aún tiene la loca idea de trabajar, pero ya le dije que no puede hacer eso —dijo recibiendo nuestros tragos cuando el mesero llegó

—Gracias —dije al chico, dejando mi bebida sobre la mesa, sin siquiera darle un sorbo —. No sé mucho sobre ti, Kevin —Miré hacia el moreno chico sentado frente a mí, entregándole una risa relajada —. ¿Hay algo que quieras contarme? —Eché mi cabeza hacia atrás, terminando mi bebida